Cinco millones de personas se abastecen de agua potable con esta tecnología. Fuente: PhotoXpress.
Los datos de los organismos oficiales dejan poco margen para la interpretación: nueve de cada diez casos de enfermedad diarréica regristrados en el Tercer Mundo se pueden prevenir con la mejora de las condiciones de higiene y saneamiento del agua que la población bebe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este sentido, esta institución supranacional recomienda el empleo de métodos para conseguir una mejor calidad de las aguas que pasa por la cloración, la filtración, ebullición, floculación o el método SODIS (SOlarwaterDISinfection).
Este tipo de técnica de desinfección solar del agua potable se viene estudiando y probando desde hace varias décadas. Básicamente, consiste en llenar botellas -normalmente de dos litros- de agua procedente de ríos, lagos o manantiales y dejarlas expuesta al solo durante al menos seis horas, aunque en función de las condiciones del agua y los pátogenos que pueda contener, el tiempo de exposición recomendado puede prolongarse a las 48 horas.
Los efectos vienen derivados de la combinación resultante del calentamiento del agua y la radiación ultravioleta procedentes del sol. Existen numerosos estudios que avalan la eficacia de este tipo de técnica para erradicar los microorganismos patógenos que se desenvuelven en el medio acuoso o reducir los índices de mortalidad por diarrea y cólera en aquellas zonas donde se aplica.
En este sentido, esta institución supranacional recomienda el empleo de métodos para conseguir una mejor calidad de las aguas que pasa por la cloración, la filtración, ebullición, floculación o el método SODIS (SOlarwaterDISinfection).
Este tipo de técnica de desinfección solar del agua potable se viene estudiando y probando desde hace varias décadas. Básicamente, consiste en llenar botellas -normalmente de dos litros- de agua procedente de ríos, lagos o manantiales y dejarlas expuesta al solo durante al menos seis horas, aunque en función de las condiciones del agua y los pátogenos que pueda contener, el tiempo de exposición recomendado puede prolongarse a las 48 horas.
Los efectos vienen derivados de la combinación resultante del calentamiento del agua y la radiación ultravioleta procedentes del sol. Existen numerosos estudios que avalan la eficacia de este tipo de técnica para erradicar los microorganismos patógenos que se desenvuelven en el medio acuoso o reducir los índices de mortalidad por diarrea y cólera en aquellas zonas donde se aplica.
Empresa puntera
El grupo de Tratamientos Solares de Aguas de la Plataforma Solar de Almería (PSA) dependiente del CIEMAT lleva trabajando en desinfección de aguas mediante el uso de energía solar desde casi una década. Fundamentalmente, este grupo desarrolla varias líneas de investigación relacionadas con la desinfección solar de agua de bebida.
La línea de investigación mas ambiciosa en esta materia se inició en 2006 en colaboración con el Royal College of Surgeons in Ireland (RCSI, Dublín), el Instituto Suizo del Agua (EAWAG) y el CSIR de Sudáfrica, entre otros, y cuyos resultados relativos a sus posibilidades de aplicación en comunidades rurales de países en vías de desarrollo se han publicado en un artículo científico de la revista Journal of Hazardous Materials.
Este programa estaba financiado por el programa europeo de investigación SODISWATER. Uno de los elementos analizados son el estudio de los mecanismos a través de los cuales la radiación solar provoca la muerte, y la consecuente erradicación, de un buen número de microorganismos nocivos. Así mismo, este análisis se complementa con el estudio y diseño de nuevas técnicas que mejoren la eficacia de la potabilización al tiempo que disminuyan sus costes.
De este modo, se conseguiría el objetivo de obtener una mayor cantidad de agua potable apta para el consumo humano en el menor tiempo posible.
Las posibilidades que ofrece SODIS, según los investigadores españoles, son enormes, ya que la exposición de agua a los rayos solares no precisa de formación técnica y esta al alcance de cualquiera y, encima a un coste cero. Cualquier persona puede acceder a una botella de plástico de dos litros y ponerla a calentar durante un tiempo determinado antes de beberla.
Según los datos oficiales, a hay más de cinco millones de personas en todo el mundo que se abastecen de agua potable utilizando esta técnica que la utilizan comunidades rurales de cincuenta países de Asia, Sudamérica y África.
El grupo de Tratamientos Solares de Aguas de la Plataforma Solar de Almería (PSA) dependiente del CIEMAT lleva trabajando en desinfección de aguas mediante el uso de energía solar desde casi una década. Fundamentalmente, este grupo desarrolla varias líneas de investigación relacionadas con la desinfección solar de agua de bebida.
La línea de investigación mas ambiciosa en esta materia se inició en 2006 en colaboración con el Royal College of Surgeons in Ireland (RCSI, Dublín), el Instituto Suizo del Agua (EAWAG) y el CSIR de Sudáfrica, entre otros, y cuyos resultados relativos a sus posibilidades de aplicación en comunidades rurales de países en vías de desarrollo se han publicado en un artículo científico de la revista Journal of Hazardous Materials.
Este programa estaba financiado por el programa europeo de investigación SODISWATER. Uno de los elementos analizados son el estudio de los mecanismos a través de los cuales la radiación solar provoca la muerte, y la consecuente erradicación, de un buen número de microorganismos nocivos. Así mismo, este análisis se complementa con el estudio y diseño de nuevas técnicas que mejoren la eficacia de la potabilización al tiempo que disminuyan sus costes.
De este modo, se conseguiría el objetivo de obtener una mayor cantidad de agua potable apta para el consumo humano en el menor tiempo posible.
Las posibilidades que ofrece SODIS, según los investigadores españoles, son enormes, ya que la exposición de agua a los rayos solares no precisa de formación técnica y esta al alcance de cualquiera y, encima a un coste cero. Cualquier persona puede acceder a una botella de plástico de dos litros y ponerla a calentar durante un tiempo determinado antes de beberla.
Según los datos oficiales, a hay más de cinco millones de personas en todo el mundo que se abastecen de agua potable utilizando esta técnica que la utilizan comunidades rurales de cincuenta países de Asia, Sudamérica y África.