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"¿El Jesús original?”. “Compartir” (196) de 14 de abril de 2016. Preguntas y respuestas

Redactado por Antonio Piñero el Jueves, 14 de Abril 2016 a las 08:23

Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Buenas noches, Profesor. He visto por ahí por internet un libro de un señor que firma un señor llamado J. Riera Ginestar y que se titula “El Jesús original”. Tiene buena pinta; por eso me interesaría mucho su parecer: ¿lo ha leído? ¿Merece la pena leerlo?


RESPUESTA:


Sí lo he visto, y lo he leído con cierto interés porque no abundan mucho, por no decir nada, los trabajos sobre el material propio de los evangelistas Mateo y Lucas (el subtítulo reza: “El material especial de Mateo y Lucas”). Es un trabajo interesante. Pero tengo mis objeciones que expondré. Pienso que para ser objetivo, debo intentar resumir muy brevemente la tesis principal de este y luego expondré mis dificultades.

La idea principal del libro es con palabras del autor:

“Consideramos que el Jesús original aportado por estos dos evangelistas es aquel que surge de los versículos que no forman parte ni de Marcos ni de “Q” o protoevangelio de dichos de Jesús, fuentes copiadas por Mateo y Lucas para conformar sus evangelios. Es, por tanto, el material restante, calificado como “especial” o propio de cada uno de los dos evangelistas y, más concretamente, el núcleo original de ese conjunto de versículos, el que arroja una imagen original de Jesús según la información particular recopilada a partir de fuentes orales o escritas por Mateo y Lucas. A ese Jesús original mateano y lucano es al que nos acercamos en este trabajo (pp. 43 y 44).
Y tras el estudio en sí –y la comparación con el Evangelio de Tomás copto– del material propio de Mateo y Lucas, llega el Sr. Riera Ginestar las siguientes conclusiones:

• Se compara el material de Mt y de Lc con el EvTom porque este evangelio, aunque no admitido como canónico, representa una tradición propia, original, no basada en el material de los evangelios sinópticos. La caracterización de Jesús por parte del autor del EvTom es probablemente verdadera ya que presenta a Jesús como dotado de una religiosidad primitiva hebrea protognóstica, lo cual es mu posible.

• La verdadera imagen de Jesús es la de un pacifista convencido, y aunque fue condenado por Pilato como sedicioso contra el Imperio, esa acusación era falsa. La ética de Jesús, conservada ante todo en el Sermón de la Montaña, es el instrumento práctico de un maestro sapiencial protognóstico para alcanzar en vida la unidad con el Todo, o con Todo, con una doctrina muy parecida a la que se recoge en “El libro Secreto de Juan” conservado entre los manuscritos .de Nag Hammadi. Con palabras del autor:

Este discurso remite, con pocas alteraciones, a las palabras de Jesús tal como él las pronunció y debe ser completado, como todo en esta vida para unificar la dualidad o la polaridad que nos confunde y nos hace padecer en una maraña de nombres y objetos, con otro texto que pertenece a una obra apócrifa del cristianismo gnóstico. Se trata del conocido como Libro Secreto de Juan, descubierto, como el EvTom, en Nag Hammadi (Egipto) en 1945 y que data de mediados del siglo II.

El fragmento de dicha obra que presentamos como complemento del Sermón de la Montaña describe al “Uno”, concepto al que hemos aludido en nuestro comentario de los paralelos entre el evangelio de Tomás y las fuentes “M” y “L”. Podemos afirmar que la ética de Jesús contenida en el Sermón de la Montaña es el instrumento práctico para alcanzar en vida la Unidad con el Todo o con Todo descrita en el texto del Libro Secreto de Juan. Así pues, habiendo encontrado en el material especial de Mateo y Lucas analizado en nuestro estudio elementos tanto de la ética de Jesús como de su llamada a la unificación de los contrarios a través de un cambio de conciencia ( pp. 363-364).
Ante esta hipótesis global de un Jesús no apocalíptico, sino maestro sapiencial, parecida a un filósofo cínico y a un maestro oriental, mis dificultades son las siguientes:

• No parece adecuado metodológicamente considerar que el material especial de Mt y de Lc represente el núcleo del Jesús histórico. El autor argumenta que es así porque cumple con el criterio de “múltiple atestiguación” (es decir, es un material atestiguado no por una fuente sino por dos: por Mt/EvTom o por Lc/ EvTom). Entonces, pregunto ¿por qué rechaza el Sr. Riera como perteneciente al Jesús original el material de Mc que coincide con el EvTom y que además está recogido, en ocasiones por Mt y Lucas (paralelos de Mc con el EvTom 5.6.9. 20.21. 33.35.44.99)? Este material tendría triple atestiguación, y sin embargo, es eliminado por el autor como no fidedigno, no “original”.

• La datación del posible original griego del EvTom es simplemente una hipótesis. En todo caso, y adelantándolo mucho, sería hacia el año 100, según el autor mismo afirma en alguna ocasión. Esa es la fecha de datación igualmente del Evangelio de Juan, y ya sabemos que la mayoría de los datos acerca de Jesús y sus discursos recogidos en este evangelio no son fiables desde el punto de vista histórico. Por tanto, se puede especular mística y gnósticamente en el año 100 como hacen el EvTom y el de Juan sobre Jesús aun existiendo tradición oral. El testimonio de Papías acerca del origen de los evangelios es aproximadamente del 140. Y todavía existía tradición oral sobre Jesús, que Papías tiene en gran estima. Pero esa tradición oral era ya poco fiable en general: habían pasado muchos años, decenios, desde la muerte de Jesús.

• Las afirmaciones del autor sobre la existencia de Judas Tomás como hermano gemelo de Jesús son altamente especulativas a raíz de la noticia sobre el nombre de sus hermanos carnales proporcionado por Mc 6,3.

• La tesis de un Jesús en nada apocalíptico sino sobre todo un maestro sapiencial es bastante antigua, desde finales del siglo XIX. Si no me equivoco, el primer autor que la defiende es W. Wrede, el descubridor, a la vez, que el “secreto mesiánico, del Evangelio de Marcos es un mero artilugio literario.
Se ha discutido muchísimo este tema, y el consenso entre los investigadores independientes es que la imagen de un Jesús meramente sapiencial es bastante menos probable que la de un Jesús mezcla de maestro sapiencial de la Ley y a la vez de profeta visionario y apocalíptico. No hay verdades absolutas en la exégesis ni en historia antigua, pero cuando se va formando un consenso, sobre todo entre investigadores independientes, tiene bastantes más posibilidades de acercarse a la posible verdad histórica que la que no origina consenso alguno.

• No me acaban de convencer las disquisiciones del Sr. Riera sobre el Testimonium Flavianum (Flavio Josefo, Antigüedades de los judíos XVIII 63-64). Eliminas las seguras glosas cristianas, el análisis del vocabulario empleado por Josefo, que es muy parecido, por no decir igual al que emplea cuando describe a otros sediciosos contra el Imperio (véase el estudio de F. Bermejo en este Blog; búsquese por flavianum). Esto da a entender que la apreciación de Jesús por parte de Josefo no era positiva.

Y sigo pensando que colocar a Jesús entre la lista de personajes dañinos para Israel ya es bastante indico. Admito que Flavio Josefo se emplea más a fondo contra otros sediciosos belicistas como Judas el Galileo, y ataca menos a Jesús. Pero la razón es porque Jesús, aunque proclamaba un reino de Dios en el que no cabían ni Poncio Pilato, ni Tiberio, ni otras gentes, no era un belicista al uso (aunque en Hechos de los apóstoles 4 el rabino Gamaliel compara el movimiento de Jesús con el de Teudas, ¡que sí era belicista!), sino alguien que esperaba que la derrota de los romanos ante Israel en la batalla escatológica sería obra de Dios y de las 12 posibles legiones de ángeles que lucharían en pro del pueblo elegido contra los invasores.

• Y me convencen muy poco las interpretaciones de un maestro de la ley de Moisés como Jesús, como si fuera un protognóstico, un tipo que había sido influenciado expresamente por el pensamiento oriental budista, por ejemplo, de un modo claro y sobre todo por la protognosis. De tal manera que su doctrina se parece a la del ¡¡Libro Secreto de Juan!! No lo creo en absoluto. Esa hipótesis es altamente improbable e indemostrable. Aunque sea segura la hipótesis del autor que imagina el origen de la gnosis judía y cristiana en grupos marginales judíos quizás antes de la era cristiana. Sin embargo, entre el pensamiento de un Jesús totalmente judío y la protocábala posterior y el gnosticismo (¡totalmente platónicos!) hay un mundo que el autor, el Sr. Riera no muestra al lector.

• La interpretación de pasajes de la pasión de Jesús (p. 356) y de dichos de este por el autor del libro me parece poco crítica. Cree como históricos hechos y dichos del Nazareno que la inmensa mayoría de los intérpretes independientes consideran claramente legendarios.

En conjunto resumiría: un buen esfuerzo por parte del autor, Joaquín Riera Ginestar por interpretar un material evangélico al que se le ha hecho poco caso. Es un servicio bueno el que presta al lector cuando presenta la síntesis de los análisis de otros intérpretes modernos acerca de este material…, y se lo agradezco. Pero su interpretación global de que tal análisis de este material especial, unido al del Evangelio de Tomás, nos va a proporcionar la imagen de un Jesús totalmente auténtico y original, no visto por la inmensa mayoría de los exegetas desde hace más de 200 años de investigación independiente no me parece convincente ni conseguida. Sus argumentos no me convencen.

P. S.

Me acabo de enterar por el obituario de Xabier Pikaza de la repentina muerte de Senén Vidal. Lo he sentido muchísimo. A pesar de nuestras educadas y corteses opiniones, notablemente distintas sobre muchos temas de Nuevo Testamento, él sabía que yo lo apreciaba muchísimo y que admiraba su sabiduría. No solo tenía un sentido y profundo pensamiento propio sobre el Nuevo Testamento, sino un conocimiento notable de la bibliografía sobre los temas que abordaba. Estoy de acuerdo con Pikaza en que muy probablemente era él el que más sabía de Nuevo Testamento en España.

Éramos de la misma “quinta”, del 41, pero a él le ha tocado desfilar antes. Hace muchos años que nos conocimos, en 1974, en unos meses en los que compartimos el amable alojamiento del “Colegio Español” de Munich, de la Dachauer Straße 19. Desde allí visitábamos la impresionante biblioteca de la Ludwig Maximilian Universität, cuando ya tenía recién terminada la tesis doctoral, y ya empezamos a intercambiar opiniones hasta hoy. En mi obra sobre Pablo, y –aparte de Carlos A. Segovia, que merece un capítulo especialísimo en su gestación–fue Senén Vidal mi interlocutor principal en cuanto a intercambio de ideas en torno a la difícil interpretación de Pablo. Los lectores tiene mis reseñas en el Blog, y en ellas podrán ver cuánto lo admiraba a pesar de nuestras discrepancias meramente intelectuales. Siento muchísimo su pérdida, pues estaba aún en un momento muy fecundo. Que descanse en paz donde sea.
Jueves, 14 de Abril 2016
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