Un nuevo concepto de ingeniería está surgiendo en Estados Unidos, destaca un interesante artículo de The Herald Tribune. Se refiere a la formación que se imparte en la Franklin W. Olin College of Engineering, una academia que tiene más que ver con una universidad liberal de las artes, en la que aprender a aprender es la base, que con un plan de estudios estándar de la ingeniería. La ética en la dirección de empresas forma parte del plan de estudios. La enseñanza convencional, destaca el artículo, enseña a los ingenieros a fabricar cosas, no a explicar (a las personas, a las empresas) qué se puede hacer con ellas. Las empresas de Estados Unidos, y ya algunas de Europa, se interesan cada vez más por esta nueva generación de ingenieros, que además de la formación clásica en matemáticas y física, disponen de formación en gestión y han alcanzado una mentalidad social más desarrollada. La experiencia de la Olin College constituye toda una oportunidad para Europa, que empieza a construir un espacio común de educación superior más centrado en homologar títulos y competencias, que en refundar un modelo de formación en ingeniería más acorde con las exigencias actuales.