El fracaso de la diplomacia vecinal durante el gobierno de Ricardo Lagos es el tema que desarrolla José Rodríguez Elizondo en su libro Las crisis vecinales durante el gobierno de Lagos, que será lanzado el 7 de junio. Sobre esa base, el escritor y ex embajador analiza los escenarios que enfrentará Bachelet con los tres vecinos.
Argentina: "La triangulación del gas importado obliga a sincerar la relación entre los mercados libres y la geopolítica. La presidenta podría dar crédito político a Kirchner, por denunciar su compromiso con la "molécula cero" de gas boliviano. También habría una negociación difícil: decidir si los consumidores chilenos asumen las alzas de precio de ese gas o si las comparten con los argentinos, para que Kirchner mantenga barato el consumo local. Más allá, podría haber una reactivación del tema "Malvinas argentinas", que obligue a encarar el tema de Punta Arenas como plataforma continental para los kelpers y el carácter de nuestra alianza estratégica con la Casa Rosada, ante el Reino Unido".
Bolivia: "El problema principal será "la forma de la mesa". Esto es, negociar cómo se van a negociar los puntos de una "agenda sin exclusiones y sin imposiciones". De partida, la buena relación de Bachelet con Kirchner y el viraje de Hugo Chávez (hoy se quiere bañar "en todas las playas del mundo") significan un alivio en la presión externa. Por otro lado, el gas y su posición geopolítica colocan a Bolivia en su mejor momento histórico, para negociar su aspiración marítima".
Perú: "El buen escenario depende del próximo presidente. Con Alan García sería posible empezar a desmontar las estructuras de conflicto. Con Ollanta Humala, esas estructuras se potenciarían. Una eventual iniciativa chilena podría inducir un principio de desbloqueo. Visto que la redelimitación marítima pretendida por Perú se vincula con la reivindicación boliviana, habría que asumir la síntesis del silogismo: una política común chileno-peruana hacia Bolivia, reconociendo que el tema no es multilateral, pero tampoco bilateral".
Publicado en Que Pasa el 27 de mayo de 2006.
Argentina: "La triangulación del gas importado obliga a sincerar la relación entre los mercados libres y la geopolítica. La presidenta podría dar crédito político a Kirchner, por denunciar su compromiso con la "molécula cero" de gas boliviano. También habría una negociación difícil: decidir si los consumidores chilenos asumen las alzas de precio de ese gas o si las comparten con los argentinos, para que Kirchner mantenga barato el consumo local. Más allá, podría haber una reactivación del tema "Malvinas argentinas", que obligue a encarar el tema de Punta Arenas como plataforma continental para los kelpers y el carácter de nuestra alianza estratégica con la Casa Rosada, ante el Reino Unido".
Bolivia: "El problema principal será "la forma de la mesa". Esto es, negociar cómo se van a negociar los puntos de una "agenda sin exclusiones y sin imposiciones". De partida, la buena relación de Bachelet con Kirchner y el viraje de Hugo Chávez (hoy se quiere bañar "en todas las playas del mundo") significan un alivio en la presión externa. Por otro lado, el gas y su posición geopolítica colocan a Bolivia en su mejor momento histórico, para negociar su aspiración marítima".
Perú: "El buen escenario depende del próximo presidente. Con Alan García sería posible empezar a desmontar las estructuras de conflicto. Con Ollanta Humala, esas estructuras se potenciarían. Una eventual iniciativa chilena podría inducir un principio de desbloqueo. Visto que la redelimitación marítima pretendida por Perú se vincula con la reivindicación boliviana, habría que asumir la síntesis del silogismo: una política común chileno-peruana hacia Bolivia, reconociendo que el tema no es multilateral, pero tampoco bilateral".
Publicado en Que Pasa el 27 de mayo de 2006.