Publicado en El Libero de 1° de mayo 2019.
Entrevista de Mariela Herrera
Para nada pesimista es el análisis que realiza José Rodríguez Elizondo sobre el alzamiento cívico militar comenzado ayer en Venezuela, a pesar de que no generó la salida del poder de Nicolás Maduro. El abogado y académico señala: “Yo apostaría que, llegado el momento, los oficiales venezolanos de calidad mostrarán sus lealtades reales o patrióticas, con base en el interés nacional y acatando el liderazgo de Guaidó. Cuando eso suceda, los chilenos podremos sentirnos satisfechos por haberlos apoyarlos”. Y realiza un balance positivo de la estrategia que han llevado a cabo el Presidente Sebastian Piñera junto con el canciller Roberto Ampuero: “Hemos superado, en buena hora, nuestra reactividad tradicional”, apunta.
-Con el ingreso de Leopoldo López y su familia a la embajada de Chile en Caracas (a pesar de que luego se trasladaron a la sede de España), ¿cuál es la posición en la que queda Chile en este intento de alzamiento que, según la información que se maneja hasta ahora, se habría frustrado?
-De darse por frustrado el intento, no significa que el movimiento democrático de Juan Guaidó esté derrotado, ni mucho menos. Cuando por causa de dictadura la política incorpora actores de fuerza, su lógica es distinta a la de los parlamentarios que discuten proyectos de ley. Además, la historia venezolana tiene un episodio singular en esta línea. El dictador militar Marcos Pérez Jiménez fue expectorado el 23 de enero de 1958, por un movimiento liderado por la Armada, tras el supuesto fracaso de un intento similar del 1° de ese mismo mes y año. Chile, por tanto, no tiene ningún motivo para retroceder en su repudio a la dictadura de Maduro.
-Desde el primer día, la administración del Presidente Sebastián Piñera ha tenido como prioridad Venezuela. ¿Cuáles cree que debiesen ser los próximos pasos de La Moneda?
-Creo que el gobierno ha interpretado bien a los chilenos demócratas y a los que recibieron en su exilio la acogida fraterna de la democracia venezolana. Es una política activa y colectiva que tiene como base el respeto a la Carta Democrática Interamericana. Acabo de escuchar al canciller Ampuero explicando la posición del Grupo de Lima y me siento muy interpretado. Hemos superado, en buena hora, nuestra reactividad tradicional. El gobierno ha interpretado bien a los chilenos demócratas y a los que recibieron en su exilio la acogida fraterna de la democracia venezolana. Es una política activa y colectiva que tiene como base el respeto a la Carta Democrática Interamericana”.
-Se dice que hubo un apresuramiento entre las fuerzas de oposición para los movimientos de hoy. ¿Qué se debiese esperar ahora? ¿Quedan en entredicho los países -como Chile- que han presionado para el cese del régimen de Maduro?
-Es complicado actuar como crítico de cine respecto a los métodos empleados por los demócratas venezolanos, en su lucha asimétrica contra un dictador deshumanizado, ignaro y militarizado. Desde una platea eventual podría decir que se apresuraron, porque no lo derribaron de inmediato. Pero, desde una perspectiva realista, yo diría que su jornada de ayer profundizó la trizadura que existe -o debe existir- entre los militares de honor y los militares corruptos, que poco se diferencian de los sicarios.
-Ante este nuevo escenario, con líderes opositores y militares buscando refugio en embajadas, ¿se afirma Maduro en el poder? ¿O esto puede ser el comienzo de algo mayor? Y en esos dos escenarios, ¿cómo debiese actuar la cancillería chilena?
-Cuando los militares que respetan la ética de su vocación entran a definir conflictos de esta envergadura, suelen beneficiarse de la disciplina y la capacidad de simulación. Son dos factores claves de su formación profesional que les ha permitido, hasta el momento, soportar en silencio una catástrofe humanitaria y la injerencia de militares extranjeros en los temas de seguridad nacional. Pero, yo apostaría que, llegado el momento, los oficiales venezolanos de calidad mostrarán sus lealtades reales o patrióticas, con base en el interés nacional y acatando el liderazgo de Guaidó.Cuando eso suceda, los chilenos podremos sentirnos satisfechos por haberlos apoyarlos.
-Si hay consenso generalizado entre las democracias del mundo y entre los venezolanos, ¿por qué ha sido tan difícil dar el paso a una transición democrática?
-Le respondo con una contrapregunta: ¿cuándo ha sido fácil derribar a un dictador militar o militarizado?
Entrevista de Mariela Herrera
Para nada pesimista es el análisis que realiza José Rodríguez Elizondo sobre el alzamiento cívico militar comenzado ayer en Venezuela, a pesar de que no generó la salida del poder de Nicolás Maduro. El abogado y académico señala: “Yo apostaría que, llegado el momento, los oficiales venezolanos de calidad mostrarán sus lealtades reales o patrióticas, con base en el interés nacional y acatando el liderazgo de Guaidó. Cuando eso suceda, los chilenos podremos sentirnos satisfechos por haberlos apoyarlos”. Y realiza un balance positivo de la estrategia que han llevado a cabo el Presidente Sebastian Piñera junto con el canciller Roberto Ampuero: “Hemos superado, en buena hora, nuestra reactividad tradicional”, apunta.
-Con el ingreso de Leopoldo López y su familia a la embajada de Chile en Caracas (a pesar de que luego se trasladaron a la sede de España), ¿cuál es la posición en la que queda Chile en este intento de alzamiento que, según la información que se maneja hasta ahora, se habría frustrado?
-De darse por frustrado el intento, no significa que el movimiento democrático de Juan Guaidó esté derrotado, ni mucho menos. Cuando por causa de dictadura la política incorpora actores de fuerza, su lógica es distinta a la de los parlamentarios que discuten proyectos de ley. Además, la historia venezolana tiene un episodio singular en esta línea. El dictador militar Marcos Pérez Jiménez fue expectorado el 23 de enero de 1958, por un movimiento liderado por la Armada, tras el supuesto fracaso de un intento similar del 1° de ese mismo mes y año. Chile, por tanto, no tiene ningún motivo para retroceder en su repudio a la dictadura de Maduro.
-Desde el primer día, la administración del Presidente Sebastián Piñera ha tenido como prioridad Venezuela. ¿Cuáles cree que debiesen ser los próximos pasos de La Moneda?
-Creo que el gobierno ha interpretado bien a los chilenos demócratas y a los que recibieron en su exilio la acogida fraterna de la democracia venezolana. Es una política activa y colectiva que tiene como base el respeto a la Carta Democrática Interamericana. Acabo de escuchar al canciller Ampuero explicando la posición del Grupo de Lima y me siento muy interpretado. Hemos superado, en buena hora, nuestra reactividad tradicional. El gobierno ha interpretado bien a los chilenos demócratas y a los que recibieron en su exilio la acogida fraterna de la democracia venezolana. Es una política activa y colectiva que tiene como base el respeto a la Carta Democrática Interamericana”.
-Se dice que hubo un apresuramiento entre las fuerzas de oposición para los movimientos de hoy. ¿Qué se debiese esperar ahora? ¿Quedan en entredicho los países -como Chile- que han presionado para el cese del régimen de Maduro?
-Es complicado actuar como crítico de cine respecto a los métodos empleados por los demócratas venezolanos, en su lucha asimétrica contra un dictador deshumanizado, ignaro y militarizado. Desde una platea eventual podría decir que se apresuraron, porque no lo derribaron de inmediato. Pero, desde una perspectiva realista, yo diría que su jornada de ayer profundizó la trizadura que existe -o debe existir- entre los militares de honor y los militares corruptos, que poco se diferencian de los sicarios.
-Ante este nuevo escenario, con líderes opositores y militares buscando refugio en embajadas, ¿se afirma Maduro en el poder? ¿O esto puede ser el comienzo de algo mayor? Y en esos dos escenarios, ¿cómo debiese actuar la cancillería chilena?
-Cuando los militares que respetan la ética de su vocación entran a definir conflictos de esta envergadura, suelen beneficiarse de la disciplina y la capacidad de simulación. Son dos factores claves de su formación profesional que les ha permitido, hasta el momento, soportar en silencio una catástrofe humanitaria y la injerencia de militares extranjeros en los temas de seguridad nacional. Pero, yo apostaría que, llegado el momento, los oficiales venezolanos de calidad mostrarán sus lealtades reales o patrióticas, con base en el interés nacional y acatando el liderazgo de Guaidó.Cuando eso suceda, los chilenos podremos sentirnos satisfechos por haberlos apoyarlos.
-Si hay consenso generalizado entre las democracias del mundo y entre los venezolanos, ¿por qué ha sido tan difícil dar el paso a una transición democrática?
-Le respondo con una contrapregunta: ¿cuándo ha sido fácil derribar a un dictador militar o militarizado?