Energy Ball instalada en un aeropuerto. Foto: Home Energy.
Un nuevo diseño de molino de viento puede impulsar el uso de esta energía a nivel doméstico. Su aspecto es como el de una batidora, gira más silenciosamente y a una velocidad menor que las tradicionales turbinas dotadas de palas.
Los grandes molinos de viento convencionales obtienen la mayor parte de su fuerza de giro en los extremos de las palas, que cortan perpendicularmente el aire, causando el zumbido que los habitantes de zonas colindantes a estos mastodontes tachan de molesto.
El diseño de este molino ha sido idea de la empresa Home Energy Internacional. Lo han llamado “Energy Ball” (Bola de Energía), y se diferencia de otros diseños en que tiene seis rotores curvos unidos por los extremos, formando una especie de esfera. De este modo, se mueve el paralelo al viento y es esto, justamente, lo que lo hace tan silencioso.
“Una turbina tan pequeña tiene que ser silenciosa, sino sería muy molesta para una comunidad”, comenta Eric Aurik, director de marketing de Home Energy, a Fox News. El sonido emitido por la Energy Ball es siempre menor que el sonido del viento.
Otra de sus características, según la empresa, es que necesita muy poco viento para ponerse en marcha, lo que hace que sus momentos de parada sean escasos. Si la velocidad del viento baja a unos exiguos 2 metros por segundo, la turbina sigue funcionando, cuando una turbina normal necesita por lo menos el doble de velocidad.
Efecto Venturi
Esta no ha sido la única turbina con forma de batidora de huevos. La turbina Darrieus también adoptaba esta forma. Se trata de una turbina de eje vertical que debe su nombre al ingeniero francés Georges Darrieus, quien patentó el diseño en 1931 (fue producida por la compañía estadounidense FloWind, que quebró en 1997). La máquina Darrieus se caracteriza por sus palas en forma de C, que es lo que le hacen asemejarse a una batidora.
A diferencia de la Darrieus, la Energy Ball tiene su eje horizontal y usa para su funcionamiento un efecto físico diferente, el efecto Venturi. Este efecto consiste en que la corriente de un fluido dentro de un conducto cerrado disminuye la presión del fluido al aumentar la velocidad cuando pasa por una zona de sección menor. Si en este punto del conducto se introduce el extremo de otro conducto, se produce una aspiración del fluido contenido en este segundo conducto.
El diseño de la Energy Ball dificulta el flujo de viento, causando un descenso de la presión dentro de la bola. Esto aspira el viento que sopla alrededor de la bola y ayuda a que giren las aspas del rotor.
Debido a esta acción de aspirado, las turbinas basadas en el efecto Venturi aprovechan más viento y son un 40% más eficientes que una turbina convencional del mismo diámetro, según una investigación llevada a cabo por la Universidad Técnica de Delft, en Holanda.
Los ingenieros de esta universidad también están probando sistemas alternativos para obtener energía del viento. Junto a las empresas Royal Dutch Shell and Nederlandse Gasunie, está trabajando en un sistema de cometas con alas y timones. La idea sería desplegar un cable con varias de estas cometas, que además conduciría la energía. Sus responsables aseguran que su construcción resultaría más sencilla y económica que las turbinas convencionales, aunque reconocen que el mayor desafío supone su control.
Varios modelos
En la actualidad, la Energy Ball se vende en dos tamaños: 1 y 2 metros de diámetro. La idea es que puedan ser instadas fácilmente en un mástil o en un tejado. Su coste oscila entre los 3.500 y los 7.000 dólares, sin incluir su instalación.
Según la empresa que los fabrica, en lugares en los que el viento sopla relativamente fuerte (unos 7 metros por segundo) una bola de 1 metro de diámetro genera más de 500 kW hora por año, mientras que si la bola es de dos metros, esa cifra sube hasta los 1.750. Esa energía es un buen complemento para un hogar. Se calcula que una casa usa 11.000 kW hora por año como media.
Hay varios condicionantes para poder instalar una Energy Ball, tales como que esté situada por lo menos 12 metros sobre el suelo y lejos de árboles o edificios que bloqueen el paso del viento.
“Ha despertado un montón de interés”, comenta Aurik. “A todo el mundo el gusta el diseño, casi parece una pieza de arte”.
Los grandes molinos de viento convencionales obtienen la mayor parte de su fuerza de giro en los extremos de las palas, que cortan perpendicularmente el aire, causando el zumbido que los habitantes de zonas colindantes a estos mastodontes tachan de molesto.
El diseño de este molino ha sido idea de la empresa Home Energy Internacional. Lo han llamado “Energy Ball” (Bola de Energía), y se diferencia de otros diseños en que tiene seis rotores curvos unidos por los extremos, formando una especie de esfera. De este modo, se mueve el paralelo al viento y es esto, justamente, lo que lo hace tan silencioso.
“Una turbina tan pequeña tiene que ser silenciosa, sino sería muy molesta para una comunidad”, comenta Eric Aurik, director de marketing de Home Energy, a Fox News. El sonido emitido por la Energy Ball es siempre menor que el sonido del viento.
Otra de sus características, según la empresa, es que necesita muy poco viento para ponerse en marcha, lo que hace que sus momentos de parada sean escasos. Si la velocidad del viento baja a unos exiguos 2 metros por segundo, la turbina sigue funcionando, cuando una turbina normal necesita por lo menos el doble de velocidad.
Efecto Venturi
Esta no ha sido la única turbina con forma de batidora de huevos. La turbina Darrieus también adoptaba esta forma. Se trata de una turbina de eje vertical que debe su nombre al ingeniero francés Georges Darrieus, quien patentó el diseño en 1931 (fue producida por la compañía estadounidense FloWind, que quebró en 1997). La máquina Darrieus se caracteriza por sus palas en forma de C, que es lo que le hacen asemejarse a una batidora.
A diferencia de la Darrieus, la Energy Ball tiene su eje horizontal y usa para su funcionamiento un efecto físico diferente, el efecto Venturi. Este efecto consiste en que la corriente de un fluido dentro de un conducto cerrado disminuye la presión del fluido al aumentar la velocidad cuando pasa por una zona de sección menor. Si en este punto del conducto se introduce el extremo de otro conducto, se produce una aspiración del fluido contenido en este segundo conducto.
El diseño de la Energy Ball dificulta el flujo de viento, causando un descenso de la presión dentro de la bola. Esto aspira el viento que sopla alrededor de la bola y ayuda a que giren las aspas del rotor.
Debido a esta acción de aspirado, las turbinas basadas en el efecto Venturi aprovechan más viento y son un 40% más eficientes que una turbina convencional del mismo diámetro, según una investigación llevada a cabo por la Universidad Técnica de Delft, en Holanda.
Los ingenieros de esta universidad también están probando sistemas alternativos para obtener energía del viento. Junto a las empresas Royal Dutch Shell and Nederlandse Gasunie, está trabajando en un sistema de cometas con alas y timones. La idea sería desplegar un cable con varias de estas cometas, que además conduciría la energía. Sus responsables aseguran que su construcción resultaría más sencilla y económica que las turbinas convencionales, aunque reconocen que el mayor desafío supone su control.
Varios modelos
En la actualidad, la Energy Ball se vende en dos tamaños: 1 y 2 metros de diámetro. La idea es que puedan ser instadas fácilmente en un mástil o en un tejado. Su coste oscila entre los 3.500 y los 7.000 dólares, sin incluir su instalación.
Según la empresa que los fabrica, en lugares en los que el viento sopla relativamente fuerte (unos 7 metros por segundo) una bola de 1 metro de diámetro genera más de 500 kW hora por año, mientras que si la bola es de dos metros, esa cifra sube hasta los 1.750. Esa energía es un buen complemento para un hogar. Se calcula que una casa usa 11.000 kW hora por año como media.
Hay varios condicionantes para poder instalar una Energy Ball, tales como que esté situada por lo menos 12 metros sobre el suelo y lejos de árboles o edificios que bloqueen el paso del viento.
“Ha despertado un montón de interés”, comenta Aurik. “A todo el mundo el gusta el diseño, casi parece una pieza de arte”.