Teléfonos móviles y 'kits' de análisis para evaluar la calidad del agua en la India

Un sistema permite que cada pueblo analice el líquido y envíe los resultados a un laboratorio central


Científicos de tres continentes han creado un sistema que permite a las comunidades rurales de la India evaluar la calidad de su agua por sí solas. Consiste en un pequeño 'kit' que evalúa si el agua está contaminada. Los habitantes de cada pueblo envían sus resultados por teléfono móvil, y el laboratorio central busca tendencias generales en cada pueblo, para compensar errores puntuales. Por Carlos Gómez Abajo.


22/09/2014

Dos investigadores, con un tubo contaminado (izquierda) y uno pendiente de análisis. Fuente: Georgia Tech.
Con más de 10 millones de puntos de servicio, supervisar el sistema rural de agua potable de la India es un verdadero dolor de cabeza para los funcionarios de salud pública. Para ayudar a abordar este desafío, un consorcio de investigación de tres continentes está evaluando una nueva técnica de crowdsourcing ambiental que funciona con kits de análisis de 53 centavos de dólar (41 céntimos de euro) y el servicio de telefonía móvil, presente en toda la nación.

Estudiada en ocho aldeas este verano y programada para una evaluación más amplia en 2015, la técnica podría dar a los residentes la capacidad de revisar la calidad de su propia agua y abordar los problemas que encuentren. Si tiene éxito, este crowdsourcing ambiental podría ampliarse a otras naciones y a otras necesidades de supervisión ambiental a gran escala.

"Sería imposible pagar a alguien para que fuera a tomar todas esas muestras, las trajera de vuelta a un laboratorio central y las procesará en condiciones controladas", explica Joe Brown, profesor asistente de la Escuela de Ingeniería Civil y Ambiental de Georgia Tech (Atlanta, EE.UU.), que es quien lidera el proyecto. "Pero creemos que hay una gran cantidad de métodos prometedores para evaluar la seguridad del agua que no implican costosos laboratorios y personal altamente capacitado", señala en la nota de prensa de la universidad.

La investigación está patrocinada por el Instituto de Educación Internacional estadounidense. Otros organismos asociados son el Instituto Nacional de Investigación en Ingeniería Ambiental (NEERI) de India, y la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, del Reino Unido.

En los países ricos, los suministros de agua son analizados de forma rutinaria por los servicios públicos, bajo las normas locales aplicables, que especifican procedimientos de laboratorio estrictos. Con su sistema distribuido de puntos de agua pueblo a pueblo, y un número limitado de laboratorios de análisis, eso no es práctico en la India. Sin embargo, los análisis rutinarios del agua son fundamentales para garantizar el suministro de agua potable a los 1.200 millones de indios.

Funcionamiento

La técnica funciona así: Los voluntarios reciben los kits de análisis, que incluyen un tubo de ensayo que contiene un material que cambia de color en presencia de E. coli, una bacteria presente a menudo en el agua contaminada. En sus casas, los voluntarios llenan los tubos con agua, ya sea de un grifo o de un contenedor de almacenamiento de agua en el hogar.

Luego dejan incubar el agua en el tubo de ensayo durante la noche, y a continuación, utilizan un teléfono móvil para enviar un mensaje con una serie de números que indican si el material de prueba se mantuvo amarillo -lo cual indica agua potable- o se puso morado, indicando contaminación.

Un smartphone programado recibe y analiza los textos, calcula automáticamente la calidad general del agua en cada pueblo. El programa tiene en cuenta que puede haber errores puntuales, y busca tendencias generales.

"La clave está en agregar muchas, muchas muestras", explica Brown. "Individualmente, las pruebas no nos dicen mucho, pero si swe cogen un millar de ellas, se puede calcular una estimación de los recuentos microbianos de una fuente de agua potable típica".

En una evaluación realizada este verano en ocho pueblos cerca de la ciudad de Nagpur, el equipo de investigación -tres estudiantes de grado y dos estudiantes de postgrado, además de Brown- recibió los resultados de la cuarta parte de las 1.800 personas que recibieron los kits. Y cuando regresaron a las aldeas para hacer reuniones de seguimiento, el 60 por ciento de los kits distribuidos fueron devueltos para su estudio.

Pero la prueba requiere algunos cambios. En el primer pueblo que recibió los kits, los investigadores repartieron hojas de instrucciones con explicaciones detalladas y diagramas que mostraban los pasos necesarios. Pero incluso ellos se confundieron acerca de la secuencia de números de la que había que informar.

"Quedó dolorosamente claro que no iba a funcionar", recuerda Brown. "En el tiempo que estuvimos allí, las instrucciones se hicieron más y más sencillas y terminamos poniéndolas en el propio kit. Obteníamos mejores resultados cuanto más simples eran".

Las visitas de seguimiento permitieron a los investigadores compartir los resultados con los residentes de la aldea, que ofrecieron interpretaciones de los resultados y sugirieron soluciones. En una aldea, por ejemplo, los resultados positivos llevaron a descubrir una tubería agrietada que permitía la contaminación del suministro de agua.

Los investigadores descubrieron que en la mayoría de los casos, la calidad del agua procedente del grifo era mejor que la calidad del agua almacenada en los hogares. Razones probables eran, por ejemplo, los fallos al cubrir los recipientes y el uso de tazas o tazones contaminados para sacar agua de los contenedores.

"Las dos semanas que pasamos en la India nos dieron una mejor comprensión de las condiciones en que se utilizarán estos equipos, y nos hicieron valorar lo importante que es tener agua potable", reconoce Andy Loo, uno de los miembros del equipo.

Los 'kits'

Los kits de prueba fueron diseñados por los estudiantes a partir de materiales disponibles comercialmente en India. "Creemos que esto puede ser un modelo escalable para supervisión ambiental a gran escala, además de en la India", considera Brown. "Los tests han funcionado bien".

El equipo espera volver a la India en 2015 para su evaluación a gran escala de la técnica. El objetivo será comparar los resultados producidos por el crowdsourcing con el muestreo convencional realizado por científicos de NEERI. A partir de lo que han aprendido este año, los investigadores planean evaluar el uso de los kits por parte de grupos como escolares, o grupos de autoayuda de mujeres.

Además de mejorar la calidad del agua, Brown cree que el programa capacitará a los ciudadanos rurales de la India a asumir la responsabilidad de su agua potable.

En Europa

Por su parte, el proyecto financiado con fondos europeos Catalyst pretende aprovechar las telecomunicaciones para crear comunidades virtuales de participación e innovación social. Como informa la agencia Cordis, un grupo de importantes redes sociales y destacados institutos de investigación se unieron a finales de 2013 con el propósito de desarrollar y probar herramientas de inteligencia colectiva para después ponerlas a disposición de los colectivos interesados en código libre.

El conjunto de herramientas que está construyendo dicho equipo abarca una amplia gama de capacidades, a saber: detección colectiva (consiste en que un colectivo recoja datos sobre su entorno, como en el caso del agua de la India); búsqueda de sentido (interpretación de datos para identificar patrones que respaldan una actuación); ideación (desarrollo de ideas sobre la actuación a realizar); toma de decisiones (selección de la actuación óptima); y, por último, actuación colectiva (realización de la actuación de un modo coordinado y efectivo).

Dicho conjunto de herramientas (Assembl, DebateHub, LiteMap y Edgesense) estará listo para realizar ensayos a final de año. El equipo responsable ha lanzado una "convocatoria abierta de colaboración" en la que anima a las comunidades existentes a probar estas herramientas. En concreto, los socios del proyecto pretenden colaborar con comunidades de dentro y fuera de Europa para que pongan a prueba sus creaciones y también para entablar un debate a gran escala sobre un tema predefinido de relevancia para la sociedad.

Aquellas comunidades que lo deseen pueden enviar ya mismo una solicitud para probar las herramientas de Catalyst. El plazo para remitir solicitudes concluirá el 1 de octubre de este año. Las pruebas darán comienzo a finales de 2014 o principios de 2015 y terminarán a finales de abril de 2015.

El consorcio de Catalyst consta de cinco entidades dedicadas a gestionar plataformas de participación ciudadana y comunidades virtuales de innovación social de grandes dimensiones —Imagination for People, Wikitalia, CSCP, Purpose y Euclid Network — y dos institutos de investigación, la Open University y la Universidad de Zúrich (Suiza).



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