Fotografía de L. Brian Stauffer. Universidad de Illinois.
Los creadores de negocios exitosos en cualquier parte del mundo son conscientes de cómo todo empezó a partir de una buena idea que se desarrolló de la manera correcta hasta convertirse en un producto o servicio sin el que hoy un gran número de consumidores sentirían una necesidad particular.
Eso quiere decir que lo que necesitan las empresas para no solo sobrevivir, sino también permanecer competitivas, crecer y ser exitosas son ideas innovadoras y visionarias que, además, se introduzcan adecuadamente en los mercados para ser bien recibidas por los públicos y convertirse así en ideas prácticas y de utilidad real.
Un nuevo estudio de la Universidad de Illinois realizó encuestas entre casi doscientos gerentes de marketing y de investigación de empresas de productos personales y para el hogar, y encontró que la cultura de negocios que se promueve dentro de una compañía tiene efectos directos sobre el tipo de ideas que se obtienen de la fuerza de trabajo.
La investigación, que será publicada en el Journal of Product Innovation Management, reveló que mientras las compañías que se enfocan más en las necesidades de los clientes y en ganarle a la competencia reciben un mayor número de ideas de parte de sus empleados para el desarrollo nuevos productos, aquellas que se centran en la tecnología obtienen menos ideas pero más innovadoras.
Tecnología vs. marketing
Así como el énfasis en los mercados y la competencia lleva a la producción de muchas ideas de avances relacionados con los productos existentes que buscan suplir las nuevas necesidades de los consumidores, el enfoque en la tecnología permite dejar volar la imaginación para desarrollar productos o servicios totalmente nuevos que pueden significar finales y comienzos de eras importantes en las distintas áreas.
En el reporte se mencionan ejemplos de estas situaciones; para el primer caso, se habla de avances en la velocidad de los dispositivos de lectura inalámbricos, y para el segundo, del brinco de los discos compactos a las descargas electrónicas de música.
En palabras de William Qualls, autor del estudio y profesor de marketing de la Universidad de Illinois, “Las compañías orientadas hacia los clientes y la competencia tienen más probabilidades de desarrollar variaciones de los productos existentes ya que observan cuidadosamente sus mercados y reaccionan a las demandas, en vez de construir con base en tecnologías innovadoras”.
Pero esto no quiere decir que alguno de los dos enfoques sea mejor que el otro, sino que, según señalan los autores del estudio, debe existir un equilibrio en el que se juegue con tecnología, clientes y competencia para tener ideas innovadoras teniendo en cuenta lo que necesitan los consumidores y llegándoles de la manera correcta.
Eso quiere decir que lo que necesitan las empresas para no solo sobrevivir, sino también permanecer competitivas, crecer y ser exitosas son ideas innovadoras y visionarias que, además, se introduzcan adecuadamente en los mercados para ser bien recibidas por los públicos y convertirse así en ideas prácticas y de utilidad real.
Un nuevo estudio de la Universidad de Illinois realizó encuestas entre casi doscientos gerentes de marketing y de investigación de empresas de productos personales y para el hogar, y encontró que la cultura de negocios que se promueve dentro de una compañía tiene efectos directos sobre el tipo de ideas que se obtienen de la fuerza de trabajo.
La investigación, que será publicada en el Journal of Product Innovation Management, reveló que mientras las compañías que se enfocan más en las necesidades de los clientes y en ganarle a la competencia reciben un mayor número de ideas de parte de sus empleados para el desarrollo nuevos productos, aquellas que se centran en la tecnología obtienen menos ideas pero más innovadoras.
Tecnología vs. marketing
Así como el énfasis en los mercados y la competencia lleva a la producción de muchas ideas de avances relacionados con los productos existentes que buscan suplir las nuevas necesidades de los consumidores, el enfoque en la tecnología permite dejar volar la imaginación para desarrollar productos o servicios totalmente nuevos que pueden significar finales y comienzos de eras importantes en las distintas áreas.
En el reporte se mencionan ejemplos de estas situaciones; para el primer caso, se habla de avances en la velocidad de los dispositivos de lectura inalámbricos, y para el segundo, del brinco de los discos compactos a las descargas electrónicas de música.
En palabras de William Qualls, autor del estudio y profesor de marketing de la Universidad de Illinois, “Las compañías orientadas hacia los clientes y la competencia tienen más probabilidades de desarrollar variaciones de los productos existentes ya que observan cuidadosamente sus mercados y reaccionan a las demandas, en vez de construir con base en tecnologías innovadoras”.
Pero esto no quiere decir que alguno de los dos enfoques sea mejor que el otro, sino que, según señalan los autores del estudio, debe existir un equilibrio en el que se juegue con tecnología, clientes y competencia para tener ideas innovadoras teniendo en cuenta lo que necesitan los consumidores y llegándoles de la manera correcta.
Tecnología de la mano de marketing
Los investigadores mencionan los ejemplos de grandes empresas como AT&T y Motorola que, con respecto a productos determinados, se han enfocado solo en la innovación tecnológica descuidando sus estrategias de marketing, lo que ha hecho que esos productos no hayan tenido el éxito esperado entre los consumidores.
Como explica Qualls, “Si innovación y marketing no reciben la misma atención, las buenas ideas pueden nunca alcanzar su lugar en el mercado o las firmas pueden enterrar millones de dólares en innovaciones que, finalmente, no tendrán ningún atractivo para los consumidores…Sin buenas ideas, no se pueden crear nuevos productos innovadores. Las empresas necesitan saber cómo generar el mayor número de nuevas ideas posible y cómo proyectarlas para que tengan la mayor posibilidad de ser exitosas”.
Una de las recomendaciones más importantes de los autores es la de aprender a utilizar recursos y asesores externos; es decir, si la compañía no tiene cómo enfocarse internamente en la parte tecnológica o de mercado, puede recurrir a expertos, a universidades y hasta a los mismos consumidores para producir ideas y desarrollar nuevos productos.
Qualls lo expresa así: “La idea del concepto de ‘innovación abierta’ es que las firmas necesitan tener la capacidad de absorber conocimiento de cualquier fuente y no solo de apoyarse en el conocimiento con que cuenta internamente. Y mientras más ideas obtengan, más posibilidades hay de que una de ellas haga clic”.
Como concluye el estudio, las compañías que se abran a ideas que vengan tanto de su interior como de afuera y que logren integrar marketing con tecnología, serán las más exitosas y dejarán atrás a aquellas que decidan encerrarse en sí mismas.
Los investigadores mencionan los ejemplos de grandes empresas como AT&T y Motorola que, con respecto a productos determinados, se han enfocado solo en la innovación tecnológica descuidando sus estrategias de marketing, lo que ha hecho que esos productos no hayan tenido el éxito esperado entre los consumidores.
Como explica Qualls, “Si innovación y marketing no reciben la misma atención, las buenas ideas pueden nunca alcanzar su lugar en el mercado o las firmas pueden enterrar millones de dólares en innovaciones que, finalmente, no tendrán ningún atractivo para los consumidores…Sin buenas ideas, no se pueden crear nuevos productos innovadores. Las empresas necesitan saber cómo generar el mayor número de nuevas ideas posible y cómo proyectarlas para que tengan la mayor posibilidad de ser exitosas”.
Una de las recomendaciones más importantes de los autores es la de aprender a utilizar recursos y asesores externos; es decir, si la compañía no tiene cómo enfocarse internamente en la parte tecnológica o de mercado, puede recurrir a expertos, a universidades y hasta a los mismos consumidores para producir ideas y desarrollar nuevos productos.
Qualls lo expresa así: “La idea del concepto de ‘innovación abierta’ es que las firmas necesitan tener la capacidad de absorber conocimiento de cualquier fuente y no solo de apoyarse en el conocimiento con que cuenta internamente. Y mientras más ideas obtengan, más posibilidades hay de que una de ellas haga clic”.
Como concluye el estudio, las compañías que se abran a ideas que vengan tanto de su interior como de afuera y que logren integrar marketing con tecnología, serán las más exitosas y dejarán atrás a aquellas que decidan encerrarse en sí mismas.