El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Ambiente, y Mirlo Positive Nature han hecho pública hoy en rueda de prensa la puesta en marcha de la II Campaña de Reforestación de la Corona Forestal, una iniciativa con la que pretenden plantar unos 500 árboles en una superficie aproximada de 4.200 metros cuadrados dentro del mayor espacio natural protegido de Canarias.
En la rueda de prensa, celebrada en el Cabildo de Tenerife, han participado Ana Lupe Mora, Consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, y Yeray Martínez, Director de Mirlo Positive Nature.
El proyecto se financia mediante un original sistema de participación ciudadana que permite plantar un árbol por cada ocho euros recaudados. El 70% de las aportaciones se destina directamente a cumplir con los objetivos del proyecto Corona Forestal.
La campaña Corona Forestal 2014 pretende recaudar 4.000 euros, que serán suscritos íntegramente por la ciudadanía, por lo que se propone reunir a un total de 130 personas comprometidas con la generación de huella ecológica positiva, conocidas como «mirlos».
El ejemplo del mirlo capiblanco
Los 130 mirlos son las personas que, imitando el comportamiento del mirlo capiblanco, contribuirán a mejorar la Corona Forestal aportando recursos e incluso participando en la plantación de árboles. La repoblación forestal tendrá lugar en una zona propia del bosque de laurisilva, también conocido como monteverde.
El mirlo capiblanco es un ave que vuela anualmente del norte de Europa a las Islas Canarias y, una vez allí, ayuda a dispersar las semillas del cedro canario, una especie endémica amenazada. Los mirlos que llegan de Europa se alimentan de sus frutos, que solo pueden germinar después de que el mirlo los haya digerido. Así, se produce una simbiosis que refleja lo que la campaña de los 130 mirlos pretende conseguir.
El proyecto para la regeneración de la Corona Forestal se inició en 2013 con la plantación de 3.500 metros cuadrados de bosque y un total de 520 árboles. Gracias a estos nuevos árboles, se impide que 139 toneladas de CO2 generadas por la actividad humana fluyan a la atmósfera y contribuyan aún más al calentamiento del planeta. Estas 139 toneladas equivalen a la huella de carbono media anual de 25 ciudadanos, las emisiones de unos 50 coches a lo largo de un año o más de 200 vuelos entre Canarias y la Península.
La empresa Mirlo tiene previsto revisar los árboles plantados para reponer, a la llegada de las lluvias otoñales, aquellas plantas que no se encuentren en buen estado. No obstante, el año ha sido especialmente bueno y se espera que el éxito de arraigo supere el 90%.
Además, a los árboles plantados con las aportaciones de los clientes de Mirlo, se une una pequeña plantación de 30 árboles que se realizó en noviembre de 2013 con los clientes del Hotel Tigaiga, del Puerto de la Cruz. Esta plantación coincidió con la celebración del paseo turístico que anualmente este hotel ofrece a sus huéspedes y es fruto de la colaboración del Hotel Tigaiga con Mirlo, a través de su Club de Empresas Mirlo Positive Nature. Esta plantación será supervisada asimismo por Mirlo para asegurar que aquellos árboles que no hayan podido prosperar tengan un sustituto.
En la rueda de prensa, celebrada en el Cabildo de Tenerife, han participado Ana Lupe Mora, Consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, y Yeray Martínez, Director de Mirlo Positive Nature.
El proyecto se financia mediante un original sistema de participación ciudadana que permite plantar un árbol por cada ocho euros recaudados. El 70% de las aportaciones se destina directamente a cumplir con los objetivos del proyecto Corona Forestal.
La campaña Corona Forestal 2014 pretende recaudar 4.000 euros, que serán suscritos íntegramente por la ciudadanía, por lo que se propone reunir a un total de 130 personas comprometidas con la generación de huella ecológica positiva, conocidas como «mirlos».
El ejemplo del mirlo capiblanco
Los 130 mirlos son las personas que, imitando el comportamiento del mirlo capiblanco, contribuirán a mejorar la Corona Forestal aportando recursos e incluso participando en la plantación de árboles. La repoblación forestal tendrá lugar en una zona propia del bosque de laurisilva, también conocido como monteverde.
El mirlo capiblanco es un ave que vuela anualmente del norte de Europa a las Islas Canarias y, una vez allí, ayuda a dispersar las semillas del cedro canario, una especie endémica amenazada. Los mirlos que llegan de Europa se alimentan de sus frutos, que solo pueden germinar después de que el mirlo los haya digerido. Así, se produce una simbiosis que refleja lo que la campaña de los 130 mirlos pretende conseguir.
El proyecto para la regeneración de la Corona Forestal se inició en 2013 con la plantación de 3.500 metros cuadrados de bosque y un total de 520 árboles. Gracias a estos nuevos árboles, se impide que 139 toneladas de CO2 generadas por la actividad humana fluyan a la atmósfera y contribuyan aún más al calentamiento del planeta. Estas 139 toneladas equivalen a la huella de carbono media anual de 25 ciudadanos, las emisiones de unos 50 coches a lo largo de un año o más de 200 vuelos entre Canarias y la Península.
La empresa Mirlo tiene previsto revisar los árboles plantados para reponer, a la llegada de las lluvias otoñales, aquellas plantas que no se encuentren en buen estado. No obstante, el año ha sido especialmente bueno y se espera que el éxito de arraigo supere el 90%.
Además, a los árboles plantados con las aportaciones de los clientes de Mirlo, se une una pequeña plantación de 30 árboles que se realizó en noviembre de 2013 con los clientes del Hotel Tigaiga, del Puerto de la Cruz. Esta plantación coincidió con la celebración del paseo turístico que anualmente este hotel ofrece a sus huéspedes y es fruto de la colaboración del Hotel Tigaiga con Mirlo, a través de su Club de Empresas Mirlo Positive Nature. Esta plantación será supervisada asimismo por Mirlo para asegurar que aquellos árboles que no hayan podido prosperar tengan un sustituto.
Proyecto Corona Forestal
El Parque Natural de la Corona Forestal, en la isla de Tenerife, con un total de 46.612,9 hectáreas, es el mayor espacio natural protegido de las Islas Canarias. La zona protegida es eminentemente forestal y circunda el Parque Nacional del Teide.
Durante 2.500 años y hasta hace pocas décadas, Tenerife ha sufrido una constante deforestación causada, principalmente, por la intervención humana, que ha mermado su privilegiada biodiversidad.
A mediados de los años 50 del pasado siglo, la Corona Forestal se reforestó con especies foráneas de pino de crecimiento rápido destinadas a la explotación maderera, lo cual empeoró la situación del medio natural.
La iniciativa de Mirlo Positivo Nature y del Cabildo de Tenerife plantará en sucesivas campañas otoñales pino canario y otras especies como el cedro o la laurisilva en los bosques naturales de la Corona Forestal, ahora ocupados por especies foráneas, y recuperará las áreas ya deforestadas del espacio natural protegido.
El objetivo es maximizar la recuperación del bosque canario en esta zona emblemática del archipiélago canario a la vez que se conciencia a la población sobre la insostenibilidad de nuestro modo de vida y la necesidad de buscar fórmulas que generen una huella positiva en el medio ambiente.
El Parque Natural de la Corona Forestal, en la isla de Tenerife, con un total de 46.612,9 hectáreas, es el mayor espacio natural protegido de las Islas Canarias. La zona protegida es eminentemente forestal y circunda el Parque Nacional del Teide.
Durante 2.500 años y hasta hace pocas décadas, Tenerife ha sufrido una constante deforestación causada, principalmente, por la intervención humana, que ha mermado su privilegiada biodiversidad.
A mediados de los años 50 del pasado siglo, la Corona Forestal se reforestó con especies foráneas de pino de crecimiento rápido destinadas a la explotación maderera, lo cual empeoró la situación del medio natural.
La iniciativa de Mirlo Positivo Nature y del Cabildo de Tenerife plantará en sucesivas campañas otoñales pino canario y otras especies como el cedro o la laurisilva en los bosques naturales de la Corona Forestal, ahora ocupados por especies foráneas, y recuperará las áreas ya deforestadas del espacio natural protegido.
El objetivo es maximizar la recuperación del bosque canario en esta zona emblemática del archipiélago canario a la vez que se conciencia a la población sobre la insostenibilidad de nuestro modo de vida y la necesidad de buscar fórmulas que generen una huella positiva en el medio ambiente.
Rueda de prensa que han dado esta mañana en el Cabildo de Tenerife Ana Lupe Mora, Consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, y Yeray Martínez, Director de Mirlo Positive Nature. Fuente: Mirlo.
Garantizar la sostenibilidad
La huella de carbono positiva en este caso se genera porque los árboles son capaces de capturar el dióxido de carbono producido por la actividad humana, impidiendo así que contribuya al calentamiento global.
Además de ello, los bosques creados ayudan a mejorar la captación de agua, el paisaje e incluso la salud de las personas que paseen por ellos, como recientemente constatan diversos estudios científicos.
Mirlo Positive Nature es una empresa con sede en Santa Cruz de Tenerife, constituida en Madrid en 2013 con el objetivo de llevar a cabo, con la colaboración ciudadana, proyectos medioambientales reales, con un impacto positivo en la naturaleza y en la sociedad.
Mirlo se alinea con el séptimo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que los 189 países miembros de Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
La huella de carbono positiva en este caso se genera porque los árboles son capaces de capturar el dióxido de carbono producido por la actividad humana, impidiendo así que contribuya al calentamiento global.
Además de ello, los bosques creados ayudan a mejorar la captación de agua, el paisaje e incluso la salud de las personas que paseen por ellos, como recientemente constatan diversos estudios científicos.
Mirlo Positive Nature es una empresa con sede en Santa Cruz de Tenerife, constituida en Madrid en 2013 con el objetivo de llevar a cabo, con la colaboración ciudadana, proyectos medioambientales reales, con un impacto positivo en la naturaleza y en la sociedad.
Mirlo se alinea con el séptimo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que los 189 países miembros de Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.