Comparación de la actividad cerebral producida durante los sentimientos de ternura y afecto, frente a la producida al sentir orgullo. Fuente: Plos One.
En la película de Ridley Scott Blade Runner, basada en el libro ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick, los cazadores de recompensas deben diferenciar humanos de androides. Para ello, emplean un test de detección de la empatía con el que miden la ternura, el afecto y otros sentimientos hacia los demás.
Pero en la vida real, a pesar de los recientes avances en la neurobiología y neurotecnología, se desconoce si las firmas cerebrales de estas emociones de afiliación pueden ser decodificadas y voluntariamente moduladas.
Ahora, investigadores del Instituto D’Or de Investigación y Educación, en Río de Janeiro (Brasil), han llevado a cabo un estudio que revela que se puede entrenar al cerebro para que sea más empático. Los resultados, publicados en la revista Plos One, podrían tener aplicación para el tratamiento de condiciones como el trastorno antisocial y la depresión posparto.
En el estudio, informa Sinc, un grupo de voluntarios recibieron información sobre su actividad cerebral mientras se escaneaban imágenes de su cerebro por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés). Estos individuos fueron capaces de cambiar la función cerebral de las áreas relacionadas con la ternura y el afecto hacia sus seres queridos, mientras que otro grupo de control, que llevó a cabo la misma tarea sin neurofeedback, no mostró esa mejoría.
El artículo de los neurocientíficos brasileños es el primero que demuestra que mediante una herramienta de neurotecnología como es la fMRI, que da un neurofeedback en tiempo real, se pueden inducir estados cerebrales empáticos.
Pero en la vida real, a pesar de los recientes avances en la neurobiología y neurotecnología, se desconoce si las firmas cerebrales de estas emociones de afiliación pueden ser decodificadas y voluntariamente moduladas.
Ahora, investigadores del Instituto D’Or de Investigación y Educación, en Río de Janeiro (Brasil), han llevado a cabo un estudio que revela que se puede entrenar al cerebro para que sea más empático. Los resultados, publicados en la revista Plos One, podrían tener aplicación para el tratamiento de condiciones como el trastorno antisocial y la depresión posparto.
En el estudio, informa Sinc, un grupo de voluntarios recibieron información sobre su actividad cerebral mientras se escaneaban imágenes de su cerebro por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés). Estos individuos fueron capaces de cambiar la función cerebral de las áreas relacionadas con la ternura y el afecto hacia sus seres queridos, mientras que otro grupo de control, que llevó a cabo la misma tarea sin neurofeedback, no mostró esa mejoría.
El artículo de los neurocientíficos brasileños es el primero que demuestra que mediante una herramienta de neurotecnología como es la fMRI, que da un neurofeedback en tiempo real, se pueden inducir estados cerebrales empáticos.
Herramienta computacional
Los autores llevaron a cabo esta investigación en el Instituto D'Or, donde se diseñó una sofisticada herramienta computacional que fue utilizada para permitir a los participantes modular su actividad cerebral relacionada con emociones de afiliación y mejorarla.
Este método emplea algoritmos de detección de pauta, llamados máquinas de vectores de soporte, para clasificar los patrones de actividad complejos que surgen de forma simultánea desde decenas de miles de voxels (el equivalente 3D de los píxeles) dentro de los cerebros de los participantes.
Los autores señalan que este estudio puede representar un paso hacia la construcción de la caja de empatía, que mejoraría la descrita en la novela de Philip K. Dick.
Los autores llevaron a cabo esta investigación en el Instituto D'Or, donde se diseñó una sofisticada herramienta computacional que fue utilizada para permitir a los participantes modular su actividad cerebral relacionada con emociones de afiliación y mejorarla.
Este método emplea algoritmos de detección de pauta, llamados máquinas de vectores de soporte, para clasificar los patrones de actividad complejos que surgen de forma simultánea desde decenas de miles de voxels (el equivalente 3D de los píxeles) dentro de los cerebros de los participantes.
Los autores señalan que este estudio puede representar un paso hacia la construcción de la caja de empatía, que mejoraría la descrita en la novela de Philip K. Dick.
Referencia bibliográfica:
Jorge Moll et al.: Voluntary enhancement of neural signatures of affiliative emotion using fMRI neurofeedback. Plos One (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0097343.
Jorge Moll et al.: Voluntary enhancement of neural signatures of affiliative emotion using fMRI neurofeedback. Plos One (2014). DOI: 10.1371/journal.pone.0097343.