Hoy escribe Antonio Piñero
Los rasgos del Diablo pueden resumirse muy sintéticamente así: 1. Es la personificación del mal; es el jefe de cualquier tipo de mal espíritu, ángel caído o demonio. 2. Es el causante último de ciertas enfermedades y daños físicos que sufren los hombres. 3. Él es el que prueba, tienta e incita al pecado. 4. Él acusa ante Dios a los hombres, y finalmente los castiga en el infierno.
En realidad en el Nuevo Testamento no aparece ninguna descripción estricta del Diablo, sino ciertos rasgos de su posible imagen. A veces, el Príncipe del Mal es asociado con animales salvajes, el león y la serpiente por ejemplo (1ª Epístola de Pedro 5,8 y Apocalipsis 12); pero esta asociación no es insistente.
En el Nuevo Testamento los demonios tienen relación también con las langostas, escorpiones, leopardos, leones y osos. Pero en realidad toda esta iconografía ha influido poco en la imagen del Demonio en el pueblo cristiano. Pero sí otros rasgos: aunque el Diablo no aparece nunca pintado con diez cuernos y siete cabezas, tal como tiene la Bestia en Apocalipsis 13,1, sí con dos cuernos y rabo como el Dragón del Apocalipsis 13,11. El olor a azufre, característico en las apariciones del Diablo, puede deberse, sin duda, a una reminiscencia al "lago de fuego que arde con azufre (Apocalipsis 19,20), el lugar donde es arrojado el Diablo durante el reino mesiánico de los mil años (entre el primer combate escatológico y la derrota definitiva del Diablo en el segundo y definitivo combate entre el Cordero y Satán). Las alas, asociados con el Diablo en la tradición posterior, no aparecen en el Nuevo Testamento. Tampoco estrictamente su color negro y la oscuridad y la tiniebla que rodea a Satanás.
Como el conflicto entre la luz y las tinieblas ocupa un puesto tan central en la teología del Nuevo Testamento, era muy fácil asociar a Satanás con la oscuridad y denominarlo el "Señor de las tinieblas". Otras capacidades, como la de metamorfosearse en lo que desee (incluida la imagen de una bellísima doncella) aparece implícitamente en el Nuevo Testamento "el diablo se metamorfosea en un ángel de luz: 2a Corintios 11,14 y continúa entre los cristianos posteriores, como lo testifican dos obras de la antigüedad tardía: Los dichos de los Padres (anónimo) y el Prado espiritual, de Juan Mosco. Aquí aparece el diablo metamorfoseándose en todo lo que quiere (bella joven, un sarraceno, monje, diversos animales, etc.) con tal de lograr sus propósitos de seducción.
A pesar de haber contribuido enormemente a la fijación de la figura del Diablo en Occidente, el Nuevo Testamento no hace apenas ninguna aportación a las nociones que lo configuran. Al estudiar los escritos judíos apocalípticos procedentes de los siglos inmediatamente anteriores a la era cristiana encontramos ya todos sus rasgos. Un examen detenido de la Vida de Adán y Eva (que hemos mencionado repetidas veces) comparándola con el conjunto de escritos cristianos primitivos arroja muy pocas, o casi ninguna diferencia. Lo que sí es mérito del Nuevo Testamento es haber transmitido esa imagen casi inmutable a generaciones posteriores hasta hoy. En el mundo cristiano desde hace veinte siglos las creencias sobre
el demonio han cambiado muy poco.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
:::::::::::::::::::::::::::
Permítanme, por favor un último aviso sobre el curso “Orígenes y evolución de cristianismo” que comienza el sábado 9 de marzo de 2024, en línea
Los temas del curso son:
I. “El fundamento del cristianismo: la cristología o naturaleza del Salvador. Desde los inicios hasta el siglo V”.
1. Los inicios de la reflexión sobre la naturaleza del Mesías
2. La divinización completa de Jesús
II. “La naturaleza de la iglesia: desde las comunidades domésticas a la Iglesia de siglo V”.
3. Cómo surge la Iglesia. Las comunidades carismáticas
4. La decadencia de los carismas y la organización mundana de la Iglesia dentro del Imperio Romano
III. “La evolución de la jerarquía en la Iglesia. Desde los inicios hasta el siglo V”.
5. Origen y evolución del concepto de jerarquía eclesiástica
6. Acumulación de funciones. Episcopado. Patriarcado. La primacía de la Iglesia de Roma
Apéndice. Sobre el papel de las mujeres en la estructura jerárquica
IV. “La riqueza de la Iglesia a partir de la era constantiniana”.
7. Los inicios de la riqueza de la Iglesia desde la época de Constantino.
8. La consolidación de la riqueza de la Iglesia en los siglos V y VI.
V. Clase extra, “bonus”, gratis: “Viudas, mártires, evangelistas, benefactoras, diáconos, sacerdotisas… Panorama de la intervención de las mujeres en el gobierno de las primeras comunidades cristianas”.
Información sobre el costo del Curso, modo de pago, etc., temas de los que yo no me ocupo, diríjanse por favor a la Página web del Instituto “LIMUD MÉXICO”. Gracias.
Los rasgos del Diablo pueden resumirse muy sintéticamente así: 1. Es la personificación del mal; es el jefe de cualquier tipo de mal espíritu, ángel caído o demonio. 2. Es el causante último de ciertas enfermedades y daños físicos que sufren los hombres. 3. Él es el que prueba, tienta e incita al pecado. 4. Él acusa ante Dios a los hombres, y finalmente los castiga en el infierno.
En realidad en el Nuevo Testamento no aparece ninguna descripción estricta del Diablo, sino ciertos rasgos de su posible imagen. A veces, el Príncipe del Mal es asociado con animales salvajes, el león y la serpiente por ejemplo (1ª Epístola de Pedro 5,8 y Apocalipsis 12); pero esta asociación no es insistente.
En el Nuevo Testamento los demonios tienen relación también con las langostas, escorpiones, leopardos, leones y osos. Pero en realidad toda esta iconografía ha influido poco en la imagen del Demonio en el pueblo cristiano. Pero sí otros rasgos: aunque el Diablo no aparece nunca pintado con diez cuernos y siete cabezas, tal como tiene la Bestia en Apocalipsis 13,1, sí con dos cuernos y rabo como el Dragón del Apocalipsis 13,11. El olor a azufre, característico en las apariciones del Diablo, puede deberse, sin duda, a una reminiscencia al "lago de fuego que arde con azufre (Apocalipsis 19,20), el lugar donde es arrojado el Diablo durante el reino mesiánico de los mil años (entre el primer combate escatológico y la derrota definitiva del Diablo en el segundo y definitivo combate entre el Cordero y Satán). Las alas, asociados con el Diablo en la tradición posterior, no aparecen en el Nuevo Testamento. Tampoco estrictamente su color negro y la oscuridad y la tiniebla que rodea a Satanás.
Como el conflicto entre la luz y las tinieblas ocupa un puesto tan central en la teología del Nuevo Testamento, era muy fácil asociar a Satanás con la oscuridad y denominarlo el "Señor de las tinieblas". Otras capacidades, como la de metamorfosearse en lo que desee (incluida la imagen de una bellísima doncella) aparece implícitamente en el Nuevo Testamento "el diablo se metamorfosea en un ángel de luz: 2a Corintios 11,14 y continúa entre los cristianos posteriores, como lo testifican dos obras de la antigüedad tardía: Los dichos de los Padres (anónimo) y el Prado espiritual, de Juan Mosco. Aquí aparece el diablo metamorfoseándose en todo lo que quiere (bella joven, un sarraceno, monje, diversos animales, etc.) con tal de lograr sus propósitos de seducción.
A pesar de haber contribuido enormemente a la fijación de la figura del Diablo en Occidente, el Nuevo Testamento no hace apenas ninguna aportación a las nociones que lo configuran. Al estudiar los escritos judíos apocalípticos procedentes de los siglos inmediatamente anteriores a la era cristiana encontramos ya todos sus rasgos. Un examen detenido de la Vida de Adán y Eva (que hemos mencionado repetidas veces) comparándola con el conjunto de escritos cristianos primitivos arroja muy pocas, o casi ninguna diferencia. Lo que sí es mérito del Nuevo Testamento es haber transmitido esa imagen casi inmutable a generaciones posteriores hasta hoy. En el mundo cristiano desde hace veinte siglos las creencias sobre
el demonio han cambiado muy poco.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
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Los temas del curso son:
I. “El fundamento del cristianismo: la cristología o naturaleza del Salvador. Desde los inicios hasta el siglo V”.
1. Los inicios de la reflexión sobre la naturaleza del Mesías
2. La divinización completa de Jesús
II. “La naturaleza de la iglesia: desde las comunidades domésticas a la Iglesia de siglo V”.
3. Cómo surge la Iglesia. Las comunidades carismáticas
4. La decadencia de los carismas y la organización mundana de la Iglesia dentro del Imperio Romano
III. “La evolución de la jerarquía en la Iglesia. Desde los inicios hasta el siglo V”.
5. Origen y evolución del concepto de jerarquía eclesiástica
6. Acumulación de funciones. Episcopado. Patriarcado. La primacía de la Iglesia de Roma
Apéndice. Sobre el papel de las mujeres en la estructura jerárquica
IV. “La riqueza de la Iglesia a partir de la era constantiniana”.
7. Los inicios de la riqueza de la Iglesia desde la época de Constantino.
8. La consolidación de la riqueza de la Iglesia en los siglos V y VI.
V. Clase extra, “bonus”, gratis: “Viudas, mártires, evangelistas, benefactoras, diáconos, sacerdotisas… Panorama de la intervención de las mujeres en el gobierno de las primeras comunidades cristianas”.
Información sobre el costo del Curso, modo de pago, etc., temas de los que yo no me ocupo, diríjanse por favor a la Página web del Instituto “LIMUD MÉXICO”. Gracias.