Imagen: peasap. Fuente: Flickr.
El daltonismo es un defecto genético que impide la diferenciación de ciertos colores. Afecta a uno de cada diez hombres y a una de cada doscientas mujeres. Muchos daltónicos nisiquiera saben que los son, otros lo descubren cuando postulan para trabajos en los que la percepción visual es vital, tales como piloto de avión o controlador aéreo. ¿A qué se debe este trastorno?
La retina del ojo humano presenta dos tipos de celulas para la captación de la luz: bastones y conos. Los bastones perciben "los grises" de la escena. Los conos se encargan de capturar el color, y hay tres tipos diferentes dependiendo de los componentes de color que perciben: rojo, verde o azul.
La persona daltónica percibe los colores de forma distinta debido a problemas en sus conos. En consecuencia, pueden sufrir hasta una percepción del color nula, y ver tan solo en escala de grises (acromático). Este tipo de daltonismo es poco frecuente. Es más común, entre los daltónicos, los problemas a la hora de percibir determinados colores. Cuando la dolencia no es muy grave, a veces se manifiesta tan solo para colores muy concretos y en condiciones de baja iluminación.
Podemos encontrar un test de daltonismo bastante completo en la web de una de las empresas que propone el uso de gafas como solución, y de las que vamos a hablar a continuación.
Gafas que mejoran la percepción del color
Actualmente, dos son las empresas que trabajan en gafas para corregir la percepción visual del daltónico: EnChroma y colormax. Están desarrollando en concreto unas gafas que incrementan la luz entrante en el ojo para los colores que la persona peor percibe. Cabe destacar que esta solución no funcionaría en el caso de daltonismo acromático pero, en la mayoría de los casos de daltonismo, existen conos de rojo, verde y azul y, simplemente, alguno de estos tipos es escaso o menos sensible.
El descubrimiento de esta posibilidad fue casual. Don McPherson, uno de los desarrolladores de estas gafas para EnChroma, trabajaba en el desarollo de una gafas de protección para los médicos que llevan a cabo operaciones quirúrgicas usando tecnología laser. Un amigo suyo probó un prototipo y se dio cuenta de que su percepción del color mejoraba, este amigo era daltónico. A partir de ahí McPheson desarrolló la idea de crear unas gafas para daltónicos.
La retina del ojo humano presenta dos tipos de celulas para la captación de la luz: bastones y conos. Los bastones perciben "los grises" de la escena. Los conos se encargan de capturar el color, y hay tres tipos diferentes dependiendo de los componentes de color que perciben: rojo, verde o azul.
La persona daltónica percibe los colores de forma distinta debido a problemas en sus conos. En consecuencia, pueden sufrir hasta una percepción del color nula, y ver tan solo en escala de grises (acromático). Este tipo de daltonismo es poco frecuente. Es más común, entre los daltónicos, los problemas a la hora de percibir determinados colores. Cuando la dolencia no es muy grave, a veces se manifiesta tan solo para colores muy concretos y en condiciones de baja iluminación.
Podemos encontrar un test de daltonismo bastante completo en la web de una de las empresas que propone el uso de gafas como solución, y de las que vamos a hablar a continuación.
Gafas que mejoran la percepción del color
Actualmente, dos son las empresas que trabajan en gafas para corregir la percepción visual del daltónico: EnChroma y colormax. Están desarrollando en concreto unas gafas que incrementan la luz entrante en el ojo para los colores que la persona peor percibe. Cabe destacar que esta solución no funcionaría en el caso de daltonismo acromático pero, en la mayoría de los casos de daltonismo, existen conos de rojo, verde y azul y, simplemente, alguno de estos tipos es escaso o menos sensible.
El descubrimiento de esta posibilidad fue casual. Don McPherson, uno de los desarrolladores de estas gafas para EnChroma, trabajaba en el desarollo de una gafas de protección para los médicos que llevan a cabo operaciones quirúrgicas usando tecnología laser. Un amigo suyo probó un prototipo y se dio cuenta de que su percepción del color mejoraba, este amigo era daltónico. A partir de ahí McPheson desarrolló la idea de crear unas gafas para daltónicos.
Terapias genéticas
Por otra parte, la compañía Adverum Biotechnologies y la Universidad de Washington en Seattle (EEUU) están trabajando en los primeros experimentos sobre humanos para la curación del daltonismo, que se planean para el próximo año.
El fundador de la empresa, Thomas Chalberg, asegura que la experimentación genética en el ojo es plausible y segura, ya que el ojo es un órgano muy diferenciado de su entorno, por lo que "lo que pasa en el ojo, se queda en el ojo". Su tratamiento consiste en reprogramar genéticamente los conos de la retina.
En 2009, Chalberg y su equipo llevaron a cabo experimentos en monos inicialmente daltónicos, con esta terapia genética. Tras aplicarla, los animales fueron sometidos a un reto en la que eran premiados con zumo cada vez que acertaban a identificar un circulo con un color problemático.
Durante los primeros cinco meses, nada mejoró. Pero, a partir de entonces, los monos comenzaron a acertar siempre. Sus cerebros tardaron en aprender a gestionar la información que recibían de sus nuevos conos, pero finalmente superaron su daltonismo. Los investigadores trabajan ahora por convertir estos resultados preliminares en una terapia real para humanos.
Por otra parte, la compañía Adverum Biotechnologies y la Universidad de Washington en Seattle (EEUU) están trabajando en los primeros experimentos sobre humanos para la curación del daltonismo, que se planean para el próximo año.
El fundador de la empresa, Thomas Chalberg, asegura que la experimentación genética en el ojo es plausible y segura, ya que el ojo es un órgano muy diferenciado de su entorno, por lo que "lo que pasa en el ojo, se queda en el ojo". Su tratamiento consiste en reprogramar genéticamente los conos de la retina.
En 2009, Chalberg y su equipo llevaron a cabo experimentos en monos inicialmente daltónicos, con esta terapia genética. Tras aplicarla, los animales fueron sometidos a un reto en la que eran premiados con zumo cada vez que acertaban a identificar un circulo con un color problemático.
Durante los primeros cinco meses, nada mejoró. Pero, a partir de entonces, los monos comenzaron a acertar siempre. Sus cerebros tardaron en aprender a gestionar la información que recibían de sus nuevos conos, pero finalmente superaron su daltonismo. Los investigadores trabajan ahora por convertir estos resultados preliminares en una terapia real para humanos.