Escribe Antonio Piñero
Me han enviado el siguiente texto con un comentario. Yo, a mi vez, he contestado con otro comentario:
"Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre:
—Mujer, he ahí tu hijo.
Después dijo al discípulo:
—He ahí tu madre.
Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa."
Es un silogismo básico. Según Juan había 4 personas. Y sólo 4. A saber: Su madre.; Su tía.;
Magdalena; Otra mujer. En total, 4 personas. Y sólo 4.
¿No podría ser que como la descripción, no se nombra a varón alguno, por edad solo puede ser Magdalena?
Además hay detalles como el discípulo amado se apoyaba en el pecho de Jesús que no se corresponden con los de un hombre.
Pues bien, los hechos son que había 4 personas y solamente cuatro de manera que una de las 4 tiene que ser el discípulo amado. Podrá ponerlo en masculino, en femenino o en neutro, pero había 4 personas y una tiene que ser el discípulo amado.
RESPUESTA:
En primer lugar: no veo el “silogismo básico” en eso de contar el sintagma “discípulo amado” como si fuera femenino = “otra mujer”. Es sacarse algo de la manga, o de la chistera, sin más. Véase el texto griego donde hay seis masculinos en los versículos 26-27.
Ya solo esta observación me lleva a poner en cuarentena la exégesis por parte del preguntante. Y el detalle de “apoyarse en el pecho” y de que es indiferente el masculino o el femenino del final de la pregunta los considero meramente subjetivos.
Segundo: La escena no es histórica, sino “ideal”, ficción del evangelista. El breve comentario de Gonzalo Fontana en Los libros del Nuevo Testamento, p. 1412 es el siguiente:
“A pesar de estar en la cruz, Jesús sigue al mando de la situación y hasta el último instante seguirá dando órdenes y expresando su voluntad. El episodio es históricamente inverosímil. Versículo 27 el discípulo la acogió en lo suyo: frente a los judíos, que no lo recibieron (1,11), el «discípulo amado» cumple el mandato de Jesús y acoge a su madre. Las leyendas piadosas tardías muestran al apóstol Juan como huésped de la madre de Jesús en su casa de Éfeso. Quizás se trate de alguna leyenda comunitaria perdida cuyo sentido simbólico podría querer decir que la madre queda incorporada a la nueva familia de los creyentes. Hechos (1,14) presenta a la madre de Jesús y a sus hermanos conviviendo con los discípulos en Jerusalén”
Y sobre el Discípulo amado y su significado simbólico (probablemente es una figura con una base real, pero cargada de simbolismo), puede verse mi “Guía para entender el Nuevo Testamento”, pp 395-398.
Saludos cordiales de Antonio Piñero