Hoy escriben Carlos A. Segovia y Antonio Piñero
Queridos amigos:
Carlos A.Segovia, bien conocido por todos ustedes, ha organizado un Seminario en la Fundación Zubiri de Madrid, c/ Núñez de Balboa 90, 5º. Tf. 91431 5418, los días 12 y 13 de mayo, lunes y martes respectivamente sobre el tema del surgimiento del cristianismo y del judaísmo moderno, su camino paralelo, como fenómenos judíos de la época del Segundo Templo (desde el retorno del exilio hasta la caía de Jerusalén y la aniquilación del templo de herodes el Grande), y su lenta separación que dura hasta los siglos IV/V de nuestra era... a cargo de Daniel Boyarin...
Boyarin es el autor del famosísimo libro Espacios fronterizos. Judaísmo y cristianismo en la Antigüedad Tardía, Madrid, Trotta, 2013, y de un pequeño libro, maravilloso y verdaderamente rompedor, titulado "The Jewish Gospels. The Story of the Jewish Christ", New York, The New Press 2012.
Unas diez horas nada menos con uno, o quizás el máximo, de los investigadores judíos actuales con repercusión máxima fuera de Israel. El precio del Seminario es bien bajo: 100 euros. El título es "Rethinking/Remaking of A Difference"
El seminario será en inglés, seguro que facilito, porque Boyarin es un excelente pedagogo. Estar diez horas en contacto con un genio ¡no tiene precio!, en mi opinión.
Les transcribo a continuación la versión española de la introducción a este Seminario que ha escrito Carlos A. Segovia:
La definición cristiana del judaísmo en tanto que religión ha tenido perdurables y complejos efectos en la auto-definición de los judíos, desde la antigüedad hasta nuestros días. No es posible decir que el judaísmo existía con anterioridad al cristianismo, sino que hay que ver en él un hecho interno al proceso de invención del cristianismo. El cristianismo, al constituirse como religión, necesitó de la diferencia religiosa, necesitó que el judaísmo fuera su otro —la religión falsa. El judaísmo nació cuando el cristianismo separó la creencia y la práctica religiosa de la Romanitas, el culto religioso de la cultura.
Los rabinos desarrollaron su propio sentido de la identidad, en parte, “apropiándose” de la idea de identidad formulada por algunos autores cristianos primitivos. Esta parcial “apropiación” no es sin embargo, en mi opinión, producto de la influencia ejercida por el cristianismo sobre el judaísmo, sino un intento de actuar de cierta manera por parte de los judíos no-cristianos en una situación “colonial”. Debe interpretarse, propondré aquí, como una suerte de mimetismo en el sentido postcolonial del término y, por lo tanto, como un acto de resistencia. Finalmente —al menos en el último periodo de la antigüedad tardía— el judaísmo rabínico rechazó la opción de convertirse en una religión, otra de las especies que el cristianismo ofrecía.
En el estadio final del movimiento rabínico clásico, la idea de que la identidad es algo que se otorga y no algo que pueda alcanzarse —o perderse— terminó por ser emblemática del judaísmo, que redefinió así el uso “locativo” de la noción de identidad. Podría decirse que lo que diferenció finalmente al judaísmo y al cristianismo, lo que hizo de ellos diferentes productos en la historia de la cultura religiosa post-israelita, fue el re-enraizamiento del primero, esto es, la a/negación de la religión en tanto que categoría discreta de la experiencia humana, el rechazo de los judíos a ser interpelados como miembros de una religión. Al final, no es que el cristianismo y el judaísmo sean dos religiones autónomas o diferentes, sino que son dos cosas completamente distintas. De acuerdo con estas observaciones, el seminario busca analizar, desde una nueva perspectiva, los orígenes de la noción de “religión” en cuanto tal.
Y aquí va el vínculo para mayor información.
https://sites.google.com/site/origenesdelcristianismo/2014-2nd-edition
Saludos cordiales de Carlos a. Segovia y Antonio Piñero
Queridos amigos:
Carlos A.Segovia, bien conocido por todos ustedes, ha organizado un Seminario en la Fundación Zubiri de Madrid, c/ Núñez de Balboa 90, 5º. Tf. 91431 5418, los días 12 y 13 de mayo, lunes y martes respectivamente sobre el tema del surgimiento del cristianismo y del judaísmo moderno, su camino paralelo, como fenómenos judíos de la época del Segundo Templo (desde el retorno del exilio hasta la caía de Jerusalén y la aniquilación del templo de herodes el Grande), y su lenta separación que dura hasta los siglos IV/V de nuestra era... a cargo de Daniel Boyarin...
Boyarin es el autor del famosísimo libro Espacios fronterizos. Judaísmo y cristianismo en la Antigüedad Tardía, Madrid, Trotta, 2013, y de un pequeño libro, maravilloso y verdaderamente rompedor, titulado "The Jewish Gospels. The Story of the Jewish Christ", New York, The New Press 2012.
Unas diez horas nada menos con uno, o quizás el máximo, de los investigadores judíos actuales con repercusión máxima fuera de Israel. El precio del Seminario es bien bajo: 100 euros. El título es "Rethinking/Remaking of A Difference"
El seminario será en inglés, seguro que facilito, porque Boyarin es un excelente pedagogo. Estar diez horas en contacto con un genio ¡no tiene precio!, en mi opinión.
Les transcribo a continuación la versión española de la introducción a este Seminario que ha escrito Carlos A. Segovia:
La definición cristiana del judaísmo en tanto que religión ha tenido perdurables y complejos efectos en la auto-definición de los judíos, desde la antigüedad hasta nuestros días. No es posible decir que el judaísmo existía con anterioridad al cristianismo, sino que hay que ver en él un hecho interno al proceso de invención del cristianismo. El cristianismo, al constituirse como religión, necesitó de la diferencia religiosa, necesitó que el judaísmo fuera su otro —la religión falsa. El judaísmo nació cuando el cristianismo separó la creencia y la práctica religiosa de la Romanitas, el culto religioso de la cultura.
Los rabinos desarrollaron su propio sentido de la identidad, en parte, “apropiándose” de la idea de identidad formulada por algunos autores cristianos primitivos. Esta parcial “apropiación” no es sin embargo, en mi opinión, producto de la influencia ejercida por el cristianismo sobre el judaísmo, sino un intento de actuar de cierta manera por parte de los judíos no-cristianos en una situación “colonial”. Debe interpretarse, propondré aquí, como una suerte de mimetismo en el sentido postcolonial del término y, por lo tanto, como un acto de resistencia. Finalmente —al menos en el último periodo de la antigüedad tardía— el judaísmo rabínico rechazó la opción de convertirse en una religión, otra de las especies que el cristianismo ofrecía.
En el estadio final del movimiento rabínico clásico, la idea de que la identidad es algo que se otorga y no algo que pueda alcanzarse —o perderse— terminó por ser emblemática del judaísmo, que redefinió así el uso “locativo” de la noción de identidad. Podría decirse que lo que diferenció finalmente al judaísmo y al cristianismo, lo que hizo de ellos diferentes productos en la historia de la cultura religiosa post-israelita, fue el re-enraizamiento del primero, esto es, la a/negación de la religión en tanto que categoría discreta de la experiencia humana, el rechazo de los judíos a ser interpelados como miembros de una religión. Al final, no es que el cristianismo y el judaísmo sean dos religiones autónomas o diferentes, sino que son dos cosas completamente distintas. De acuerdo con estas observaciones, el seminario busca analizar, desde una nueva perspectiva, los orígenes de la noción de “religión” en cuanto tal.
Y aquí va el vínculo para mayor información.
https://sites.google.com/site/origenesdelcristianismo/2014-2nd-edition
Saludos cordiales de Carlos a. Segovia y Antonio Piñero