La destitución de Trump se convierte cada día en algo más probable, destaca La Presse, tras el fulminante cese del director del FBI, James Comey, por investigar las relaciones del presidente con Rusia. Algo que de por sí ya se especula con que pueda ser obstrucción a la justicia, señala NYT.
El cese de Comey evoca el despido en 1973 del fiscal encargado del Watergate Archibald Cox, que al final desembocó en la destitución de Nixon. Lo señala el historiador Allan Lichtman, el que anticipó la victoria electoral de Trump y prevé también su próxima destitución en virtud de sus vínculos con Rusia.
Acostumbrado como está a no rendir cuentas de sus actos, a pesar de su polémica actividad empresarial, Trump no podrá recurrir a la suspensión de pagos para arreglar sus desaguisados políticos. Y los republicanos le abandonarán si ven amenazado un segundo mandato presidencial para su partido, advierte Lichtman.
La guinda a esta situación la pone esta semana la influyente revista Foreing Policy al hablar de la cumbre de la OTAN que se inicia el 25 de mayo en Bruselas, a la que acudirá Trump. Señala que la Alianza está diciendo a los jefes de Estado que limiten las conversaciones a dos o cuatro minutos durante el debate, debido a la escasa capacidad de concentración del presidente norteamericano.
Añade que los organizadores de la cumbre se están preparando para tratar con un niño caprichoso, alguien al que no le interesan las cuestiones políticas serias y que considera alegremente que la OTAN está obsoleta. “They’re freaking out,” sentencia FP.
Son las dos caras de una decadencia anunciada: la de Trump y la del modelo que representa.
El cese de Comey evoca el despido en 1973 del fiscal encargado del Watergate Archibald Cox, que al final desembocó en la destitución de Nixon. Lo señala el historiador Allan Lichtman, el que anticipó la victoria electoral de Trump y prevé también su próxima destitución en virtud de sus vínculos con Rusia.
Acostumbrado como está a no rendir cuentas de sus actos, a pesar de su polémica actividad empresarial, Trump no podrá recurrir a la suspensión de pagos para arreglar sus desaguisados políticos. Y los republicanos le abandonarán si ven amenazado un segundo mandato presidencial para su partido, advierte Lichtman.
La guinda a esta situación la pone esta semana la influyente revista Foreing Policy al hablar de la cumbre de la OTAN que se inicia el 25 de mayo en Bruselas, a la que acudirá Trump. Señala que la Alianza está diciendo a los jefes de Estado que limiten las conversaciones a dos o cuatro minutos durante el debate, debido a la escasa capacidad de concentración del presidente norteamericano.
Añade que los organizadores de la cumbre se están preparando para tratar con un niño caprichoso, alguien al que no le interesan las cuestiones políticas serias y que considera alegremente que la OTAN está obsoleta. “They’re freaking out,” sentencia FP.
Son las dos caras de una decadencia anunciada: la de Trump y la del modelo que representa.