Un ránking clasifica la felicidad de los países según los flujos migratorios

Coincide con otros anteriores, con Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Noruega en los primeros puestos, y países pobres en los últimos


España es el 49º país más feliz del mundo, según un nuevo índice de felicidad basado en flujos migratorios y no en respuestas subjetivas a encuestas, que ha creado la Universidad Carlos III de Madrid. Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, Noruega, Israel y Corea del Sur ocupan las primeras posiciones. Entre los últimos puestos figuran Bolivia, Eitopía, Tanzania, Afganistán, Sudáfrica o China. Con todo, la clasificación coincide en gran medida con otros estudios hechos hasta ahora.


UC3M/T21
24/09/2013

El concepto de felicidad varía bastante de unas sociedades a otras. Imagen: Hamed Saber. Fuente: Flickr.
Las encuestas utilizadas habitualmente para determinar el bienestar de un país suelen estar influidas por factores idiosincrásicos de cada estado y algunos datos pueden ser fácilmente manipulables. Esto ha conducido a que, en algunos ránquines, países como Iraq, Haití o Afganistán hayan aparecido en posiciones relativamente altas.

Un nuevo índice de felicidad creado en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) se basa en lo que la gente hace en lugar de lo que dice. La hipótesis de partida es que un país al que todo el mundo quiere ir no puede ser muy infeliz. Y contemplando este baremo, España baja posiciones respecto a otras clasificaciones.

“Los flujos migratorios están muy vinculados a aspectos que la psicología relaciona con la felicidad; a partir de estos resultados, se puede construir un índice de felicidad que aporta valores más lógicos”, explica en la nota de prensa de la universidad el profesor del departamento de Estadística de la UC3M, Juan de Dios Tena, que ha realizado el estudio junto a investigadores de la Universidad de las Islas Baleares y de la Universidad Católica del Norte (Chile).

En los primeros puestos de este ranking aparecen países como Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Suiza, Noruega, Israel, Corea del Sur, Suecia, Canadá o Australia, mientras que entre los últimos figuran Bolivia, Etiopía, Tanzania, Camerún, Senegal, Kenia, Nigeria, Afganistán, Sudáfrica o China.

El nuevo ránking, presentado en la decimocuarta edición de las Jornadas de Economía Internacional celebradas este verano en Palma de Mallorca, trata de evitar la subjetividad de los sondeos. Aquí entra en juego la denominada votación con los pies, la forma más universal y primitiva de revelar preferencias. Se hace una estimación de en qué medida las decisiones de emigrar o no de las personas en diferentes países se ven influidas por variables que reflejan características económicas, sociales e institucionales de cada país y se elabora un ranking de felicidad de países a partir de dicha estimación.

Nuestro país, en mitad de la tabla

Entre los 112 estados analizados en este ranking de la felicidad, España ocupa la 49ª posición. “Resulta relevante que tenemos muy mala puntuación en variables relacionadas con actitudes y creencias sobre nuestra vida y la de los otros: importancia de la familia, amigos, trabajo, así como orgullo de nacionalidad”, comenta Juan de Dios Tena.

"Las corrientes migratorias no solo dependen de la posibilidad de encontrar empleo, como se suele pensar, sino que también influye la contaminación, el terrorismo o las desigualdades económicas, variables que la psicología considera como determinantes de la felicidad”, añade.

La utilidad de este tipo de índices de la felicidad va mucho más allá de lo académico, según los investigadores, que apuntan que este tipo de estimaciones proporcionan una guía abierta para evaluar cualquier tipo de decisiones políticas.

El bienestar de un país no se mide solo por su renta per cápita, porque multitud de acciones que nos hacen más pobres también aumentan nuestro bienestar. Buenas políticas, apuntan, serían aquellas que incrementan el deseo
de la gente por vivir en el país que las lleva a cabo; mientras que las malas son aquellas que reducen ese deseo.

“Nuestra estimación no muestra, por ejemplo, que la organización de juegos olímpicos suponga un incremento del número de personas que desean vivir en el país organizador”, concluye el profesor.

Otros ránquines

Con todo, no hay tantas diferencias con otras clasificaciones realizadas por otros métodos. Uno realizado por la ONU, por ejemplo, tiene a Noruega, Suiza, Países Bajos, Suecia y Canadá en los primeros puestos, que también están en posiciones privilegiadas en el ránking de la UC3M. España, por cierto, está en el puesto 38, no muy lejos del 49 del nuevo ránking.

El método sí que puede servir para contrastar el realismo de índices de felicidad como el de Bután, diseñado por su gobierno.

Referencia bibliográfica:

Helena Marques, Gabriel Pino, Juan de Dios Tena: Do happiness indexes truly reveal happiness?: measuring happiness using revealed preferences from migration flows. Statistics and Econometrics Working Papers ws130908. Departamento de Estadística. UC3M.



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