Un chico-átomo protagoniza la película más pequeña de la historia

Científicos de IBM ruedan un film a escala atómica, usando un microscopio de efecto túnel


Científicos de IBM han rodado la película más pequeña del mundo con los elementos más diminutos del universo: los átomos. En el rodaje del film se usaron miles de átomos colocados con precisión, para generar un total de casi 250 fotogramas. La película está protagonizada por Atom, un personaje que se hace amigo de un átomo y se embarca en un viaje lúdico que incluye bailes y saltos sobre una cama elástica. Todo ello con una banda sonora musical de fondo.


IBM/T21
02/05/2013

Atom, protagonista atómico de la película más pequeña de la historia. Fuente: IBM.
Científicos de IBM han rodado la película más pequeña del mundo con los elementos más diminutos del universo: los átomos.

Titulada “A Boy and His Atom” (El chico y su átomo) y verificada por el registro mundial del Guiness, para el film se usaron miles de átomos colocados con precisión, para generar un total de casi 250 fotogramas, informa la compañía en un comunicado.

La película está protagonizada por Atom, un personaje que se hace amigo de un átomo y se embarca en un viaje lúdico que incluye bailes y saltos sobre una cama elástica. Todo ello con una banda sonora musical de fondo.

Bajo su realización subyacen avanzados conocimientos científicos: “Capturar, posicionar y darle forma a los átomos para generar una imagen en movimiento original y a nivel atómico es una ciencia precisa y completamente nueva”, asegura Andreas Heinrich, investigador de IBM.

Para Herinrich, “esta película es una forma divertida de compartir el mundo a escala atómica, al tiempo que se abre un diálogo con estudiantes y otras personas sobre nuevos horizontes de las matemáticas y de la ciencia”.

El rodaje

Para hacer la película, los átomos fueron movidos por un microscopio de efecto túnel a su vez dirigido desde un ordenador de IBM.

Este microscopio es un instrumento para tomar imágenes de superficies a nivel atómico y su desarrollo, en 1981, hizo merecedores del Premio Nobel de Física a Gerd Binnig y Heinrich Rohrer en 1986.

Además de que puede magnificar las superficies atómicas más de 100 millones de veces, la capacidad de este instrumento de controlar la temperatura, la presión y las vibraciones a niveles extremadamente exactos es lo que ha permitido mover los átomos con una precisión extrema, para rodar cada una de sus imágenes.

En el rodaje se usó una aguja ultrafina especial que, sobre una superficie de cobre, atrajo a los átomos y moléculas que allí había para empujarlos y situarlos en cada situación específica. En total se hicieron 242 colocaciones individuales, correspondientes a cada fotograma.

Almacenamiento en una uña

Las técnicas empleadas para hacer la película son similares a lo que IBM aplica para reducir los espacios para almacenamiento de datos. Durante décadas, los investigadores de esta compañía han estudiado los materiales a nanoescala para explorar los límites de este tipo de almacenamiento.

Y es que, a medida que los circuitos computacionales se reducen hasta alcanzar dimensiones atómicas, los diseñadores de chips se enfrentan a las limitaciones físicas de las técnicas tradicionales. De ahí el interés por explorar métodos no convencionales de magnetismo, así como las propiedades atómicas, para controlar estas diminutas partículas y usarlas como auténticos “archivos” de información.

Los científicos esperan que la memoria atómica permita, algún día, almacenar cantidades ingentes de información (por ejemplo, todas las películas del mundo) en un dispositivo del tamaño de una uña.



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