El destacado jurista y periodista José Rodríguez Elizondo, en artículo publicado en La Tercera, sustenta la tesis de que Alan García incurre en contradicción entre su política hacia Chile y el integracionismo aprista, el mismo que no se condiría con el nacionalismo del presidente peruano, a raíz de su rechazo enérgico a los actos de espionaje provenientes de Chile.
Rodríguez Elizondo conoce muy bien nuestro país, donde es muy considerado y respetado, pero incurre en un craso error de apreciación, al presumir que existe contradicción entre la posición nacional de condena a los actos de espionaje, expresada por el presidente García, con la sólida doctrina aprista de integración continental. Acaso pretende que, en nombre de la misma, el presidente peruano deje de denunciar y condenar un acto tan hostil como es el espionaje, sumado a la carrera armamentista de adquirir una flotilla de F-16, tanques y recientemente 600 millones de dólares en misilería ofensiva.
Él sabe que existió una estrategia pinochetista de infiltrar espías en las embajadas, así lo reconoció cuando aceptó la responsabilidad chilena por actos de espionaje en contra del Perú en 1978 en su libro Chile-Perú: el siglo que vivimos en peligro. Por lo que mal podría criticar el argumento presidencial de los rezagos de la dictadura que aún agobian al Chile de hoy, sin contradecirse a sí mismo.
La voluntad integracionista del Perú ha sido expuesta en las políticas que se ejercen desde 2006, cuando se dijo expresamente que la competencia con Chile no era militar, sino de desarrollo socioeconómico; y, en tal sentido, hemos venido acercándonos a pasos agigantados: obtención de dos calificaciones de grados de inversión y TLC con EEUU que antes solo tenía Chile; más baja inflación y mejor nivel de crecimiento económico, mejor soporte de la crisis financiera internacional, el hecho de que El Callao haya superado a Valparaíso en movimiento de carga y ser poseedores de petróleo y gas y con las posibilidades de agua y energía que tanta falta les hace en el norte chileno.
Otro aspecto sustancial de la posición peruana es la actitud unitaria de todos los sectores políticos, expresada en la reunión realizada ayer en Palacio entre el Presidente y los líderes políticos más importantes del país.
Esperamos de Chile una respuesta serena que repare la ofensa inferida y que sea consecuente con la bandera del Partido Socialista de la presidenta Bachelet, similar a la indoamericana del Aprismo.
Publicado en La República, el 19/11/2009.