Escribe Carmen Padilla
A finales del mismo año 2012 publicó Antonio Piñero, Ciudadano Jesús. Las respuestas a todas las preguntas, en editorial Atanor, Madrid 2012. Fue esta otra editorial que desapareció rápidamente, pero que ha sido sustituida con gran eficiencia por Editorial Adaliz (sic) que distribuye sus libros por correo a través de su página web.
La estructura de este libro es diferente a las delos demás. Está hecho sin textos delante, sin bibliografía, de memoria, y se basa en las respuestas a muchas preguntas que al autor le han sido formuladas – y le siguen formulando – sobre Jesús en clases, seminarios, conferencias, entrevistas en diferentes medios, blogs de internet, páginas de Facebook y correo electrónico etc. Como él mismo advierte, no todas las preguntas tienen respuestas seguras: unas lo son y otras sólo hipótesis razonables, porque el primer deber de un historiador es “ser modesto y reconocer que, si toda reconstrucción histórica del pasado es difícil, mucho más cuando el personaje cuya figura se intenta reconstruir vivió hace unos dos mil años y además no dejó nada escrito”.
Con todo, el objetivo del libro es “acercarse a la figura y misión de Jesús con los menores prejuicios posibles y ofrecer un acercamiento maduro, honesto y de acuerdo con la ciencia histórica a su persona y su pensamiento”. Las preguntas planteadas en el libro (329) son de lo más variado, tanto cuantas son las inquietudes de los lectores, y abarcan todas las facetas posibles sobre la vida y resurrección de Jesús, para concluir con los rasgos esenciales que, en opinión del autor, constituyen su figura histórica. Al final del libro se repite la pregunta inicial con la que se abre: ¿Fue Jesús un enigma?
Simplifico la respuesta de A. Piñero: el ‘enigma’ se formó porque los evangelistas construyeron una biografía de Jesús basándose en dos elementos principales: uno, la tradición de lo que había sido Jesús, que se imponía por la fuerza de los hechos y por la memoria colectiva; otro, la reinterpretación espiritual y divinizadora del personaje, propia sobre todo de Pablo junto con la interpretación mística del Evangelio de Juan. Por supuesto habrá quien opine, en mi opinión, que el empeño de separar al Jesús histórico del Jesu-Cristo de la fe es baldío y no lleva a ninguna conclusión definitiva, pero realmente es lo que caracteriza la línea de pensamiento de A. Piñero como queda patente no sol en este libro sino en toda su bibliografía.
Como el conjunto de preguntas y respuestas de Ciudadano Jesús abarca prácticamente todo lo que puede resultar interesante acerca de Jesús de Nazaret, en este libro tenemos un compendio de los resultados de la investigación histórica en torno al personaje. Se lee fácilmente, las respuestas van directas, muy al grano, y creo que son fáciles de comprender. En mi opinión se aprende lo sustancial de Jesús con este libro.
Saludos cordiales de Carmen Padilla