Una nueva silla de seguridad recuerda al conductor que viaja un bebé a bordo

La tecnología alerta mediante sonidos para evitar dejarlos olvidados en el coche


Cada nueve días muere un niño por insolación abandonado dentro de un vehículo. Para tratar de evitarlo, la empresa líder mundial en productos para bebés, Evenflo, ha diseñado una silla de seguridad que alerta al conductor de que hay un pequeño dentro al llegar al destino, o si el asiento se desabrocha durante el trayecto. Para ello dispone de un pequeño sensor inteligente en el cinturón del asiento, conectado a un receptor inalámbrico que se comunica con el conductor mediante sonidos. Por Patricia Pérez.


Patricia Pérez Corrales
12/08/2015

Fuente: Evenflo
Cada verano se repiten los casos de niños que fallecen en coches como consecuencia de las altas temperaturas que pueden alcanzar cuando están estacionados. Las cifras son destacables en Estados Unidos, y aunque en Europa son menores, también se producen sucesos similares para los que la prevención es el único arma. En la mayoría de las ocasiones se trata de pequeños de entre 1 y 5 años, olvidados en su silla de seguridad en el asiento trasero del automóvil.

Aunque la mayoría de los padres piensan que esto nunca podría sucederles a ellos o a su familia, lo cierto es que se siguen perdiendo vidas. Según la fundación KidsAndCars, la principal organización estadounidense dedicada a la seguridad infantil en vehículos de motor, los motivos pueden ser múltiples, desde el olvido dentro por confusión, la simple negligencia o que de alguna manera accedan al coche por su cuenta.

Para tratar de prevenir un fatal desenlace, Evenflo, la firma líder mundial en productos para bebés, ha recurrido a la tecnología, diseñando un nuevo asiento que alerta al conductor del bebé a bordo. Se trata del Advanced SensorSAFE Embrace DLX, un producto que han creado como “una responsabilidad social, para ofrecer a padres y cuidadores la oportunidad de ayudar a prevenir que estas tragedias ocurran", según explica la marca en su web.

Al igual que los nuevos vehículos informan al conductor con un leve sonido si algún pasajero ha olvidado abrocharse el cinturón, si ha dejado las luces encendidas, o si la presión de las ruedas es baja, el nuevo sistema de seguridad infantil adopta un mecanismo similar.

Tecnología

El sistema es sencillo. Como recoge un artículo publicado en la revista online Phys, por un lado la silla se abrocha con un pequeño sensor inteligente a la altura del pecho, conectado a un receptor inalámbrico que se comunica con el conductor mediante una serie de tonos discretos. El dispositivo avisa al conductor de que hay un bebé en el coche al llegar al destino, y también le alerta si el asiento se desabrocha durante el trayecto.

El receptor se conecta al sistema de diagnóstico a bordo del vehículo (puerto OBD). El sensor del pecho transmite señales de potencia extremadamente breve y baja, no más fuertes que las que produce el mando a distancia al abrir. "Son tan breves que el tiempo de transmisión total en dos horas de conducción es menor a un segundo", señala Evenflo.

Una vez que se abrocha el sistema de seguridad del niño y el coche comienza a andar, se establece un enlace electrónico. Cuando el conductor apaga el motor, el sensor activa el sonido de alerta, con tonos suaves, para recordar al conductor que hay un bebé a bordo. Durante el periodo de prueba, los investigadores examinaron los sonidos para evitar coincidencias o una posible confusión con otros tonos del coche o del teléfono.

La compañía asegura que la tecnología SensorSAFE no interfiere en el funcionamiento del coche ni en otros dispositivos. Únicamente alerta de que el producto contiene imanes, por lo que aconseja consultar previamente al médico de familia acerca de su compatibilidad con marcapasos o dispositivos similares.

Consumo

El receptor utiliza el puerto OBD para mantener el contacto con el sensor de la silla y para determinar si el vehículo está encendido o apagado. Sin embargo, apenas influye en el consumo de batería, ya que utiliza una pequeña cantidad de energía, la misma que se necesita por ejemplo para que funcione el reloj del cuadro de mando.

Asimismo, el sensor funciona con una batería que, según la compañía, debería durar toda la vida útil de la silla, aunque puede enviar una alerta en caso de que estuviera baja. En este caso avisaría cuando la silla está abrochada, transmitiendo un sonido diferente al de los tonos que se escuchan cuando se activa el sistema. En caso de que se abrochara accidentalmente sin estar en uso, el sensor se apagaría automáticamente a las 12 horas.

De momento la tecnología sólo es compatible con vehículos diésel o gasolina a partir de 2008 comprados en EEUU o Canadá. Está disponible desde este mes en exclusiva durante un año en Walmart, grandes almacenes con presencia en 15 países, entre los que España no está incluida. El precio de salida no llega a los 150 dólares, unos 136 euros, por lo que se asemeja a otros modelos del mercado.



Patricia Pérez Corrales
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