Johan Auwerx, con una granada. Imagen: Alain Herzog. Fuente: EPFL.
Las granadas han demostrado su potencial anti-envejecimiento: las bacterias intestinales transforman una molécula contenida en la fruta con resultados espectaculares. Aunque las pruebas en humanos están todavía en curso, científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza) ya han publicado los prometedores resultados iniciales de estudios en animales en la revista Nature Medicine.
¿Son la granadas realmente la supercomida que contrarrestará el proceso de envejecimiento? Hasta ahora, las pruebas científicas han sido bastante débiles. Y algunas controvertidas tácticas de marketing han llevado también al escepticismo.
Un equipo de científicos de la EPFL y la compañía Amazentis quería explorar la cuestión echando un vistazo más cercano a los secretos de esta rolliza fruta de color rosa. Descubrieron que una molécula de las granadas, transformada por los microorganismos del intestino, permite a las células musculares protegerse contra una de las principales causas del envejecimiento.
En los nematodos y roedores, el efecto es poco menos que "increíble", dice la nota de prensa de la EPFL.
A medida que envejecemos, nuestras células tienen que esforzarse cada vez más para reciclar sus centrales energéticas, las mitocondrias. Estos compartimentos internos ya no son capaces de llevar a cabo su función vital, y se acumulan en la célula. Esta degradación afecta la salud de muchos tejidos, incluyendo los músculos, que se debilitan gradualmente a lo largo de los años.
También se sospecha que la acumulación de mitocondrias disfuncionales también juega un papel en otras enfermedades del envejecimiento, tales como la enfermedad de Parkinson.
Los científicos identificaron una molécula que, por sí misma, logró restablecer la capacidad de la célula para reciclar los componentes de las mitocondrias defectuosas: la urolitina A. "Es la única molécula conocida que puede relanzar el proceso de limpieza mitocondrial, también conocido como mitofagia", dice Patrick Aebischer, co-autor del estudio. "Es una sustancia completamente natural, y su efecto es potente y medible."
El equipo comenzó ensayando su hipótesis sobre el sospechoso habitual: el nematodo C. elegans. Es uno de los sujetos de prueba favoritos entre los expertos en envejecimiento, ya que en sólo 8-10 días ya se consideran ancianos. La esperanza de vida de los gusanos expuestos a urolitina A aumenta más de un 45% en comparación con el grupo control.
Estos alentadores resultados iniciales llevaron al equipo a poner a prueba la molécula en animales que tienen más en común con los humanos. En los estudios con roedores, como con C. elegans, se observó una reducción significativa en el número de mitocondrias, lo que indica que se estaba produciendo un sólido proceso de reciclaje de las células. Los ratones más viejos, de alrededor de dos años de edad, mostraron un 42% más de resistencia al correr que los ratones viejos del grupo de control.
¿Son la granadas realmente la supercomida que contrarrestará el proceso de envejecimiento? Hasta ahora, las pruebas científicas han sido bastante débiles. Y algunas controvertidas tácticas de marketing han llevado también al escepticismo.
Un equipo de científicos de la EPFL y la compañía Amazentis quería explorar la cuestión echando un vistazo más cercano a los secretos de esta rolliza fruta de color rosa. Descubrieron que una molécula de las granadas, transformada por los microorganismos del intestino, permite a las células musculares protegerse contra una de las principales causas del envejecimiento.
En los nematodos y roedores, el efecto es poco menos que "increíble", dice la nota de prensa de la EPFL.
A medida que envejecemos, nuestras células tienen que esforzarse cada vez más para reciclar sus centrales energéticas, las mitocondrias. Estos compartimentos internos ya no son capaces de llevar a cabo su función vital, y se acumulan en la célula. Esta degradación afecta la salud de muchos tejidos, incluyendo los músculos, que se debilitan gradualmente a lo largo de los años.
También se sospecha que la acumulación de mitocondrias disfuncionales también juega un papel en otras enfermedades del envejecimiento, tales como la enfermedad de Parkinson.
Los científicos identificaron una molécula que, por sí misma, logró restablecer la capacidad de la célula para reciclar los componentes de las mitocondrias defectuosas: la urolitina A. "Es la única molécula conocida que puede relanzar el proceso de limpieza mitocondrial, también conocido como mitofagia", dice Patrick Aebischer, co-autor del estudio. "Es una sustancia completamente natural, y su efecto es potente y medible."
El equipo comenzó ensayando su hipótesis sobre el sospechoso habitual: el nematodo C. elegans. Es uno de los sujetos de prueba favoritos entre los expertos en envejecimiento, ya que en sólo 8-10 días ya se consideran ancianos. La esperanza de vida de los gusanos expuestos a urolitina A aumenta más de un 45% en comparación con el grupo control.
Estos alentadores resultados iniciales llevaron al equipo a poner a prueba la molécula en animales que tienen más en común con los humanos. En los estudios con roedores, como con C. elegans, se observó una reducción significativa en el número de mitocondrias, lo que indica que se estaba produciendo un sólido proceso de reciclaje de las células. Los ratones más viejos, de alrededor de dos años de edad, mostraron un 42% más de resistencia al correr que los ratones viejos del grupo de control.
Pruebas en humanos
Antes de salir a abastecerse de granadas, dice la nota, vale la pena señalar que el fruto por sí mismo no contiene la molécula milagro, sino más bien su precursor. Esa molécula la convierten en urolitina A los microbios que habitan en el intestino.
Debido a esto, la cantidad de urolitina A producida puede variar ampliamente, dependiendo de la especie animal y la flora presente en el microbioma intestinal. Algunas personas no producen ninguna en absoluto. Si usted es uno de los desafortunados, es posible que el jugo de granada no le haga ningún bien.
Para los que no tienen los microbios adecuados en sus intestinos, sin embargo, los científicos ya están trabajando en una solución. Los co-autores del estudio fundaron una start-up, Amazentis, que ha desarrollado un método para administrar dosis finamente calibradas de urolitina A. La compañía está llevando a cabo los primeros ensayos clínicos que prueban la molécula en seres humanos en hospitales europeos.
De acuerdo con co-autor Johan Auwerx, sería sorprendente si la urolitina A no fuera eficaz en seres humanos. "Especies que son evolutivamente muy distantes, tales como C. elegans y la rata, reaccionan a la misma sustancia de la misma manera. Ese es un buen indicio de que estamos tocando un mecanismo esencial de los organismos vivos".
La función de la urolitina A es el producto de decenas de millones de años de evolución paralela entre plantas, bacterias y animales.
Según Chris Rinsch, co-autor y director general de Amazentis, este proceso evolutivo explica la eficacia de la molécula: "Los precursores de urolitina A no sólo se encuentran en las granadas, sino también en pequeñas cantidades en muchas nueces y bayas. Sin embargo, para que pueda ser producido en nuestro intestino, las bacterias deben ser capaces de romper lo que están comiendo. Cuando, a través de la digestión, se produce una sustancia que es beneficiosa para nosotros, la selección natural favorece tanto a las bacterias implicadas como a su huésped. Nuestro objetivo es seguir validaciones clínicas estrictas, para que todo el mundo pueda beneficiarse de los resultados de estos millones de años de evolución".
El enfoque de los científicos de EPFL ofrece una nueva paleta de oportunidades para luchar contra la degeneración muscular que tiene lugar a medida que envejecemos, y posiblemente también para contrarrestar otros efectos del envejecimiento. Ayudando al cuerpo de renovarse, la urolitina A bien podría tener éxito donde tantos productos farmacéuticos, la mayoría de los cuales han tratado de aumentar la masa muscular, han fracasado.
Auwerx, que también ha publicado un descubrimiento reciente sobre los efectos antienvejecimiento de otra molécula en la revista Science, hace hincapié en la importancia de estos estudios en el cambio de paradigma. "El enfoque nutricional abre un territorio que la industria farmacéutica tradicional nunca ha explorado. Es un verdadero cambio en el paradigma científico".
Antes de salir a abastecerse de granadas, dice la nota, vale la pena señalar que el fruto por sí mismo no contiene la molécula milagro, sino más bien su precursor. Esa molécula la convierten en urolitina A los microbios que habitan en el intestino.
Debido a esto, la cantidad de urolitina A producida puede variar ampliamente, dependiendo de la especie animal y la flora presente en el microbioma intestinal. Algunas personas no producen ninguna en absoluto. Si usted es uno de los desafortunados, es posible que el jugo de granada no le haga ningún bien.
Para los que no tienen los microbios adecuados en sus intestinos, sin embargo, los científicos ya están trabajando en una solución. Los co-autores del estudio fundaron una start-up, Amazentis, que ha desarrollado un método para administrar dosis finamente calibradas de urolitina A. La compañía está llevando a cabo los primeros ensayos clínicos que prueban la molécula en seres humanos en hospitales europeos.
De acuerdo con co-autor Johan Auwerx, sería sorprendente si la urolitina A no fuera eficaz en seres humanos. "Especies que son evolutivamente muy distantes, tales como C. elegans y la rata, reaccionan a la misma sustancia de la misma manera. Ese es un buen indicio de que estamos tocando un mecanismo esencial de los organismos vivos".
La función de la urolitina A es el producto de decenas de millones de años de evolución paralela entre plantas, bacterias y animales.
Según Chris Rinsch, co-autor y director general de Amazentis, este proceso evolutivo explica la eficacia de la molécula: "Los precursores de urolitina A no sólo se encuentran en las granadas, sino también en pequeñas cantidades en muchas nueces y bayas. Sin embargo, para que pueda ser producido en nuestro intestino, las bacterias deben ser capaces de romper lo que están comiendo. Cuando, a través de la digestión, se produce una sustancia que es beneficiosa para nosotros, la selección natural favorece tanto a las bacterias implicadas como a su huésped. Nuestro objetivo es seguir validaciones clínicas estrictas, para que todo el mundo pueda beneficiarse de los resultados de estos millones de años de evolución".
El enfoque de los científicos de EPFL ofrece una nueva paleta de oportunidades para luchar contra la degeneración muscular que tiene lugar a medida que envejecemos, y posiblemente también para contrarrestar otros efectos del envejecimiento. Ayudando al cuerpo de renovarse, la urolitina A bien podría tener éxito donde tantos productos farmacéuticos, la mayoría de los cuales han tratado de aumentar la masa muscular, han fracasado.
Auwerx, que también ha publicado un descubrimiento reciente sobre los efectos antienvejecimiento de otra molécula en la revista Science, hace hincapié en la importancia de estos estudios en el cambio de paradigma. "El enfoque nutricional abre un territorio que la industria farmacéutica tradicional nunca ha explorado. Es un verdadero cambio en el paradigma científico".
Referencia bibliográfica:
Dongryeol Ryu, Laurent Mouchiroud, Pénélope A Andreux, Elena Katsyuba, Norman Moullan, Amandine A Nicolet-dit-Félix, Evan G Williams, Pooja Jha, Giuseppe Lo Sasso, Damien Huzard, Patrick Aebischer, Carmen Sandi, Chris Rinsch & Johan Auwerx: Urolithin A induces mitophagy and prolongs lifespan in C. elegans and increases muscle function in rodents. Nature Medicine (2016). DOI: 10.1038/nm.4132.
Dongryeol Ryu, Laurent Mouchiroud, Pénélope A Andreux, Elena Katsyuba, Norman Moullan, Amandine A Nicolet-dit-Félix, Evan G Williams, Pooja Jha, Giuseppe Lo Sasso, Damien Huzard, Patrick Aebischer, Carmen Sandi, Chris Rinsch & Johan Auwerx: Urolithin A induces mitophagy and prolongs lifespan in C. elegans and increases muscle function in rodents. Nature Medicine (2016). DOI: 10.1038/nm.4132.