El anterior artículo constituía el pórtico para el ingreso en las causas del advenimiento de lo que hemos dado en llamar posthumanidad. Y ese advenimiento parece inevitable ya que el estado general por el que atraviesa hoy la humanidad y su casa, esto es la Tierra, es de agotamiento. Con esto no quiero decir que vaya a desaparecer el genero Homo, en absoluto, pero tal vez si lo haga nuestra humanidad tal y como hoy la conocemos. Lo que quiero decir es que tras la puntuación, previsible por los signos evidentes que hoy aparecen en nuestra maltratada Gaia y por el desmesurado poder de los humanos codiciosos, el Homo Sapiens y otras muchas especies serán diferentes o incluso no serán. En el caso humano, la supervivencia de los más aptos, estará relacionada con la previsión para adaptarse a nuevos entornos y con la valentía de recurrir al auxilio de nuevas realidades tecnocientíficas, muchas ya existentes hoy, para sobrevivir de otro modo más evolucionado.
La segunda entrega de esta serie de artículos sobre el futuro de la humanidad se ha publicado en Tendencias21. Leer el artículo en Tendencias21
La segunda entrega de esta serie de artículos sobre el futuro de la humanidad se ha publicado en Tendencias21. Leer el artículo en Tendencias21