Foto: Marc Levoy
Cuando compramos una cámara fotográfica digital, una de las primeras cosas que debemos hacer es familiarizarnos con su entorno gráfico, con las opciones que nos ofrece. Debemos aprender cómo activar o desactivar el 'flash', o cómo activar el enfoque automático para que las fotografías no queden borrosas. Pero a los que realmente son aficionados a la fotografía digital, y a los profesionales, lo que les interesa es hasta dónde le deja llegar el software del fabricante a la hora de ajustar los mil parámetros que saben que podrían adaptarse en una cámara digital.
Desde la estrategia empleada para calcular la exposición, hasta el modo de ajustar el balance de color, pasando por el procedimiento usado para enfocar correctamente o por la utilidad de cualquier filtro al que pueda someterse la imagen antes de ser almacenada. La sensación generalizada acostumbra a ser que si se hubieran gastado unos pocos cientos de euros más, el software del fabricante les permitiría llegar un poco más allá, pero que la máquina ya lo podría hacer.
Una cámara totalmente programable
Pues bien, científicos de la Universidad de Stanford en EEUU, especializados en fotografía computacional, están construyendo una cámara fotográfica digital pensada para ser totalmente programable. La cámara está montada en una plataforma de código libre (Linux) que es completamente programable, incluso el procesador digital de señales, el corazón de la cámara, es accesible. Está conectada a internet, e incorpora lentes y sensores de la mejor calidad. Está pensada para conseguir una cámara del máximo nivel al mínimo coste, y hacerla accesible al colectivo de investigadores de fotografía computacional, de momento.
Y es que la idea de liberar el código no sólo permitirá llevar a otro nivel la relación entre fotógrafo y cámara, sino que también dotará a los científicos de los medios necesarios para desarrollar sus experimentos de fotografía computacional fuera de los laboratorios. Esto podría repercutir en un desarrollo acelerado de las tecnologías asociadas a la imagen.
Desde la estrategia empleada para calcular la exposición, hasta el modo de ajustar el balance de color, pasando por el procedimiento usado para enfocar correctamente o por la utilidad de cualquier filtro al que pueda someterse la imagen antes de ser almacenada. La sensación generalizada acostumbra a ser que si se hubieran gastado unos pocos cientos de euros más, el software del fabricante les permitiría llegar un poco más allá, pero que la máquina ya lo podría hacer.
Una cámara totalmente programable
Pues bien, científicos de la Universidad de Stanford en EEUU, especializados en fotografía computacional, están construyendo una cámara fotográfica digital pensada para ser totalmente programable. La cámara está montada en una plataforma de código libre (Linux) que es completamente programable, incluso el procesador digital de señales, el corazón de la cámara, es accesible. Está conectada a internet, e incorpora lentes y sensores de la mejor calidad. Está pensada para conseguir una cámara del máximo nivel al mínimo coste, y hacerla accesible al colectivo de investigadores de fotografía computacional, de momento.
Y es que la idea de liberar el código no sólo permitirá llevar a otro nivel la relación entre fotógrafo y cámara, sino que también dotará a los científicos de los medios necesarios para desarrollar sus experimentos de fotografía computacional fuera de los laboratorios. Esto podría repercutir en un desarrollo acelerado de las tecnologías asociadas a la imagen.
Foto:Stanford University
'Frankencamera'
El proyecto 'Camera 2.0', que es su nombre formal, empezó siendo un proyecto colaborativo entre el Stanford Computer Graphics Laboratory (Laboratorio de Gráficos por Computador de Stanford) y el Nokia Research Center Palo Alto Laboratory (Laboratorio de Investigación Nokia en Palo Alto). Ahora también recibe el apoyo de Adobe Systems, Kodak, Hewlett-Packard, y la Walt Disney Company. Tal es su proyección.
De momento, y a pesar de tener un nombre 'oficial', la cámara que está construida con trozos de carcasa desechados de otras cámaras y que tiene un aspecto más bien poco ortodoxo, ha sido bautizada cariñosamente como 'Frankencamera' por su parecido con el monstruo de Frankenstein. Evidentemente se trata sólo de la fase de pruebas. Hasta que no se tenga la base física de la cámara completa no se diseñará la carcasa definitiva.
"Algunas cámaras permiten comunicarse con un ordenador mediante USB y decirle que ponga la exposición en tal valor, o la velocidad de obturación en tal otro valor, y tomar la fotografía, pero eso no es de lo que estamos hablando," dice Marc Levoy, profesor responsable del proyecto. "De lo que estamos hablando es de decirle qué hacer en el siguiente microsegundo en un algoritmo de metraje o en un algoritmo de autoenfoque, o decirle que dispare el flash, que enfoque un poco diferente y que vuelva a disparar el flash... cosas que no puedes programar en cámaras comerciales."
Los investigadores han ideado varios algoritmos que podrán experimentar en la Frankencamera y que hasta ahora sólo era posible aplicar en ordenadores. Uno consiste en incorporar la capacidad de manejar distintos niveles de iluminación en la misma imagen. Esto se consigue haciendo varias fotografías de la misma escena con diferentes exposiciones, para combinarlas después haciendo que cada píxel tenga el nivel de exposición óptimo. Otro consiste en conseguir vídeo de mayor calidad incorporando información de fotos de alta resolución que se van tomando a intervalos regulares mientras se graba el vídeo. Otra idea es que la cámara consiga información de la escena a través de internet, sugiriendo entonces los parámetros adecuados para conseguir los mejores resultados.
El proyecto 'Camera 2.0', que es su nombre formal, empezó siendo un proyecto colaborativo entre el Stanford Computer Graphics Laboratory (Laboratorio de Gráficos por Computador de Stanford) y el Nokia Research Center Palo Alto Laboratory (Laboratorio de Investigación Nokia en Palo Alto). Ahora también recibe el apoyo de Adobe Systems, Kodak, Hewlett-Packard, y la Walt Disney Company. Tal es su proyección.
De momento, y a pesar de tener un nombre 'oficial', la cámara que está construida con trozos de carcasa desechados de otras cámaras y que tiene un aspecto más bien poco ortodoxo, ha sido bautizada cariñosamente como 'Frankencamera' por su parecido con el monstruo de Frankenstein. Evidentemente se trata sólo de la fase de pruebas. Hasta que no se tenga la base física de la cámara completa no se diseñará la carcasa definitiva.
"Algunas cámaras permiten comunicarse con un ordenador mediante USB y decirle que ponga la exposición en tal valor, o la velocidad de obturación en tal otro valor, y tomar la fotografía, pero eso no es de lo que estamos hablando," dice Marc Levoy, profesor responsable del proyecto. "De lo que estamos hablando es de decirle qué hacer en el siguiente microsegundo en un algoritmo de metraje o en un algoritmo de autoenfoque, o decirle que dispare el flash, que enfoque un poco diferente y que vuelva a disparar el flash... cosas que no puedes programar en cámaras comerciales."
Los investigadores han ideado varios algoritmos que podrán experimentar en la Frankencamera y que hasta ahora sólo era posible aplicar en ordenadores. Uno consiste en incorporar la capacidad de manejar distintos niveles de iluminación en la misma imagen. Esto se consigue haciendo varias fotografías de la misma escena con diferentes exposiciones, para combinarlas después haciendo que cada píxel tenga el nivel de exposición óptimo. Otro consiste en conseguir vídeo de mayor calidad incorporando información de fotos de alta resolución que se van tomando a intervalos regulares mientras se graba el vídeo. Otra idea es que la cámara consiga información de la escena a través de internet, sugiriendo entonces los parámetros adecuados para conseguir los mejores resultados.
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La filosofía del software libre
Pero la fuerza de este proyecto no es otra que dar el control a los usuarios, poner a su alcance las posibilidades que la máquina les ofrece, para que ellos las multipliquen con nuevas ideas y aportaciones personales. El equipo de Levoy espera que surjan comunidades de usuarios de esta cámara (y sus descendientes) y que den vida al proyecto aportando ideas que los científicos nunca habrían imaginado.
Básicamente se trata de llevar la filosofía del software libre, que no hace más que darle el control total al usuario, al campo de la fotografía digital. De un modo similar, Google está aplicando la misma estrategia en su sistema operativo libre 'Android' para teléfonos móviles y PDA's. Esta plataforma permite acceder a todas las capacidades del dispositivo, y ya se han empezado a ver los resultados de poner todas esas posibilidades al servicio de la imaginación de los usuarios. Hace sólo unos meses, por ejemplo, científicos de la Universidad Rey Juan Carlos presentaban un software para esta plataforma llamado 'LibreGeoSocial' que permite 'etiquetar virtualmente el mundo real', desarrollado en 'Python', un lenguaje de programación también de código libre.
Los componentes del equipo de desarrollo esperan tener una cámara comercializable en un plazo aproximado de un año. Ya veremos si se cumplen los plazos... y los pronósticos.
Pero la fuerza de este proyecto no es otra que dar el control a los usuarios, poner a su alcance las posibilidades que la máquina les ofrece, para que ellos las multipliquen con nuevas ideas y aportaciones personales. El equipo de Levoy espera que surjan comunidades de usuarios de esta cámara (y sus descendientes) y que den vida al proyecto aportando ideas que los científicos nunca habrían imaginado.
Básicamente se trata de llevar la filosofía del software libre, que no hace más que darle el control total al usuario, al campo de la fotografía digital. De un modo similar, Google está aplicando la misma estrategia en su sistema operativo libre 'Android' para teléfonos móviles y PDA's. Esta plataforma permite acceder a todas las capacidades del dispositivo, y ya se han empezado a ver los resultados de poner todas esas posibilidades al servicio de la imaginación de los usuarios. Hace sólo unos meses, por ejemplo, científicos de la Universidad Rey Juan Carlos presentaban un software para esta plataforma llamado 'LibreGeoSocial' que permite 'etiquetar virtualmente el mundo real', desarrollado en 'Python', un lenguaje de programación también de código libre.
Los componentes del equipo de desarrollo esperan tener una cámara comercializable en un plazo aproximado de un año. Ya veremos si se cumplen los plazos... y los pronósticos.