Escribe Antonio Piñero
Pregunta
Conforme a las creencias judías del siglo I d.C. sobre la figura del Mesías, éste debía ser un Mesías guerrero que liberara a su pueblo del yugo romano con la ayuda de Dios y que no debía morir en manos romanas ya que de lo contrario significaría que no era tal, pero al mismo tiempo existe la profecía del libro de Isaías que hace referencia a un Mesías ofrecido como sacrificio por su pueblo. La pregunta es ¿Esto es así?, y si lo es ¿Por qué hay ideas tan dispares sobre el Mesías venidero? ¿Debía ser un Mesías guerrero y victorioso o podía tener alguna otra característica? Saludos
Respuesta:
Las creencias judías sobre el Mesías eran mucho más complicadas que la del mero guerrero libertador, ya que unían en una las tres figuras del profeta, sumo sacerdote y rey, descendiente de David, guerrero.
Me imagino que Usted se refiere a la figura del Siervo Sufriente del Segundo Isaías, sobre todo al capítulo 53.
Aunque esa misteriosa figura fue aplicada Jesús ya desde los evangelistas, en su origen isaiánico (del siglo VI a.C.) no era estrictamente mesiánico, sino más bien la del Justo sufriente.
En líneas generales la inmensa mayoría de los judíos de la época de Jesús pensaban de esa manera, un mesías libertador. Y precisamente porque Jesús murió como sedicioso contra Roma, costó tanto a los seguidores de Jesús convencer a sus connacionales judíos de que, al final de los tiempos, Dios había “mudado” (o más bien los humanos caían en la cuenta entonces) el diseño del mesías, y que éste debía morir un muerte redentora por los pecados del pueblo.
Pero todo esto es teología de los seguidores de Jesús que se concreta en el Nuevo Testamento formado desde el 51 d.C. (1 Tes) hasta el 130 más o menos (2 Pedro)
En el libro “Año Uno. Israel y su mundo cuando nació Jesús”, Editorial Laberinto, Madrid 2ª edic. 2014, hay un capítulo, que creo muy ilustrativo sobre esta cuestión. El capítulo desarrolla los temas siguientes:
El cumplimiento de las promesas divinas: liberación y la salvación de Israel
Concepciones básicas sobre la salvación y liberación del pueblo
El futuro glorioso de Israel en esta tierra
¿Cuál será la función del mesías en este futuro glorioso?
Cómo se va formando la idea del mesías
El mesías en la continuación de la Biblia hebrea, los llamados apócrifos del Antiguo Testamento
El mesías en las traducciones populares de la Biblia en torno al siglo I
La imagen del mesías en los manuscritos del Mar Muerto
¿Qué papel habrían de tener los gentiles en la salvación?
Los prosélitos
La vida después de la muerte
Pregunta:
En las antigüedades de los judíos de Josefo (libro 18, capitulo 1, párrafos 2-6) menciona 3 sectas (párrafo 2) y una cuarta (párrafo 6).
Fue escrito esto, antes de que se creara la secta de Jesús?
o la secta de Jesús esta incluida en una de ellas?
O la corriente de Jesús no fue considerado secta?
Respuesta:
La “secta” de Jesús son los seguidores de Jesús y éstos, a tenor del libro de los Hechos, se congregaron –es decir, existieron-- muy poco tiempo después de su muerte tanto en Jerusalén como en Galilea. La llamada divina de Pablo al apostolado a los gentiles comienza probablemente unos dos o tres años después de la muerte de Jesús. Y parece que comenzó enseguida a predicar a Jesús como mesías. Por tanto unos tres o cuatro años tras la muerte de Jesús ya había “algún pequeño grupo paulino”. Y si la fecha probable de la muerte de Jesús fue en abril del año 30 o 33, y F. Josefo escribe hacia el 85 d.C., es fácil obtener las conclusiones
Pregunta:
Respecto a Pablo no me queda nada clara que es eso de su famosa conversión. Me gustaría preguntarle si es más apropiado hablar de revelación que de conversión en el camino a Damasco, porque no había todavía cristianismo como religión sino un judaísmo mesiánico en torno a Jesús. En este sentido encuentro similitudes con otros fundadores de religiones (en el caso de que a Pablo lo consideremos como tal) como Mahoma, que habría recibido la revelación del arcangel Gabriel, mientras Pablo la habría recibido de Jesús (o Cristo). Me parecen fenónenos similares para comparar desde la historia o ciencias de las religiones. Por otro lado me gustaría preguntarle también si se puede considerar la "conversión" (o revelación) de Pablo como el hecho fundacional clave del cristianismo. Gracias.
Respuesta:
En la Carta a los gálatas cómo Pablo nunca denomina “conversión”, sino vocación o llamada a su tránsito de perseguidor de Jesús a seguidor suyo, 1,15-16, “Cuando le pareció bien [a Dios] a aquel --el que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, 16 para revelar en mí a su Hijo, para que lo evangelizase entre los gentiles”, texto que alude sin duda a Jr 1,5: Antes de haberte formado en el seno materno, te conocía e Is 49,1: Yahvé desde el seno materno me llamó. Esta llamada, y la consiguiente elección, no pudo ser resistida por Pablo, quien voluntaria o involuntariamente, se vio forzado a seguirla.
El contenido de la llamada consistió en “revelar al Hijo”, el Mesías, Jesús, y todo lo que ello implicaba, tanto para judíos como para gentiles. La proclamación de las consecuencias de esta venida al final de los tiempos, en especial para los paganos, es parte del evangelio de Pablo, quien transforma la “buena noticia” del reino de Dios de Jesús de Nazaret en el “evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. En realidad, el evangelio paulino es toda su teología. Para los futuros creyentes, la audición de la Palabra y el asentimiento a la misma con fe/confianza era también una llamada: Permanezca cada uno en la llamada en la que fue llamado por Dios: 1 Cor 7,20.
En Gálatas 1,15 se ve claro que la mal denominada “conversión” fue mas bien una llamada al profetismo; es decir, el paso de ser un particular muy “celoso” de una comprensión determinada del judaísmo a otra, a convertirse en proclamador/profeta/embajador (2 Cor 5,20) de Jesús. La formulación del texto no corrobora de ningún modo la conversión de una religión a otra: Pablo se encardinaba como judío celoso dentro de Israel, que acepta simplemente una nueva concepción sobre Jesús, posible dentro del judaísmo de la época del Segundo Templo.
Esa llamada se produce en un momento determinado, pero estaba “planeada” por Dios desde siempre. Al decir Pablo que estaba predestinado por la divinidad para esta misión “desde el seno de su madre” se compara nada menos que con los profetas Isaías y Jeremías, como le he indicado. Y sabemos que el profeta es un canal de expresión de la divinidad para Israel. Así pues, es difícil pensar que Pablo pretendiera a la vez ser profeta de Israel y fundar una nueva religión.
Ahora bien, como Pablo es el primer gran intérprete de Jesús, el primero que lo repiensa y que lo ve a los ojos de las Escrituras, tal como él la entiende, y como la interpretación paulina de la vida, figura y misión de Jesús es determinante, gracias también a sus seguidores, en la formación del cristianismo, puede decirse que tal “llamada” desempeña de hecho un papel clave en los orígenes del cristianismo, lo pretendiera Pablo o no.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Pregunta
Conforme a las creencias judías del siglo I d.C. sobre la figura del Mesías, éste debía ser un Mesías guerrero que liberara a su pueblo del yugo romano con la ayuda de Dios y que no debía morir en manos romanas ya que de lo contrario significaría que no era tal, pero al mismo tiempo existe la profecía del libro de Isaías que hace referencia a un Mesías ofrecido como sacrificio por su pueblo. La pregunta es ¿Esto es así?, y si lo es ¿Por qué hay ideas tan dispares sobre el Mesías venidero? ¿Debía ser un Mesías guerrero y victorioso o podía tener alguna otra característica? Saludos
Respuesta:
Las creencias judías sobre el Mesías eran mucho más complicadas que la del mero guerrero libertador, ya que unían en una las tres figuras del profeta, sumo sacerdote y rey, descendiente de David, guerrero.
Me imagino que Usted se refiere a la figura del Siervo Sufriente del Segundo Isaías, sobre todo al capítulo 53.
Aunque esa misteriosa figura fue aplicada Jesús ya desde los evangelistas, en su origen isaiánico (del siglo VI a.C.) no era estrictamente mesiánico, sino más bien la del Justo sufriente.
En líneas generales la inmensa mayoría de los judíos de la época de Jesús pensaban de esa manera, un mesías libertador. Y precisamente porque Jesús murió como sedicioso contra Roma, costó tanto a los seguidores de Jesús convencer a sus connacionales judíos de que, al final de los tiempos, Dios había “mudado” (o más bien los humanos caían en la cuenta entonces) el diseño del mesías, y que éste debía morir un muerte redentora por los pecados del pueblo.
Pero todo esto es teología de los seguidores de Jesús que se concreta en el Nuevo Testamento formado desde el 51 d.C. (1 Tes) hasta el 130 más o menos (2 Pedro)
En el libro “Año Uno. Israel y su mundo cuando nació Jesús”, Editorial Laberinto, Madrid 2ª edic. 2014, hay un capítulo, que creo muy ilustrativo sobre esta cuestión. El capítulo desarrolla los temas siguientes:
El cumplimiento de las promesas divinas: liberación y la salvación de Israel
Concepciones básicas sobre la salvación y liberación del pueblo
El futuro glorioso de Israel en esta tierra
¿Cuál será la función del mesías en este futuro glorioso?
Cómo se va formando la idea del mesías
El mesías en la continuación de la Biblia hebrea, los llamados apócrifos del Antiguo Testamento
El mesías en las traducciones populares de la Biblia en torno al siglo I
La imagen del mesías en los manuscritos del Mar Muerto
¿Qué papel habrían de tener los gentiles en la salvación?
Los prosélitos
La vida después de la muerte
Pregunta:
En las antigüedades de los judíos de Josefo (libro 18, capitulo 1, párrafos 2-6) menciona 3 sectas (párrafo 2) y una cuarta (párrafo 6).
Fue escrito esto, antes de que se creara la secta de Jesús?
o la secta de Jesús esta incluida en una de ellas?
O la corriente de Jesús no fue considerado secta?
Respuesta:
La “secta” de Jesús son los seguidores de Jesús y éstos, a tenor del libro de los Hechos, se congregaron –es decir, existieron-- muy poco tiempo después de su muerte tanto en Jerusalén como en Galilea. La llamada divina de Pablo al apostolado a los gentiles comienza probablemente unos dos o tres años después de la muerte de Jesús. Y parece que comenzó enseguida a predicar a Jesús como mesías. Por tanto unos tres o cuatro años tras la muerte de Jesús ya había “algún pequeño grupo paulino”. Y si la fecha probable de la muerte de Jesús fue en abril del año 30 o 33, y F. Josefo escribe hacia el 85 d.C., es fácil obtener las conclusiones
Pregunta:
Respecto a Pablo no me queda nada clara que es eso de su famosa conversión. Me gustaría preguntarle si es más apropiado hablar de revelación que de conversión en el camino a Damasco, porque no había todavía cristianismo como religión sino un judaísmo mesiánico en torno a Jesús. En este sentido encuentro similitudes con otros fundadores de religiones (en el caso de que a Pablo lo consideremos como tal) como Mahoma, que habría recibido la revelación del arcangel Gabriel, mientras Pablo la habría recibido de Jesús (o Cristo). Me parecen fenónenos similares para comparar desde la historia o ciencias de las religiones. Por otro lado me gustaría preguntarle también si se puede considerar la "conversión" (o revelación) de Pablo como el hecho fundacional clave del cristianismo. Gracias.
Respuesta:
En la Carta a los gálatas cómo Pablo nunca denomina “conversión”, sino vocación o llamada a su tránsito de perseguidor de Jesús a seguidor suyo, 1,15-16, “Cuando le pareció bien [a Dios] a aquel --el que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, 16 para revelar en mí a su Hijo, para que lo evangelizase entre los gentiles”, texto que alude sin duda a Jr 1,5: Antes de haberte formado en el seno materno, te conocía e Is 49,1: Yahvé desde el seno materno me llamó. Esta llamada, y la consiguiente elección, no pudo ser resistida por Pablo, quien voluntaria o involuntariamente, se vio forzado a seguirla.
El contenido de la llamada consistió en “revelar al Hijo”, el Mesías, Jesús, y todo lo que ello implicaba, tanto para judíos como para gentiles. La proclamación de las consecuencias de esta venida al final de los tiempos, en especial para los paganos, es parte del evangelio de Pablo, quien transforma la “buena noticia” del reino de Dios de Jesús de Nazaret en el “evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. En realidad, el evangelio paulino es toda su teología. Para los futuros creyentes, la audición de la Palabra y el asentimiento a la misma con fe/confianza era también una llamada: Permanezca cada uno en la llamada en la que fue llamado por Dios: 1 Cor 7,20.
En Gálatas 1,15 se ve claro que la mal denominada “conversión” fue mas bien una llamada al profetismo; es decir, el paso de ser un particular muy “celoso” de una comprensión determinada del judaísmo a otra, a convertirse en proclamador/profeta/embajador (2 Cor 5,20) de Jesús. La formulación del texto no corrobora de ningún modo la conversión de una religión a otra: Pablo se encardinaba como judío celoso dentro de Israel, que acepta simplemente una nueva concepción sobre Jesús, posible dentro del judaísmo de la época del Segundo Templo.
Esa llamada se produce en un momento determinado, pero estaba “planeada” por Dios desde siempre. Al decir Pablo que estaba predestinado por la divinidad para esta misión “desde el seno de su madre” se compara nada menos que con los profetas Isaías y Jeremías, como le he indicado. Y sabemos que el profeta es un canal de expresión de la divinidad para Israel. Así pues, es difícil pensar que Pablo pretendiera a la vez ser profeta de Israel y fundar una nueva religión.
Ahora bien, como Pablo es el primer gran intérprete de Jesús, el primero que lo repiensa y que lo ve a los ojos de las Escrituras, tal como él la entiende, y como la interpretación paulina de la vida, figura y misión de Jesús es determinante, gracias también a sus seguidores, en la formación del cristianismo, puede decirse que tal “llamada” desempeña de hecho un papel clave en los orígenes del cristianismo, lo pretendiera Pablo o no.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com