-¿Cuáles han sido los hitos en la relación entre Chile y Bolivia en el gobierno de Sebastian Piñera?
-Hay un hito básico y pregubernamental: cuando el candidato Piñera demarcó el territorio de lo negociable, excluyendo la transferencia de soberanía a Bolivia. Ese compromiso anuló cualquier entendimiento o sospecha de oferta previa en esa línea y comenzó a cambiar la relación con el Perú. Alan García, pese a sostener que la aspiración boliviana sólo atañe a Chile, venía denunciando negociaciones bajo la mesa entre Michelle Bachelet y Evo Morales. En cuanto a puntos pendientes de la agenda, serían todos, mientras no haya anuncio oficial en contrario.
-¿Cómo analiza las revelaciones bolivianas sobre un supuesto corredor ofrecido por el gobierno de Bachelet a Evo Morales, mientras continúa entre Chile y Perú un juicio en La Haya?
-Hay una trilateralidad del tema, pues los "deseos de Bolivia" se reducen, sin eufemismo, a su voluntad constitucionalizada de asumir soberanía sobre litoral chileno, sea éste ex peruano o ex boliviano. En este contexto, que se arrastra desde la inmediata posguerra del Pacífico, la demanda marítima peruana puede ser vista como un efecto retorsivo acumulado, para castigar distintas negociaciones chileno-bolivianas sobre un corredor ariqueño. Para Bolivia sería un efecto-demostración de estrategia indirecta y exitosa, pues quieren ver a Chile no como un país demandado por cuestiones jurídicas actuales, sino como un país cuestionado por sus conquistas bélicas del pasado.
-¿Pero en específico qué le parecen los dichos del ex vicecanciller Fernández, acerca del ofrecimiento del enclave de 28 kilómetros?
-Representantes de Chile y Bolivia vienen conversando sobre corredores y enclaves desde hace más de un siglo. Pero, en diplomacia, lo conversado sólo puede ser un precedente para nuevas negociaciones, pues nada está acordado hasta que sea firmado, ratificado y protocolizado. En ese contexto, las "revelaciones" son síntoma de una profesionalización defectuosa o de una maniobra táctica. Nada que ayude a una negociación en trámite.
-Se informó que esa propuesta se entregó 2009, en un borrador y que fue paralizada luego por el Presidente Piñera por considerarlo inadecuado.
-Por lo dicho, una eventual propuesta en "borrador" no compromete al sucesor de quien la formula. Además, no veo cómo Bolivia podría conformarse con un enclave no soberano en Chile, teniendo ya uno con poco uso en Perú, desde la época de Fujimori... salvo que pretenda crear un polo geopolítico, mediante una especie de fusión molecular de enclaves transfronterizos.
-La Cancillería boliviana negó que el gobierno de Bachelet le ofreciera un enclave sin soberanía. ¿Cree que el gobierno de La Paz amolda una verdad?
-Por un lado, el "secretismo chilensis", sumado a una política exterior de Estado más bien retórica, facilita que se invoquen públicamente simples "borradores" o que se manipulen hechos y dichos producidos bajo reserva diplomática. Por otra parte, cuando la Cancillería boliviana niega lo que dice un ex vicecanciller, nos está dando un aviso hidalgo: debemos eliminar, rápido, las goteras de nuestra profesionalidad diplomática, especialmente en materia de resguardos y constancias.
-¿Cómo interpreta que el cónsul de Bolivia en Santiago pidiera en Holanda acceso a la demanda marítima de Perú contra Chile?
- El gobierno boliviano baraja la judicialización de su aspiración marítima, a imagen y semejanza del Perú, como una de sus opciones. Para ese efecto, habría una base normativa en su propia Constitución, según la cual debiera denunciar unilateralmente el Tratado con Chile de 1904, por contradecir el derecho inalienable a un acceso soberano al océano. Así, estaría creándose una doctrina según la cual la aspiración boliviana, en cuanto constitucionalizada, dejaría de ser una mera expectativa. Hasta se ha creado el oxímoron de los "derechos expectaticios".
Entrevista a José Rpdríguez Elizondo publicada en El Mercurio el 13.2.2011.
-Hay un hito básico y pregubernamental: cuando el candidato Piñera demarcó el territorio de lo negociable, excluyendo la transferencia de soberanía a Bolivia. Ese compromiso anuló cualquier entendimiento o sospecha de oferta previa en esa línea y comenzó a cambiar la relación con el Perú. Alan García, pese a sostener que la aspiración boliviana sólo atañe a Chile, venía denunciando negociaciones bajo la mesa entre Michelle Bachelet y Evo Morales. En cuanto a puntos pendientes de la agenda, serían todos, mientras no haya anuncio oficial en contrario.
-¿Cómo analiza las revelaciones bolivianas sobre un supuesto corredor ofrecido por el gobierno de Bachelet a Evo Morales, mientras continúa entre Chile y Perú un juicio en La Haya?
-Hay una trilateralidad del tema, pues los "deseos de Bolivia" se reducen, sin eufemismo, a su voluntad constitucionalizada de asumir soberanía sobre litoral chileno, sea éste ex peruano o ex boliviano. En este contexto, que se arrastra desde la inmediata posguerra del Pacífico, la demanda marítima peruana puede ser vista como un efecto retorsivo acumulado, para castigar distintas negociaciones chileno-bolivianas sobre un corredor ariqueño. Para Bolivia sería un efecto-demostración de estrategia indirecta y exitosa, pues quieren ver a Chile no como un país demandado por cuestiones jurídicas actuales, sino como un país cuestionado por sus conquistas bélicas del pasado.
-¿Pero en específico qué le parecen los dichos del ex vicecanciller Fernández, acerca del ofrecimiento del enclave de 28 kilómetros?
-Representantes de Chile y Bolivia vienen conversando sobre corredores y enclaves desde hace más de un siglo. Pero, en diplomacia, lo conversado sólo puede ser un precedente para nuevas negociaciones, pues nada está acordado hasta que sea firmado, ratificado y protocolizado. En ese contexto, las "revelaciones" son síntoma de una profesionalización defectuosa o de una maniobra táctica. Nada que ayude a una negociación en trámite.
-Se informó que esa propuesta se entregó 2009, en un borrador y que fue paralizada luego por el Presidente Piñera por considerarlo inadecuado.
-Por lo dicho, una eventual propuesta en "borrador" no compromete al sucesor de quien la formula. Además, no veo cómo Bolivia podría conformarse con un enclave no soberano en Chile, teniendo ya uno con poco uso en Perú, desde la época de Fujimori... salvo que pretenda crear un polo geopolítico, mediante una especie de fusión molecular de enclaves transfronterizos.
-La Cancillería boliviana negó que el gobierno de Bachelet le ofreciera un enclave sin soberanía. ¿Cree que el gobierno de La Paz amolda una verdad?
-Por un lado, el "secretismo chilensis", sumado a una política exterior de Estado más bien retórica, facilita que se invoquen públicamente simples "borradores" o que se manipulen hechos y dichos producidos bajo reserva diplomática. Por otra parte, cuando la Cancillería boliviana niega lo que dice un ex vicecanciller, nos está dando un aviso hidalgo: debemos eliminar, rápido, las goteras de nuestra profesionalidad diplomática, especialmente en materia de resguardos y constancias.
-¿Cómo interpreta que el cónsul de Bolivia en Santiago pidiera en Holanda acceso a la demanda marítima de Perú contra Chile?
- El gobierno boliviano baraja la judicialización de su aspiración marítima, a imagen y semejanza del Perú, como una de sus opciones. Para ese efecto, habría una base normativa en su propia Constitución, según la cual debiera denunciar unilateralmente el Tratado con Chile de 1904, por contradecir el derecho inalienable a un acceso soberano al océano. Así, estaría creándose una doctrina según la cual la aspiración boliviana, en cuanto constitucionalizada, dejaría de ser una mera expectativa. Hasta se ha creado el oxímoron de los "derechos expectaticios".
Entrevista a José Rpdríguez Elizondo publicada en El Mercurio el 13.2.2011.