Tres actitudes que fidelizarán a sus empleados y los harán más productivos

Según los expertos hay tres aspectos descuidados en la relación jefe-empleado que entorpecen la productividad


Escuchar, reconocer un buen trabajo y defender los derechos de los empleados frente a los directivos son claves para tener a sus trabajadores como aliados de su gestión, según expertos en recursos humanos. Hacer justicia desde la silla del “jefe” no es trabajo fácil. Sin embargo, mostrar la predisposición a hacerlo es ya un gran paso reconocido por los miembros del equipo y, en la mayoría de los casos, respondido con gestos de reciprocidad que mejoran la productividad de la empresa. Por Iván Abreu Anaya.


Iván Abreu Anaya
15/04/2013

Fuente: PhotoXpress.
Para muchos jefes no resulta una preocupación la impresión que tienen sobre su propia profesionalidad los miembros de su equipo. Su tesis es que a los empleados se les paga para realizar una labor y que su obligación es cumplir.

Pero, si bien es cierto que esta es una afirmación real y no distorsionada, también lo es que el incentivo a los equipos mejora los resultados de las compañías.

Suelen ser estos mismos directivos los que atribuyen a los empleados la responsabilidad de los errores o problemas en el trabajo. Por una acción involuntaria que no les permite ver que la raíz del problema es su gestión.

Afortunadamente, a criterio de los expertos, según el digital especializado Management-Issues, la mayoría de los empleadores saben hoy en día que cuando hacen un esfuerzo para impresionar a sus empleados, el resultado es una fuerza de trabajo que aumenta su compromiso y productividad.

Para el especialista en formación de personal Dan Bobinski existen muchas maneras de impresionar e incentivar a sus subordinados, sin embargo, aquí desglosamos tres que crearán un impacto positivo en casi todos los lugares de trabajo:

Escuchar a su equipo

Oír es una cosa, escuchar es otra. Por definición, el oír es simplemente el acto de percibir un sonido por el oído. Está comprobado que ni siquiera se requiere un pensamiento consciente para oír.

Escuchar, por el contrario, es tratar de entender realmente el punto de vista de otra persona, y requiere una elección activa y consciente. “Para escuchar, usted debe tener un propósito en su corazón y aplicar esfuerzo mental", asegura Bobinski.

Desafortunadamente, la siguiente escena es demasiado común:

En una reunión de empleados, el jefe anuncia los detalles de un próximo proyecto. Después de su presentación, pronuncia la típica frase: "¿Tienen alguna duda o preocupación?" Sólo cinco segundos después, viene el: "Bien. Espero ver a todos entusiasmados con este proyecto y ver resultado positivos, a trabajar!."


Para el especialista el final de la reunión es demasiado abrupto. “La gente necesita tiempo para formular sus pensamientos. A criterio del jefe, les está dando a su equipo la oportunidad de ser escuchados y aclarar dudas, pero en realidad nadie del equipo siente que el jefe se preocupa por lo que tienen que decir.” Como resultado, su confianza en el líder y su entusiasmo por el proyecto pueden llegar a verse severamente reducidos, según Bobinski.

Reconocer el desempeño de su equipo

Más allá de la escucha activa, los empleadores impresionan a sus empleados con reconocimientos específicos de sus esfuerzos . La gente quiere saber que su trabajo importa. Para ello es necesario detenerse un segundo en su discurso y reconocer que el trabajo de sus empleados es seguido y valorado.

“Al igual que con la escucha, la autenticidad es importante aquí. Un reconocimiento debe ser sincero o tendrá poco valor", asegura el experto.

Cerciorarse de mirar a los empleados a los ojos cuando se les agradece un esfuerzo, les transmite seguridad. Para demostrar el aprecio, hay que tener en cuenta que el tiempo es crucial. Esperar demasiado tiempo para reconocer la labor de un empleado puede disminuir el valor de su reconocimiento.

También, hay que ser precavido en la ocasión elegida para hacer cualquier reconocimiento (es decir, nunca debe ser demasiado privado o excesivamente público, dependiendo de la situación y la persona), para que el impacto del agradecimiento no se debilite.

Los empleados se sentirán impresionados cuando sus jefes reconozcan formalmente sus contribuciones y esfuerzos de forma adecuada y les motivará a hacer un mejor trabajo.

Defienda a su equipo y hágalo saber

Los jefes por naturaleza quieren que sus empleados se preocupen por la calidad del trabajo que producen y porque representen de la manera más profesional a la empresa.

“Piense en la defensa como una ley natural, recíproca: Si los empleadores no se preocupan por sus empleados, no pasará mucho tiempo antes de que los empleados no se preocupen por el empleador y la empresa", dice Bobinski.

Descubra lo que los empleados quieren y ayúdeles a conseguirlo. Por ejemplo, cuando el cambio está llegando, pregunte a los empleados sobre sus preocupaciones y trabaje con ellos para encontrar soluciones, les generará mayor seguridad y se sentirán respaldados.

Esto no significa que los gerentes deben resolver todos los problemas de los empleados. Sólo significa que están escuchando la lluvia de ideas de sus empleados, tratando de encontrar la manera de resolver sus luchas y sondeando la practicidad del proyecto.

Pocas cosas son siempre 100 % seguras, pero cuando los empleados saben que su jefe cuida de ellos, son mucho más propensos a mantener su compromiso, ir más allá, y hacer lo correcto a cambio. Póngalo en práctica.



Iván Abreu Anaya
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