El cerebro computa la información como lo hacen las redes de telecomunicaciones, ha descubierto un estudio: las neuronas individuales pueden llevar más de una señal a la vez, como ocurre con la transmisión digital. El descubrimiento explica cómo el cerebro procesa información compleja y da pistas sobre algunas de nuestras limitaciones cognitivas y perceptivas.
Desde 2009 se están realizando investigaciones sobre los efectos de la meditación en militares. La más reciente, en la que se ha utilizado una novedosa técnica que analiza la relación entre frecuencia cardiaca y sistema nervioso, ha revelado que esta práctica puede reducir el trastorno por estrés postraumático de los soldados. Los resultados podrían trasladarse a cualquier persona que sufra las secuelas de un trauma.
Los astrónomos han identificado el origen de un potente neutrino detectado en 2017: procede de un agujero negro situado en una galaxia de la constelación de Orión, a 4.000 millones de años luz de la Tierra. Un significativo paso para resolver el misterio del origen de los rayos cósmicos.
Los científicos han identificado el momento preciso en el que se inicia en el cerebro la enfermedad de Alzheimer. Le llaman el Big Bang de esta forma de demencia y ocurre cuando una proteína del sistema nervioso se vuelve tóxica, se adhiere a otras proteínas, se extiende como un virus y comienza a destruir neuronas. Ahora tal vez sea posible impedirlo.
¿Se pierde completamente la consciencia durante la anestesia o persiste de alguna manera? Un proyecto de investigación sobre la actividad neuronal de personas anestesiadas, realizado por la Universidad finlandesa de Turku, apunta a que sí podría persistir a pesar de que, al despertar, no se recuerde nada de lo que la consciencia ha procesado.
Cada cerebro humano es único y permite la identificación personal a través de la anatomía de las regiones cerebrales. Esta característica individual de cada cerebro es el resultado de las propiedades genéticas de cada persona combinadas con su experiencia de vida.
Humanos y ratones comparten la misma base genética de la violencia: cuarenta genes comunes les provocan conductas agresivas. También hay base genética compartida entre la agresividad de niños y adultos y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, y entre la agresividad en adultos y la depresión mayor.
El impulso violento de las personas puede reducirse hasta un 70 por ciento mediante una leve estimulación eléctrica transcraneal, ha comprobado una investigación. No es una solución milagrosa para reducir la delincuencia, pero tiene el potencial de reducir la agresión física o sexual.
La deshumanización activa la zona del cerebro relacionada con el lenguaje y el reconocimiento facial. Y el odio las regiones cerebrales implicadas en las emociones y la memoria. Ambos son procesos psicológicos diferentes que señalan el camino a seguir para recuperar la empatía: asumir la verdad objetiva de que todos somos seres humanos.
Científicos canadienses han descubierto el secreto de la inteligencia de los loros: tienen un circuito cerebral único parecido al de los primates que les permite realizar tareas complejas. Un descubrimiento que ayuda a entender mejor al cerebro humano.