La compañía japonesa Mitsubishi Heavy Industries ha iniciado los preparativos para crear este año un cinturón verde de 50 kilómetros cuadrados junto al Mar Rojo, en el desierto de Arabia Saudita.
Según se explica en un comunicado de Mitsubishi, la finalidad del proyecto es activar los mecanismos naturales para permitir a la vegetación crecer en el desierto y contribuir a la retención del agua, ya que la región escogida para el experimento está situada en un entorno en el que el aire es más húmedo.
El proyecto se fundamenta en los cálculos desarrollados por el super ordenador Earth Simulator de Yokohama. Según este simulador de la naturaleza terrestre, en esta región un bosque atraería las nubes y las precipitaciones.
Si se consigue la lluvia en la región escogida, el agua podría conseguirse a un costo energético mínimo debido a la utilización de paneles solares, lo que evita el uso de combustibles fósiles.
Tres soportes
El proyecto tiene tres soportes, ya que además de la industria están implicadas las universidades de Tokio y Kyoto, mientras que el Gobierno japonés lo asumió oficialmente en la reciente cumbre mundial del agua como iniciativa del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MEXT).
El Gobierno saudita ha acogido favorablemente la iniciativa, que cuenta también con el respaldo de otros países del Sudeste Asiático y de Europa, por lo que puede decirse que el proyecto es internacional.
El interés de esta iniciativa se basa no sólo en la creación del cinturón verde, sino también en que permitirá comprobar que el sistema de circulación de agua que pretende desarrollar realmente funciona.
Prevención de catástrofes
Si se comprueba la validez de los cálculos previos, el proyecto tendría utilidad no sólo como referencia para otras iniciativas a acometer en otros desiertos, sino también como sistema para prevenir desastres naturales asociados con el agua.
El interés específico del Gobierno japonés se centra el desarrollar una iniciativa integrada en el programa internacional que ha declarado al Siglo XXI como la centuria del agua.
La contribución del Gobierno japonés a esta iniciativa consiste es aportar una mayor comprensión de los mecanismos de circulación natural del agua a través de un estudio de ingeniería que permita convertir los desiertos en vergeles.
Tal como explica Lokk Japan, el Gobierno de Tokio considera que los problemas relacionados con el agua se han convertido en el primer problema ambiental global, por lo que el estudio del ciclo del agua constituye una prioridad para la investigación científica.
Plan Básico
El medioambiente es considerado por lo tanto como una de las principales actividades del Gobierno japonés, que ha puesto en marcha una interesante iniciativa, el Second Science and Technology Basic Plan, iniciado en 2001.
Este Plan Básico ha establecido un programa de cinco años en cuyo seno de ha creado el Global Environment Water Cycle Changes Research Initiative, a quien se debe la iniciativa a implantar en el desierto saudita.
Japón participa activamente en el programa Integrated Global Observing Strategy Partnership (IGOS-P), cuya finalidad es desarrollar una vigilancia efectiva del medio ambiente combinando datos de satélite con los proporcionados por 36 estaciones terrestres de observación del clima integradas en la red Coordinated Enhanced Observing Period, que desempeña un papel fundamental en el estudio del ciclo del agua.
Según se explica en un comunicado de Mitsubishi, la finalidad del proyecto es activar los mecanismos naturales para permitir a la vegetación crecer en el desierto y contribuir a la retención del agua, ya que la región escogida para el experimento está situada en un entorno en el que el aire es más húmedo.
El proyecto se fundamenta en los cálculos desarrollados por el super ordenador Earth Simulator de Yokohama. Según este simulador de la naturaleza terrestre, en esta región un bosque atraería las nubes y las precipitaciones.
Si se consigue la lluvia en la región escogida, el agua podría conseguirse a un costo energético mínimo debido a la utilización de paneles solares, lo que evita el uso de combustibles fósiles.
Tres soportes
El proyecto tiene tres soportes, ya que además de la industria están implicadas las universidades de Tokio y Kyoto, mientras que el Gobierno japonés lo asumió oficialmente en la reciente cumbre mundial del agua como iniciativa del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MEXT).
El Gobierno saudita ha acogido favorablemente la iniciativa, que cuenta también con el respaldo de otros países del Sudeste Asiático y de Europa, por lo que puede decirse que el proyecto es internacional.
El interés de esta iniciativa se basa no sólo en la creación del cinturón verde, sino también en que permitirá comprobar que el sistema de circulación de agua que pretende desarrollar realmente funciona.
Prevención de catástrofes
Si se comprueba la validez de los cálculos previos, el proyecto tendría utilidad no sólo como referencia para otras iniciativas a acometer en otros desiertos, sino también como sistema para prevenir desastres naturales asociados con el agua.
El interés específico del Gobierno japonés se centra el desarrollar una iniciativa integrada en el programa internacional que ha declarado al Siglo XXI como la centuria del agua.
La contribución del Gobierno japonés a esta iniciativa consiste es aportar una mayor comprensión de los mecanismos de circulación natural del agua a través de un estudio de ingeniería que permita convertir los desiertos en vergeles.
Tal como explica Lokk Japan, el Gobierno de Tokio considera que los problemas relacionados con el agua se han convertido en el primer problema ambiental global, por lo que el estudio del ciclo del agua constituye una prioridad para la investigación científica.
Plan Básico
El medioambiente es considerado por lo tanto como una de las principales actividades del Gobierno japonés, que ha puesto en marcha una interesante iniciativa, el Second Science and Technology Basic Plan, iniciado en 2001.
Este Plan Básico ha establecido un programa de cinco años en cuyo seno de ha creado el Global Environment Water Cycle Changes Research Initiative, a quien se debe la iniciativa a implantar en el desierto saudita.
Japón participa activamente en el programa Integrated Global Observing Strategy Partnership (IGOS-P), cuya finalidad es desarrollar una vigilancia efectiva del medio ambiente combinando datos de satélite con los proporcionados por 36 estaciones terrestres de observación del clima integradas en la red Coordinated Enhanced Observing Period, que desempeña un papel fundamental en el estudio del ciclo del agua.