Una posible erupción volcánica pondría de nuevo en jaque a Europa

A pesar de todo, el Cielo Único Europeo sigue retrasándose y condicionando la seguridad aérea


La posibilidad de una nueva catástrofe fruto de otra erupción volcánica acecha Europa, tal y como ha demostrado un simulacro reciente de erupción del volcán islandés Grimsvötn, y reabre la caja de los truenos. AEA, una vez más, arremete contra las autoridades europeas afirmando graves retrasos en la consolidación del sistema del cielo único europeo que comprometen la seguridad aérea europea. Kallas, comisario europeo de transporte, defiende el trabajo hecho y considera que a finales del próximo año la implantación será bastante definitiva. Por Juan R. Coca.


Juan R. Coca
19/04/2011

Volcán Grimsvötn. Fuente: Wikipedia
El Cielo Único es una de las grandes medidas transnacionales europeas con grandes posibilidades en eficiencia energética, en seguridad y en gestión del tráfico aéreo. Las ventajas son múltiples y la necesidad de implantación no alberga dudas. El problema es que parece que la Unión Europea no da el empujón definitivo para que este sistema se implante. Esto hace que todas las ventajas mencionadas se vean condenadas a esperar un apoyo decidido al sistema.

Uno de los graves problemas que supone esperar tanto al establecimiento definitivo del Cielo Único proviene de la situación de inseguridad y descoordinación que podría producirse en el espacio aéreo europeo de suceder una catástrofe de grandes magnitudes. En este contexto, Der Spiegel y The Economist se han hecho eco de un simulacro que se ha realizado a nivel europeo ante los signos de actividad que ha dado en Islandia el volcán Grimsvötn. El simulacro ha analizado los sistemas de predicción informática que han sido desarrollados para, así, evaluar la situación de riesgo en el que se encuentra el cielo europeo.

Los expertos que han participado en el simulacro han establecido tres áreas de contaminación por cenizas volcánicas: baja, donde se pueden encontrar concentraciones iguales o inferiores a 2x10-3g/m3; media, con concentraciones iguales o superiores a 4x10-3g/m3; y alta, concentraciones iguales o superiores a 4x10-3g/m3. En función de la concentración de ceniza ambiental, las medidas tomadas serán diferentes. De hecho, se prevé que las aeronaves puedan estar operativas a niveles de contaminación baja.

No obstante, los datos completos sobre la evaluación predictiva de los riesgos inherentes a una situación de conflicto semejante a la ocurrida hace un año con la erupción del volcán Eyjafjalla se conocerán en junio. Pese a que la información final del simulacro no se conocerá hasta entonces, se ha logrado saber que, por desgracia para los usuarios y según Der Spiegel, el cielo europeo no está exento de riesgos de caos y paralización; conclusión que no comparten en The Economist. Parte de la culpa de esto proviene del exceso de demora que está acumulando la aplicación del sistema del cielo único europeo.

Seguridad o inseguridad aérea

Cuando el volcán Eyjafjalla erupcionó en Islandia generó una nube densa tan grande que paralizó y cerró buena parte del espacio aéreo europeo. Esto trajo consigo la cancelación de unos 100.000 vuelos, y pérdidas económicas en las aerolíneas de más de 1,3 mil millones de euros y efectos sistémicos que afectaron desde a los agricultores keniatas hasta a los proveedores coreanos.

Ante la posibilidad de que una situación semejante ocasionada por el volcán Grimsvötn (que está en actividad) y que, según informa David Böcking, el geofísico Bernd Zimanowski considera que en él se producirá, de manera inevitable, una auténtica erupción ¿podemos afirmar que existe una mayor seguridad en el cielo europeo?

La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla como pueda parecer. El propio David Böcking afirma en Presseurop, que la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) considera que en Europa se sufrirá un nuevo desastre por contaminación de repetirse una situación semejante a la vivida anteriormente. En este sentido, dice Böcking, un portavoz de esta organización ha afirmado que Eurocontrol será un “chismorreo burocrático a nivel supranacional”.

Sr. Kallas (izq) y Sr. Schulte-Strathaus (der). Fuente: Comisión Europea
En línea con esto último, el ocho de marzo, la AEA hizo pública una nota de prensa en la que D. Ulrich Schulte-Strathaus, Secretario General de esta organización, hacía un llamamiento para que los Estados miembros diesen los pasos y aplicasen las medidas necesarias para que no hubiese más retrasos en la consecución del Cielo Único Europeo. En este sentido afirmaba: “No podemos entender ninguna justificación para tratar de diluir y retrasar los esfuerzos para mejorar la competitividad europea”.

No obstante, es innegable que las autoridades competentes han mejorado el sistema de evaluación de riesgos y el control del espacio aéreo europeo.

De hecho, Siim Kallas, Comisario Europeo de Transportes, considera, según Iewy News, que los intensos esfuerzos realizados en el último año han permitido mejorar la planificación de una situación de crisis y de los sistemas. Además, Kallas también considera que ha habido un avance muy significativo para acelerar el cielo único europeo.

Críticas y logros

Como hemos visto antes, la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) abandera una posición muy crítica ante las medidas tomadas por las autoridades europeas. De hecho, según Presseurop, el proyecto de armonización del cielo europeo podría haber sido útil, pero su aplicación sigue posponiéndose desde hace años. De momento, afirman, tan sólo existen tres zonas aéreas europeas, mientras que el resto debería haberse definido a finales de 2012, según la Comisión.

No obstante, desde la propia Comisión se considera que se han establecido una serie de estándares de eficiencia para la gestión del tráfico, los niveles de retrasos en los vuelos, las normas de seguridad e impacto ambiental. Estas normas, que son el esqueleto fundamental del sistema de cielo único europeo, fueron un importante paso adelante hacia el establecimiento del cielo único europeo.

Además, la creación de tres bloques funcionales (FAB) en el cielo europeo también es vista de manera positiva, al contrario de la AEA, ya que éstos se han establecido sobre la base de acuerdos intergubernamentales. Los FAB actuales son: Reino Unido / Irlanda, Dinamarca / Suecia, y el conocido como FABEC (Francia, Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos, Bélgica, Suiza). Para la Comisión, el calendario para el establecimiento de los nueve FAB restantes está en marcha, y los objetivos se cumplen en gran medida.

Desde Europa, también se transmite la impresión de que el desarrollo de una plataforma tecnológica para el CUE (SESAR) ha sido un gran logro. Recuérdese que SESAR es el brazo tecnológico del Cielo Único europeo. No obstante, como hemos informado el 22 de marzo, la situación económica de SESAR también está siendo puesta en cuestión desde ATC Global.

Progresos tecnológicos

Toda esta situación sobre la que estamos hablando puede generar cierta incertidumbre en el sector que, para minimizar el impacto de una erupción volcánica semejante a las del año pasado, se ha unido en el proceso de simulación al que hemos hecho mención. De hecho, en ella han participado la Comisión Europea, Eurocontrol, las autoridades nacionales de control aéreo, así como 70 compañías aéreas.

Los datos obtenidos permitirán implementar los sistemas de gestión y mejorar las tecnologías puestas en juego. Algo semejante fue llevado a cabo el año pasado aunque entonces sólo participaron dos compañías, frente a las 70 de la actualidad. Además, según Ian Lisk, de la oficina meteorológica del Reino Unido (Met Office), un nuevo radar situado en Islandia permitirá mejorar los sistemas de predicción. Por último, la Met Office tiene una aeronave de contingencia equipada para estudiar la ceniza volcánica, y que podría recabar datos siempre que se necesite.



Juan R. Coca
Artículo leído 4972 veces



Más contenidos