Una alumna de la Politécnica de Cartagena crea un novedoso producto para minería

Se trata de un sistema que fragmenta roca y hormigón sin explosión, solo con presión


Una alumna de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cartagena ha lanzado con su familia un novedoso producto para fragmentación de roca y hormigón sin explosión, solo con presión, que se puede usar en minería, construcción y obras subacuáticas. Aida Pino quedó tercera en el concurso de emprendedores Yuzz de la Universidad. Por Carlos Gómez Abajo.


15/10/2015

Aida Pino, con su producto. Fuente: UPCT.
La estudiante de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Aida Pino Portela ha tenido muy pronto ocasión de poner en práctica los conocimientos que ha adquirido en la carrera y en el programa de formación de emprendedores Yuzz, en el que ha desarrollado el plan de negocio de la empresa familiar que ha creado junto a su padre y sus hermanos.

La familia no tenía experiencia empresarial antes de crear Rock Breaking System, la firma con la que comercializan el novedoso producto para fragmentación de roca y hormigón Plasma Expansor. “Carecíamos de plan de empresa, por lo que me resultó muy útil participar en el programa Yuzz”, explica Pino, en la nota de prensa de la universidad. “He podido conocer las experiencias, buenas y malas, que de todo se aprende, de otros emprendedores y me han puesto en contacto con inversores”, resalta la alumna.

En el Centro Yuzz de la Cátedra de Emprendimiento Santander de la UPCT se han formado durante cinco meses 25 estudiantes de la Politécnica. Como resultado, se han presentado once proyectos empresariales, varios de los cuales ya están en marcha. “Algunos ya tienen clientes y están facturando, como en el caso de Aida [Pino]”, cuenta el coordinador del programa, Mario Rosique, quien también resalta el alto nivel de todos los planes de empresa, desarrollados en su mayoría por alumnos de ingeniería.

Plasma Expansor es un producto de alta tecnología destinado a la minería, construcción e incluso obras subacuáticas. El sistema no es explosivo, sino que fragmenta la roca por la presión que genera una reacción termoquímica. El producto destaca en seguridad y sostenibilidad.

“La distancia de seguridad, que con explosivos suele ser de un kilómetro, se reduce a 50 metros. No se emiten gases tóxicos, ni ruido, ni vibración ni hay gran dispersión de material. Por lo que es más sostenible y seguro e igual de eficaz”, resume la estudiante de la Politécnica, que espera en un futuro contribuir al desarrollo del producto gracias a sus estudios en Ingeniería Química.

En su primer año, la empresa ya ha facturado más de 250.000 euros y ha logrado clientes en Chile, Brasil, Rusia, Túnez y el archipiélago francés de Nueva Caledonia, en Oceanía. El producto ha sido especialmente bien acogido en las canteras de mármol del levante peninsular.

Yuzz

Pino consiguió el tercer puesto del concurso del Centro Yuzz Cartagena, del que salió ganador José Antonio Ángel Fonta, que recibirá como premio un viaje formativo a Silicon Valley (California, EE.UU.), la meca de la innovación mundial. Fonta ha puesto en marcha la empresa Sioux, que da servicio de información sobre obras urbanas.

El segundo puesto fue para el proyecto Saireka, de innovación en dispositivos de limpieza doméstica y desarrollado por Alejandro López e Ismael Valenzuela.

Submarino solar

Otros 15 estudiantes de la UPCT, que trabajan en el proyecto Sriena, para construir un submarino autónomo que funcione sólo con energía solar, han contactado ya con una empresa estadounidense, OpenRov, para adaptar uno de sus vehículos y hacerlo algo más autónomo

Como informa la UPCT en una nota, los alumnos, de Ingeniería Naval e Industrial, van a firmar un convenio con la empresa, que vende productos para makers, "esto es, tú compras por Internet y te lo montas en casa”, explica Aida Navarro, presidenta de la Asociación Sirena y coordinadora del proyecto.

El submarino se encuentra en la fase de diseño de detalle, y el prototipo se encuentra a mitad de construcción. Con el inicio del curso, los integrantes del proyecto Sirena esperan captar a más alumnos interesados en trabajar con ellos y en desarrollar sus investigaciones.



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