Visión artística del hipotético telescopio ATLAS. Fuente: NASA/Space Telescope Science Institute.
En los casi 25 años transcurridos desde el lanzamiento del Telescopio Espacial Hubble (HST), tanto los astrónomos como el público han podido disfrutar de puntos de vista pioneros sobre el cosmos y de la serie de descubrimientos científicos que les siguieron. El sucesor de HST, el Telescopio Espacial James Webb, debería ser lanzado en el año 2018, pero tendrá un tiempo de vida corto en comparación.
Ahora el profesor Martin Barstow, de la Universidad de Leicester (Inglaterra) está mirando hacia el futuro. En su intervención en la Reunión Nacional de Astronomía (NAM 2014) en Portsmouth de mañana, exigirá a los gobiernos y a las agencias espaciales de todo el mundo que apoyen el Telescopio Espacial de Gran Apertura y Tecnologías Avanzadas (ATLAST), un instrumento que daría a los científicos una buena oportunidad de detectar indicios de vida en planetas que orbitan otras estrellas.
ATLAST es en este momento un concepto en proceso de desarrollo en Estados Unidos y Europa, informa la Royal Astronomic Society británica en una nota de prensa. Los científicos y los ingenieros imaginan un telescopio con un espejo grande, de 20 metros de diámetro, que, al igual que el Hubble, detectara la luz visible y también funcionara desde el ultravioleta lejano hasta las partes infrarrojas del espectro.
Sería capaz de analizar la luz de planetas del tamaño de la Tierra en órbita alrededor de otras estrellas cercanas, en busca de características en su espectro como oxígeno molecular, ozono, agua y metano, que podrían indicar la presencia de vida. También podría ser capaz de ver cómo cambian con las estaciones las superficies de los planetas.
ATLAST estudiaría la formación de estrellas y de galaxias en alta definición, construyendo la historia del nacimiento de las estrellas en detalle y estableciendo cómo era la materia intergaláctica y cómo se ensambló en forma de galaxias a lo largo de millones de años.
Ahora el profesor Martin Barstow, de la Universidad de Leicester (Inglaterra) está mirando hacia el futuro. En su intervención en la Reunión Nacional de Astronomía (NAM 2014) en Portsmouth de mañana, exigirá a los gobiernos y a las agencias espaciales de todo el mundo que apoyen el Telescopio Espacial de Gran Apertura y Tecnologías Avanzadas (ATLAST), un instrumento que daría a los científicos una buena oportunidad de detectar indicios de vida en planetas que orbitan otras estrellas.
ATLAST es en este momento un concepto en proceso de desarrollo en Estados Unidos y Europa, informa la Royal Astronomic Society británica en una nota de prensa. Los científicos y los ingenieros imaginan un telescopio con un espejo grande, de 20 metros de diámetro, que, al igual que el Hubble, detectara la luz visible y también funcionara desde el ultravioleta lejano hasta las partes infrarrojas del espectro.
Sería capaz de analizar la luz de planetas del tamaño de la Tierra en órbita alrededor de otras estrellas cercanas, en busca de características en su espectro como oxígeno molecular, ozono, agua y metano, que podrían indicar la presencia de vida. También podría ser capaz de ver cómo cambian con las estaciones las superficies de los planetas.
ATLAST estudiaría la formación de estrellas y de galaxias en alta definición, construyendo la historia del nacimiento de las estrellas en detalle y estableciendo cómo era la materia intergaláctica y cómo se ensambló en forma de galaxias a lo largo de millones de años.
Para 2030
Si sale adelante, ATLAST podría ser lanzado alrededor de 2030. Antes de que eso pueda suceder, hay desafíos técnicos que superar, tales como la mejora de la sensibilidad de los detectores y el aumento de la eficiencia de los revestimientos en los segmentos del espejo.
Una estructura tan grande también podría tener que ser montada en el espacio antes de su despliegue, en lugar de lanzada en un solo cohete. Todo esto significa que la decisión de construir el telescopio debe producirse pronto para que siga adelante.
Barstow es el presidente de la Real Sociedad Astronómica británica, pero a título personal considera que "ATLAST es un proyecto ambicioso, aunque extraordinario". "Desde la antigüedad los seres humanos se han preguntado si realmente estamos solos en el universo o si hay otros oasis de vida. Esta pregunta es una de las metas fundamentales de la ciencia moderna y ATLAST podría permitirnos por fin responderla".
"Es el momento adecuado para que las agencias científicas y espaciales de todo el mundo, incluyendo las del Reino Unido, de un paso audaz hacia adelante y se comprometan con este proyecto".
Si sale adelante, ATLAST podría ser lanzado alrededor de 2030. Antes de que eso pueda suceder, hay desafíos técnicos que superar, tales como la mejora de la sensibilidad de los detectores y el aumento de la eficiencia de los revestimientos en los segmentos del espejo.
Una estructura tan grande también podría tener que ser montada en el espacio antes de su despliegue, en lugar de lanzada en un solo cohete. Todo esto significa que la decisión de construir el telescopio debe producirse pronto para que siga adelante.
Barstow es el presidente de la Real Sociedad Astronómica británica, pero a título personal considera que "ATLAST es un proyecto ambicioso, aunque extraordinario". "Desde la antigüedad los seres humanos se han preguntado si realmente estamos solos en el universo o si hay otros oasis de vida. Esta pregunta es una de las metas fundamentales de la ciencia moderna y ATLAST podría permitirnos por fin responderla".
"Es el momento adecuado para que las agencias científicas y espaciales de todo el mundo, incluyendo las del Reino Unido, de un paso audaz hacia adelante y se comprometan con este proyecto".