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La zona ha sido seleccionada por su proximidad al área de contacto entre las placas tectónicas de Eurasia y África, una franja con actividad sísmica y de tsunamis. El laboratorio, que ya está en marcha, ha sido desplegado desde el Buque Oceanográfico Sarmiento de Gamboa del CSIC. El sistema realizará avisos de tsunamis que podrían afectar a la Península Ibérica y al norte de África.
El investigador principal del proyecto, Juanjo Dañobeitia, director de la Unidad de Tecnología Marina, destaca las características del laboratorio: “Es una estación submarina de tres toneladas de peso con numerosos sensores. Tiene un sensor de presión, un sismómetro oceánico y un magnetómetro, entre otros. Con estos sistemas el laboratorio muestreará además durante un año las variaciones en la columna de agua: salinidad, temperatura y conductividad, datos de interés para el estudio del cambio climático”.
GEOSTAR, con unas medidas de cinco metros de altura y algo más de dos metros y medio de ancho y profundidad, transmite los datos acústicamente a una boya en superficie, que los envía vía satélite a los institutos de investigación implicados en el proyecto. Esta información, que en el caso de estar relacionada con los tsunamis se transmitirá casi en tiempo real, será además enviada a las agencias nacionales de protección o seguridad civil de los países participantes en el proyecto.
El equipo europeo que ha realizado el despliegue pertenece a la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, al Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, al Consejo de Investigación Nacional de Italia, al Centro Geofísico de la Universidad de Lisboa y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín.
El investigador principal del proyecto, Juanjo Dañobeitia, director de la Unidad de Tecnología Marina, destaca las características del laboratorio: “Es una estación submarina de tres toneladas de peso con numerosos sensores. Tiene un sensor de presión, un sismómetro oceánico y un magnetómetro, entre otros. Con estos sistemas el laboratorio muestreará además durante un año las variaciones en la columna de agua: salinidad, temperatura y conductividad, datos de interés para el estudio del cambio climático”.
GEOSTAR, con unas medidas de cinco metros de altura y algo más de dos metros y medio de ancho y profundidad, transmite los datos acústicamente a una boya en superficie, que los envía vía satélite a los institutos de investigación implicados en el proyecto. Esta información, que en el caso de estar relacionada con los tsunamis se transmitirá casi en tiempo real, será además enviada a las agencias nacionales de protección o seguridad civil de los países participantes en el proyecto.
El equipo europeo que ha realizado el despliegue pertenece a la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, al Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, al Consejo de Investigación Nacional de Italia, al Centro Geofísico de la Universidad de Lisboa y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín.
La instalación
El proyecto de instalación de GEOSTAR comenzó el 7 de noviembre con la colocación de la boya de superficie, asegurada al lecho mediante un cable y un peso. Tres días más tarde, durante la madrugada del 10 al 11 de noviembre, el equipo lanzó el laboratorio desde el Buque Oceanográfico Sarmiento de Gamboa.
Este laboratorio submarino permanecerá tomando datos durante un año, la duración aproximada de las baterías de litio del sistema. A partir de ahí, los investigadores decidirán si se mantendrá éste sistema o, por el contrario, se implementará con un cable de alimentación.
Estos trabajos forman parte de los proyectos europeos de laboratorios submarinos oceánicos European Seafloor Observatory Network y European Multidisciplinary Seaflor Observatory, del VI y el VII Programa Marco de la Unión Europea respectivamente, y del Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system, en el que se trabaja para detectar y alertar de la posibilidad de tsunamis.
Junto a Dañobeitia ha participado en la instalación del laboratorio submarino Arturo Castellón, coordinador de la flota; Rafael Bartolome, jefe científico de la expedición y Pablo Rodríguez, ingeniero acústico, todos ellos del CSIC; además de David Embriaco, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología y jefe técnico de la expedición.
El proyecto de instalación de GEOSTAR comenzó el 7 de noviembre con la colocación de la boya de superficie, asegurada al lecho mediante un cable y un peso. Tres días más tarde, durante la madrugada del 10 al 11 de noviembre, el equipo lanzó el laboratorio desde el Buque Oceanográfico Sarmiento de Gamboa.
Este laboratorio submarino permanecerá tomando datos durante un año, la duración aproximada de las baterías de litio del sistema. A partir de ahí, los investigadores decidirán si se mantendrá éste sistema o, por el contrario, se implementará con un cable de alimentación.
Estos trabajos forman parte de los proyectos europeos de laboratorios submarinos oceánicos European Seafloor Observatory Network y European Multidisciplinary Seaflor Observatory, del VI y el VII Programa Marco de la Unión Europea respectivamente, y del Integrated observations from NEAR shore sourcES of Tsunamis: towards an early warning system, en el que se trabaja para detectar y alertar de la posibilidad de tsunamis.
Junto a Dañobeitia ha participado en la instalación del laboratorio submarino Arturo Castellón, coordinador de la flota; Rafael Bartolome, jefe científico de la expedición y Pablo Rodríguez, ingeniero acústico, todos ellos del CSIC; además de David Embriaco, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología y jefe técnico de la expedición.