Turing creó un nuevo mundo de ciencia y tecnología

Fue el precursor de la singularidad y la computación universal y, tal vez, del Mind Uploading


Alan Turing creó un nuevo mundo de ciencia y tecnología y fue el precursor de la singularidad tecnológica, según la cual el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana. También anticipó el concepto de computación universal, según el cual una computadora puede hacer cualquier cosa que otra puede hacer. Así se pudo formular la hipótesis de que una mente humana puede ser transferida de un cerebro biológico a otro substrato computacional, sobre la que se investiga en la actualidad y que podría significar el último algoritmo recursivo del genio británico. Por Giulio Prisco (*).


Giulio Prisco
24/06/2012

El robot Kismet, con rudimentarias habilidades sociales. Polimerek.
El 23 de junio se conmemora el centenario del nacimiento de Alan Turing en Londres. En su relativamente breve vida, Turing tuvo un impacto único en la historia de la computación, el cálculo científico, la inteligencia artificial, la biología del desarrollo, y la teoría matemática de la computabilidad.

Google le rindió homenaje mostrando una máquina de Turing animada en la página principal.

Alan Turing creó un nuevo mundo de ciencia y tecnología, con una breve frase declarativa en su artículo de 1936 sobre los números computables: "Es posible inventar una sola máquina que se puede utilizar para calcular cualquier secuencia computable", escribe Daniel Dennet en The Atlantic. "Turing no se limitó a intuir que esta hazaña era posible, sino que mostró exactamente cómo hacer esta máquina. Con esta demostración, nació la era del ordenador".

"Turing entendió perfectamente que no nada podía evitar que el proceso de la evolución hiciera copias de sí mismo en diversas escalas, con creciente comprensión y inteligencia. El paso recursivo que puso en marcha a la bola - el diseño de un equipo que podía imitar cualquier otro equipo - podía ser reiterado, lo que permite que determinados equipos puedan mejorar sus propias competencias mediante el rediseño de sí mismos, dejando a su diseñador original muy por detrás. Ya en Computing Machinery and Intelligence (Maquinaria de Computación e Inteligencia), su histórico artículo en la revista Mind de 1950, reconoció que no había ninguna contradicción en el concepto de ordenadores (no humanos) que pueden aprender".

"El trabajo [de Turing] se realizó entre los años 1945 a 1950. Parece muy probable, entonces, que la afirmación de Turing de que los algoritmos recursivos, en última instancia, podrían 'dejar atrás a su diseñador original’, llegó en la década de 1940. Este parece ser el primer descubrimiento de la singularidad tecnológica ", escribe Extropia DaSilva en los foros de KurzweilAI.

La singularidad tecnológica (algunas veces llamada simplemente la Singularidad) es un acontecimiento futuro en el que se predice que el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana, cambiando nuestro ambiente de manera tal, que cualquier ser humano anterior a la Singularidad sería incapaz de comprender o predecir. Dicho acontecimiento se ha nombrado así por analogía con la singularidad espaciotemporal observada en los agujeros negros, donde existe un punto en el que las reglas de la física dejan de ser válidas, y donde la convergencia hacia valores infinitos hace imposible el definir una función.

Según la Conjetura de Turing-Church, cualquier cálculo ejecutado por un ordenador con acceso a una cantidad infinita de almacenamiento, se puede hacer por cualquier otra máquina de calcular con almacenamiento infinito, no importa cuál sea su configuración. Una computadora puede hacer cualquier cosa que otra puede hacer. En otras palabras, todos los cálculos son equivalentes. Turing y Church llamaron a este concepto “computación universal”. El matemático Stephen Wolfram lleva esta idea aún más lejos y sugiere que muchos procesos muy complejos en los ámbitos de la biología y la tecnología son, básicamente, computacionalmente equivalentes ", escribe Kevin Kelly.

A raíz de la conjetura de Turing-Church, una mente humana puede ser transferida de un cerebro biológico a otro substrato computacional, lo que se denomina Mind Uploading. La investigación está en curso y podría lograr resultados prácticos en este siglo, tal vez en sólo unas décadas. Una vez que esta tecnología esté disponible, los seres humanos serán capaces de vivir indefinidamente en cuerpos no biológicos (por ejemplo en cuerpos robóticos) y podrán hacer copias de seguridad de si mismos. Las civilizaciones futuras colonizarán la galaxia y el universo, y tal vez desarrollarán técnicas “mágicas” de ingeniería espacio-temporal para resucitar a los muertos "copiándolos en el futuro." Espero que podamos ser resucitados por nuestros descendientes en el futuro lejano, y espero tener el honor de conocer personalmente a Alan Turing.

Tal vez nuestros descendientes sean capaces de crear realidades sintéticas habitadas por seres conscientes, y tal vez nosotros mismos somos mentes pensantes en una realidad sintética, computacionalmente generada, como una gigantesca versión de la Máquina Universal de Turing en el universo computacional del juego “Life”.

Máquina de Turing en Lego

En una nota más ligera, el CWI de Amsterdam construyó una sencilla máquina de Turing hecha con ladrillos LEGO en honor de Alan Turing, para mostrar a todos lo simple que realmente es una máquina de cálculo. Los objetivos primarios fueron hacer cada operación lo más visible posible, y de hacerlo con los componentes automáticos de sólo un único juego de LEGO Mindstorms NXT, para que sea fácil de reproducir para los interesados. La máquina de Turing LEGO es parte de la exposición “Turing’s Erfenis”.

"Turing no sólo impulsó la llegada de la computadora, sino también la relación entre las matemáticas, la química y la biología en su trabajo sobre “morfogénesis", el estudio de los patrones de crecimiento en la naturaleza", informa The Independent en un artículo sobre la exposición del Centenario de Turing en el Museo de Ciencias de Londres. "Ustedes salen de esta exposición excelente y gratis - financiada por Google - con la sensación de que alguna pequeña reparación se ha hecho, aunque 50 años más tarde, para el malísimo tratamiento infligido a uno de los más grandes talentos del siglo 20".

"La exposición funciona en varios niveles y exhibiciones, llevando hasta a los tecnófobos a través de los fundamentos de la programación de computadoras. Los no científicos también se sentirán atraídos por las letras conmovedoras escritas por Turing a la madre de un amigo, un estudiante que murió de tuberculosis (claramente el amor de su vida), y por las píldoras de estrógeno castradoras que sorprendentemente eligió, en lugar de la cárcel, después de su condena por ser homosexual, que entonces era un crimen, por lo que fue detenido después de informar de un robo en 1951. Los fármacos funcionaban: Alan Turing perdió su libido. Pero también perdió su ventaja intelectual".

Este tratamiento de uno de los más grandes genios científicos de todos los tiempos parece vergonzoso, brutal e inhumano a nuestros ojos modernos, o por lo menos debería. Hace unos meses el gobierno del Reino Unido rechazó las peticiones para que se concediera a Turing un perdón oficial para las condenas de homosexualidad que remontan a la década de 1950: "Un perdón póstumo no se consideró apropiado porque Alan Turing fue condenado adecuadamente para lo que en el momento era un delito".

En 2009 el ex primer ministro británico, Gordon Brown, emitió una disculpa oficial al señor Turing, etiquetando el trato que había recibido como "completamente injusto" y "terrible".

"Algunos aficionados de la informática piensan que el logotipo de la empresa Apple es un guiño al suicidio de Turing, en el supuesto de que la manzana mordida encontrada a su lado estaba impregnada del cianuro que le mató. La evidencia no confirma esta teoría", continúa The Independent. "Este gran británico murió como había vivido - un hombre tranquilo y razonable, no dados a gestos teatrales".

Pero yo espero que no se haya ido para siempre.


(*) Giulio Prisco es Licenciado en Física Teórica y Computacional, Miembro del Consejo Editorial de Tendencias21 y miembro del Consejo Directivo del Institute for Ethics and Emerging Technologies.



Giulio Prisco
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