Una nueva tecnología puede disminuir considerablemente el uso de animales para investigaciones médicas. La nueva tecnología permitirá probar nuevos fármacos a través de chips, en vez de en animales.
El chip ha sido desarrollado por Emulate, una empresa tecnológica norteamericana que acaba de suscribir un acuerdo con la U.S. Food and Drug Administration’s (FDA) para que algunas pruebas médicas se realicen con su chip.
La FDA es la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos (tanto para personas como para animales), medicamentos (humanos y veterinarios), cosméticos, aparatos médicos (humanos y animales), productos biológicos y derivados sanguíneos.
Emulate está en los orígenes de los primeros órganos replicados en chips del tamaño de un pulgar humano. Cada chip tiene aproximadamente el tamaño de un pulgar humano y contiene pequeños canales llenos de células humanas vivas que imitan las funciones de diferentes órganos.
Su finalidad es permitir conocer mejor cómo las enfermedades, los medicamentos, los productos químicos y los alimentos afectan a la salud humana. Ha desarrollado numerosos órganos humanos en diferentes chips (como los pulmones o intestinos), para observar en laboratorio cómo reaccionarían ante diferentes medicamentos, sin necesidad de experimentar en un ser vivo.
Emulate se propone ahora orientar su investigación hacia la experimentación animal, con la finalidad de reducir tanto el sufrimiento como el sacrificio de animales.
Las pruebas con animales son una parte crítica del desarrollo de fármacos. Antes de que una medicina llegue a la FDA, el laboratorio farmacéutico tiene que haber demostrado cómo funciona el medicamento en los animales, específicamente si es tóxico.
Los científicos realizan pruebas en diferentes animales y llevan esos datos a la FDA. Si la FDA firma, la compañía puede comenzar a probar la medicina en seres humanos. Después de un largo proceso, si los resultados son positivos en las personas, el medicamento puede fabricarse y dispensarse en una farmacia.
El chip ha sido desarrollado por Emulate, una empresa tecnológica norteamericana que acaba de suscribir un acuerdo con la U.S. Food and Drug Administration’s (FDA) para que algunas pruebas médicas se realicen con su chip.
La FDA es la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos (tanto para personas como para animales), medicamentos (humanos y veterinarios), cosméticos, aparatos médicos (humanos y animales), productos biológicos y derivados sanguíneos.
Emulate está en los orígenes de los primeros órganos replicados en chips del tamaño de un pulgar humano. Cada chip tiene aproximadamente el tamaño de un pulgar humano y contiene pequeños canales llenos de células humanas vivas que imitan las funciones de diferentes órganos.
Su finalidad es permitir conocer mejor cómo las enfermedades, los medicamentos, los productos químicos y los alimentos afectan a la salud humana. Ha desarrollado numerosos órganos humanos en diferentes chips (como los pulmones o intestinos), para observar en laboratorio cómo reaccionarían ante diferentes medicamentos, sin necesidad de experimentar en un ser vivo.
Emulate se propone ahora orientar su investigación hacia la experimentación animal, con la finalidad de reducir tanto el sufrimiento como el sacrificio de animales.
Las pruebas con animales son una parte crítica del desarrollo de fármacos. Antes de que una medicina llegue a la FDA, el laboratorio farmacéutico tiene que haber demostrado cómo funciona el medicamento en los animales, específicamente si es tóxico.
Los científicos realizan pruebas en diferentes animales y llevan esos datos a la FDA. Si la FDA firma, la compañía puede comenzar a probar la medicina en seres humanos. Después de un largo proceso, si los resultados son positivos en las personas, el medicamento puede fabricarse y dispensarse en una farmacia.
El hígado, órgano escogido
La colaboración entre la FDA y Emulate se centrará en el hígado, ya que es en este órgano donde se descomponen la mayoría de los medicamentos. Los nuevos medicamentos podrán de ahora en adelante experimentarse en estos chips, sin necesidad de perjudicar a los animales.
Las pruebas con animales no desaparecerán completamente con este chip, pero si la colaboración es exitosa, podría reducir el número de animales utilizados en la investigación preclínica.
La experimentación con animales o experimentación in vivo utiliza cada año entre 50 y 100 millones de animales vertebrados (desde peces cebra hasta primates no humanos) en estas actividades. Se calcula que sólo en Europa la investigación preclínica sacrifica a más de 11 millones de animales.
Invertebrados, ratones, ratas, pájaros, ranas, y otros animales no destetados no están incluidos en estos números, aunque una estimación realizada sobre el número de ratas y ratones usados en los Estados Unidos en el año 2001 lo situaba en 80 millones.
La mayoría de animales son sacrificados después de usarlos en un experimento. Para los científicos, los animales son considerados objetos insensibles que puede ser utilizados sin reparos éticos para experimentar nuevos medicamentos o para la investigación básica orientada a la medicina.
La colaboración entre la FDA y Emulate se centrará en el hígado, ya que es en este órgano donde se descomponen la mayoría de los medicamentos. Los nuevos medicamentos podrán de ahora en adelante experimentarse en estos chips, sin necesidad de perjudicar a los animales.
Las pruebas con animales no desaparecerán completamente con este chip, pero si la colaboración es exitosa, podría reducir el número de animales utilizados en la investigación preclínica.
La experimentación con animales o experimentación in vivo utiliza cada año entre 50 y 100 millones de animales vertebrados (desde peces cebra hasta primates no humanos) en estas actividades. Se calcula que sólo en Europa la investigación preclínica sacrifica a más de 11 millones de animales.
Invertebrados, ratones, ratas, pájaros, ranas, y otros animales no destetados no están incluidos en estos números, aunque una estimación realizada sobre el número de ratas y ratones usados en los Estados Unidos en el año 2001 lo situaba en 80 millones.
La mayoría de animales son sacrificados después de usarlos en un experimento. Para los científicos, los animales son considerados objetos insensibles que puede ser utilizados sin reparos éticos para experimentar nuevos medicamentos o para la investigación básica orientada a la medicina.