Hoy escribe Antonio Piñero
Conocí a Senén Vidal (profesor de Nuevo Testamento en el “Estudio Teológico Agustiniano” de Valladolid) hace muchos años, hacia 1974-75, cuando ya había yo concluido mi tesis doctoral en Heidelberg y me preparaba para iniciar un trabajo postdoctoral (que tardaría años en materializarse, la edición crítica de los Hechos apócrifos de los apóstoles, en trance de publicación con Gonzalo del Cerro. Dialogamos entonces Senén Vidal y yo acerca del tema de mi tesis, y Senén me hizo unas observaciones críticas muy juiciosas y oportunas.
Desde entonces le he venido siguiendo en sus tareas, y lo que percibí entonces sigue absolutamente vigente en sus sucesivos trabajos: una mente clara y ordenada, didáctica, muy atenta a la investigación, y a la vez con evidente deseo de presentar a sus lectores su punto de visto propio en diálogo con el estado de esa investigación.
En esta libra va el libro que presentamos ahora, que ve su segunda edición, una buena señal. Su ficha es la siguiente:
Pablo. De Tarso a Roma. Sal Terrae, Santander, 22008 (Colección “Presencia teológica” 158), 255 pp. ISBN: 978-84-293-1716-9.
El autor mismo explica: “Este libro trata de la dimensión histórica de la figura y de la misión de Pablo. Complementa así mis dos estudios anteriores: Las cartas originales de Pablo (Trotta, Madrid 1996), dedicado a la reconstrucción y el análisis de los textos paulinos, y El proyecto mesiánico de Pablo (Sígueme, Salamanca 2005), donde abordé de un modo sistemático la estructura y la trama del proyecto paulino” (p. 11).
El libro está estructurado siguiendo las tres etapas del camino histórico del Apóstol, según Vidal:
• Sus orígenes, donde se estudian las fuentes, y su valor, para reconstruir el periplo vital del Apóstol: sus cartas auténticas y los Hechos de los Apóstoles; el marco biográfico general que de estas fuentes resulta, con especial atención a la imagen que Lucas, el autor de Hechos, dibuja de Pablo.
• Su misión apostólica dependiente: aquí presta Vidal una atención muy oportuna a otros aspectos de los inicios/semimadurez de Pablo que reciben conveniente aclaración: la teología judeohelenista como transfondo del pensamiento paulino, su conflicto con la iglesia naciente, su “llamada” o revelación más su "conversión"…, las comunidades de Damasco y Antioquía a las que se incorpora Pablo, la asamblea de Jerusalén, y un estudio final, importante, sobre el lugar histórico de de Pablo en el cristianismo primitivo.
• La misión autónoma de Pablo está dividida en tres partes:
A. Sus comienzos.
Aquí reseña el autor el conflicto de Antioquía con Pedro (Gál 2), su misión en Galacia, Macedonia y Acaya, y hace un excelente análisis de 1 Tesalonicenses. No en vano, S. Vidal ha escrito un libro completo dedicado a esta carta: El primer escrito cristiano. Texto bilingüe de 1 Tesalonicenses con introducción y comentario, Sígueme, Salamanca, 2006.
• B. La madurez de Pablo.
S. Vidal explica muy pormenorizadamente la crisis de la comunidades de Galacia y la correspondencia de Pablo con los Corintios (al menos cinco cartas, deducidas del análisis crítico de las dos que han llegado hasta nosotros), la Carta a los filipenses y a Filemón.
• C. La conclusión de la vida autónoma de Pablo
Ésta acaba con la muerte del Apóstol que Vidal fija en el año 58 d.C. Aquí trata el autor cómo Pablo se reconcilió con sus cristianos de Corinto (reflejos en 2 Corintios de las cartas “perdidas” en parte, pues fragmentos de ellas se han conservado dentro de esa misma 2 Cor); la carta breve a Éfeso ( = Romanos 16), y el último escrito conservado del Apóstol, la Carta a los romanos = Rom 1-15.
Posteriormente discute muy críticamente el texto de Hch 21,27-28,31 para presentar al lector lo que cree que puede obtenerse históricamente del relato de los Hechos.
A mí me ha gustado mucho este libro. Lo veo sucinto –ni una brizna de “paja” en su texto-, denso, clarísimo, pedagógico. Aborda sin temor los problemas que presenta la visión apologética de Lucas en los Hechos, y como esta “tendencia” (“Tendenz” como término técnico) condiciona el que nosotros debamos prestar fe por entero -o no- a lo que dice Lucas en la segunda parte de su doble obra.
Personalmente me he sentido iluminado por muchas de las perspectivas que tan lisa y llanamente expone el autor…, al alcance –creo- de todos los lectores con una cultura media, sin especiales conocimientos técnicos.
Será interesante para muchos lectores el descubrimiento, quiado por la mano del autor, de glosas y añadidos en el texto de las cartas auténticas; verá también cómo no encaja en absoluto con la historia la versión tradicional, aún todavía repetida con frecuencia, de una etapa “posterior” de la vida de Pablo donde puedan encajar las Pastorales (1 2 Timoteo; Tito) y Colosenses-Efesios (¡Ojo, no la carta antes mencionada, Romanos 16) y 2 Tesalonicenses; y, por último, verá también el lector cómo si analizamos bien las cartas auténticas, resultará que de ellas obtendremos al menos 13 cartas genuinas, muchas al completo; otras, en su fragmentos más importantes.
Me hubiera gustado que –además de en otros lugares de sus libros anteriores- hubiera planteado también el autor en este libro histórico-exegético, algunos problemas históricos sobe los que pasa de puntillas. Por ejemplo, al hablar del lugar histórico de Pablo, o al final de este volumen (al menos unas palabras sobre el tema), la problemática que hemos ya comentado en este blog, a saber la gran discusión siempre viva de en qué sentido es Pablo el “fundador”, o no, del cristianismo actual,
Otro ejemplo de lo que echo en falta sería tratar si Pablo, con su teología, sólo desarrolla explícitamente una cristología implícita en Jesús o si esta tesis no se sostiene.s
Otro ejemplo: si el “banquete mesiánico” rememorado y adelantado por la comunidad (= la eucaristía de 1 Cor 11,23ss) es o no posible históricamente en la vida de Jesús o cómo debe entenderse…, en otras palabras qué hay de verdad en la institución por Jesús de la eucaristía tal como se entiende hoy, y si es ella el producto interpretativo de una revelación personal a Pablo, etc.
Aun en ausencia de discusiones de este tipo -podrían apuntarse otros temas- el libro que comentamos es magnífico y recomendable por su acumen crítico y su exposición pedagógica de lo fundamental.
Como complemento, el lector encontrará al final del volumen un croquis de la vida de Pablo, una síntesis de estructura y contenido de las cartas auténticas del Apóstol, y un mapa ilustrativo de la misión paulina.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Www.antoniopinero.com
Postdata
Ayer, lunes, 12 de octubre 2009, recibí con tristeza la noticia de la muerte de Enrique Miret Magdalena. Era toda una institución en España como ejemplo de un cristianismo leal y sincero, pero crítico y abierto a la necesaria y continua renovación de la Iglesia en cuanto a la aplicación de su doctrina en la vida real de los cristianos.
Colaboré con él en algunos eventos científicos o académicos, como cursos de verano, encuentros o ciclos de conferencias, y siempre encontré en él la comprensión hacia las posibles buenas perspectivas de posturas intelectuales que no eran la suya.
Tenía una imagen quizá idealizada de Jesús y del cristianismo primitivo, pero profundamente meditada y vivida, que le impulsaba a intentar siempre acercarse al ideal pensado. Hombre estudioso, Enrique Miret había leído prácticamente todas las fuentes importantes de la patrística primitiva y estaba al tanto de la bibliografía moderna en múltiples campos de la teología. Su memoria era excelente, y podía empedrar de múltiples citas de autores de referencia cualquier tema teológico que se estuviera tratando en su presencia.
Traslado ahora mi más sentida condolencia a su viuda, Isabel, mujer admirable, y a sus hijos, y deseo que la memoria de tantos años con él, con sus maravillosos recuerdos, les ayude a sobrellevar el peso de su ausencia.
Con un fuerte abrazo de Antonio Piñero
Conocí a Senén Vidal (profesor de Nuevo Testamento en el “Estudio Teológico Agustiniano” de Valladolid) hace muchos años, hacia 1974-75, cuando ya había yo concluido mi tesis doctoral en Heidelberg y me preparaba para iniciar un trabajo postdoctoral (que tardaría años en materializarse, la edición crítica de los Hechos apócrifos de los apóstoles, en trance de publicación con Gonzalo del Cerro. Dialogamos entonces Senén Vidal y yo acerca del tema de mi tesis, y Senén me hizo unas observaciones críticas muy juiciosas y oportunas.
Desde entonces le he venido siguiendo en sus tareas, y lo que percibí entonces sigue absolutamente vigente en sus sucesivos trabajos: una mente clara y ordenada, didáctica, muy atenta a la investigación, y a la vez con evidente deseo de presentar a sus lectores su punto de visto propio en diálogo con el estado de esa investigación.
En esta libra va el libro que presentamos ahora, que ve su segunda edición, una buena señal. Su ficha es la siguiente:
Pablo. De Tarso a Roma. Sal Terrae, Santander, 22008 (Colección “Presencia teológica” 158), 255 pp. ISBN: 978-84-293-1716-9.
El autor mismo explica: “Este libro trata de la dimensión histórica de la figura y de la misión de Pablo. Complementa así mis dos estudios anteriores: Las cartas originales de Pablo (Trotta, Madrid 1996), dedicado a la reconstrucción y el análisis de los textos paulinos, y El proyecto mesiánico de Pablo (Sígueme, Salamanca 2005), donde abordé de un modo sistemático la estructura y la trama del proyecto paulino” (p. 11).
El libro está estructurado siguiendo las tres etapas del camino histórico del Apóstol, según Vidal:
• Sus orígenes, donde se estudian las fuentes, y su valor, para reconstruir el periplo vital del Apóstol: sus cartas auténticas y los Hechos de los Apóstoles; el marco biográfico general que de estas fuentes resulta, con especial atención a la imagen que Lucas, el autor de Hechos, dibuja de Pablo.
• Su misión apostólica dependiente: aquí presta Vidal una atención muy oportuna a otros aspectos de los inicios/semimadurez de Pablo que reciben conveniente aclaración: la teología judeohelenista como transfondo del pensamiento paulino, su conflicto con la iglesia naciente, su “llamada” o revelación más su "conversión"…, las comunidades de Damasco y Antioquía a las que se incorpora Pablo, la asamblea de Jerusalén, y un estudio final, importante, sobre el lugar histórico de de Pablo en el cristianismo primitivo.
• La misión autónoma de Pablo está dividida en tres partes:
A. Sus comienzos.
Aquí reseña el autor el conflicto de Antioquía con Pedro (Gál 2), su misión en Galacia, Macedonia y Acaya, y hace un excelente análisis de 1 Tesalonicenses. No en vano, S. Vidal ha escrito un libro completo dedicado a esta carta: El primer escrito cristiano. Texto bilingüe de 1 Tesalonicenses con introducción y comentario, Sígueme, Salamanca, 2006.
• B. La madurez de Pablo.
S. Vidal explica muy pormenorizadamente la crisis de la comunidades de Galacia y la correspondencia de Pablo con los Corintios (al menos cinco cartas, deducidas del análisis crítico de las dos que han llegado hasta nosotros), la Carta a los filipenses y a Filemón.
• C. La conclusión de la vida autónoma de Pablo
Ésta acaba con la muerte del Apóstol que Vidal fija en el año 58 d.C. Aquí trata el autor cómo Pablo se reconcilió con sus cristianos de Corinto (reflejos en 2 Corintios de las cartas “perdidas” en parte, pues fragmentos de ellas se han conservado dentro de esa misma 2 Cor); la carta breve a Éfeso ( = Romanos 16), y el último escrito conservado del Apóstol, la Carta a los romanos = Rom 1-15.
Posteriormente discute muy críticamente el texto de Hch 21,27-28,31 para presentar al lector lo que cree que puede obtenerse históricamente del relato de los Hechos.
A mí me ha gustado mucho este libro. Lo veo sucinto –ni una brizna de “paja” en su texto-, denso, clarísimo, pedagógico. Aborda sin temor los problemas que presenta la visión apologética de Lucas en los Hechos, y como esta “tendencia” (“Tendenz” como término técnico) condiciona el que nosotros debamos prestar fe por entero -o no- a lo que dice Lucas en la segunda parte de su doble obra.
Personalmente me he sentido iluminado por muchas de las perspectivas que tan lisa y llanamente expone el autor…, al alcance –creo- de todos los lectores con una cultura media, sin especiales conocimientos técnicos.
Será interesante para muchos lectores el descubrimiento, quiado por la mano del autor, de glosas y añadidos en el texto de las cartas auténticas; verá también cómo no encaja en absoluto con la historia la versión tradicional, aún todavía repetida con frecuencia, de una etapa “posterior” de la vida de Pablo donde puedan encajar las Pastorales (1 2 Timoteo; Tito) y Colosenses-Efesios (¡Ojo, no la carta antes mencionada, Romanos 16) y 2 Tesalonicenses; y, por último, verá también el lector cómo si analizamos bien las cartas auténticas, resultará que de ellas obtendremos al menos 13 cartas genuinas, muchas al completo; otras, en su fragmentos más importantes.
Me hubiera gustado que –además de en otros lugares de sus libros anteriores- hubiera planteado también el autor en este libro histórico-exegético, algunos problemas históricos sobe los que pasa de puntillas. Por ejemplo, al hablar del lugar histórico de Pablo, o al final de este volumen (al menos unas palabras sobre el tema), la problemática que hemos ya comentado en este blog, a saber la gran discusión siempre viva de en qué sentido es Pablo el “fundador”, o no, del cristianismo actual,
Otro ejemplo de lo que echo en falta sería tratar si Pablo, con su teología, sólo desarrolla explícitamente una cristología implícita en Jesús o si esta tesis no se sostiene.s
Otro ejemplo: si el “banquete mesiánico” rememorado y adelantado por la comunidad (= la eucaristía de 1 Cor 11,23ss) es o no posible históricamente en la vida de Jesús o cómo debe entenderse…, en otras palabras qué hay de verdad en la institución por Jesús de la eucaristía tal como se entiende hoy, y si es ella el producto interpretativo de una revelación personal a Pablo, etc.
Aun en ausencia de discusiones de este tipo -podrían apuntarse otros temas- el libro que comentamos es magnífico y recomendable por su acumen crítico y su exposición pedagógica de lo fundamental.
Como complemento, el lector encontrará al final del volumen un croquis de la vida de Pablo, una síntesis de estructura y contenido de las cartas auténticas del Apóstol, y un mapa ilustrativo de la misión paulina.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Www.antoniopinero.com
Postdata
Ayer, lunes, 12 de octubre 2009, recibí con tristeza la noticia de la muerte de Enrique Miret Magdalena. Era toda una institución en España como ejemplo de un cristianismo leal y sincero, pero crítico y abierto a la necesaria y continua renovación de la Iglesia en cuanto a la aplicación de su doctrina en la vida real de los cristianos.
Colaboré con él en algunos eventos científicos o académicos, como cursos de verano, encuentros o ciclos de conferencias, y siempre encontré en él la comprensión hacia las posibles buenas perspectivas de posturas intelectuales que no eran la suya.
Tenía una imagen quizá idealizada de Jesús y del cristianismo primitivo, pero profundamente meditada y vivida, que le impulsaba a intentar siempre acercarse al ideal pensado. Hombre estudioso, Enrique Miret había leído prácticamente todas las fuentes importantes de la patrística primitiva y estaba al tanto de la bibliografía moderna en múltiples campos de la teología. Su memoria era excelente, y podía empedrar de múltiples citas de autores de referencia cualquier tema teológico que se estuviera tratando en su presencia.
Traslado ahora mi más sentida condolencia a su viuda, Isabel, mujer admirable, y a sus hijos, y deseo que la memoria de tantos años con él, con sus maravillosos recuerdos, les ayude a sobrellevar el peso de su ausencia.
Con un fuerte abrazo de Antonio Piñero