Wozniak, durante la charla. Fuente: UEM.
Stephen Steve Wozniak cree que hay que potenciar las vocaciones de los niños y dejarles que las desarrollen cuando son muy pequeños; pero para eso, reconoce el fundador tecnológico de Apple, hacen falta más profesores por alumno. Wozniak está en Madrid, donde participará en la cumbre sobre start-ups South Summit, y donde ayer dio una charla, invitado por la Universidad Europea.
Wozniak, de 65 años, fue el ponente de lujo de la presentación de Impact Business School, una escuela de negocios dirigida a jóvenes sin experiencia profesional “que podrán cursar programas alejados del MBA clásico y vinculados a las nuevas tecnologías y modelos de gestión innovadores”.
El inventor recordó que muchas compañías tecnológicas “empezaron con gente que no tenía carreras. Puedes educarte hablando con amigos, en cualquier sitio”. Él siempre tuvo una gran pasión por las computadoras. “En tercero de carrera me compré los libros, y cuando empezaron las clases ya estaba por la mitad”.
Pero que surjan vocaciones como la suya es complicado. En la escuela primaria, lamenta, “no enseñan tecnología, no se considera que incremente la capacidad cerebral. Se enseña historia, y otras cosas, que sabemos enseñar más fácilmente”.
Él mismo dio clases “secretamente” a niños de 11 años, durante casi una década. Y cree que en la escuela “si piensas por ti mismo, si haces preguntas, no consigues buena nota. Yo era muy independiente, no socializaba, pero mucha gente quiere que le digan qué hacer”.
Además, hay “pocos profesores, poco dinero. Los estudiantes no votan”. Por eso, dice, las clases son demasiado grandes -en especial en California, su lugar de residencia-. “Cuando daba clases, podía atender bien hasta 17 alumnos. A 30 no: empezaban a no prestarte atención. En primaria, el tamaño de la clase es lo más importante”.
Con clases más pequeñas, dice, podrían potenciarse los intereses de los niños, “pero harían falta ocho profesores por clase, expertos en distintas cosas. Hay que dejar elegir a los niños cuando son pequeños, no en la carrera”.
Asimismo, defiende que no se les hagan exámenes a los niños “hasta los ocho años”, y que se les deje a los profesores “enseñar bien. Si los niños no aprenden bien un día, que lo repitan otro. Que no tengan que cumplir un programa por contrato”.
El origen
El origen, la “causa” de que naciera Apple, en los años 70, fue que “la gente no podía tener su propio ordenador. No había libros, ni revistas sobre ordenadores. Las computadoras eran monstruos que sólo podían tener las grandes compañías, costaban más que una casa. Y yo quería, sabía que algún día tendría mi propio ordenador. Ese fue el motivo fundamental”.
El joven Steve empezó a diseñar sus propios proyectos, a rediseñar ordenadores existentes. “Era mi pasión, en lugar de hacer crucigramas, hacía ordenadores en papel”. Mientras, trabajaba para Hewlett Packard y hacía encargos para la gente. “Me pedían poner un sistema de películas en hoteles, por ejemplo.” Hacía las cosas por diversión, por eso aunque alguna vez no le salía bien algún proyecto, no consideraba que fuera “un error”.
Wozniak se hizo amigo de Steve Jobs, seis años más joven que él. “íbamos a conciertos juntos. Yo tenía un trabajo, él no”. Y llegó Apple I, su primer prototipo de ordenador, pensado para el corto plazo. “Era como un Ikea de los computadores, iba por piezas. Mi idea era hacer ordenadores para nuestro club de electrónica, para que la gente se comunicara, para usos sociales y educativos”.
Y luego llegó Apple II, que sí se pensó con la idea de venderlo en serie, como ordenador personal (PC). “Apple II triunfó, por ejemplo, porque tenía videojuegos en color, cuando lo normal entonces era el blanco y negro. Nadie lo esperaba, pero abaratamos mucho el color”. Además, los videojuegos de arcade empezaron a ser software, y no hardware como hasta entonces.
La famosa historia de que Apple nació en un garaje, explica, “es un invento. Jobs hacía su parte del negocio en su habitación, llamando por teléfono. No diseñamos nada nuevo en el garaje, lo único que hacíamos era probar los componentes una vez por semana”.
Jobs tenía visión comercial, y fue aprendiendo a llevar una empresa con la práctica. “Jobs era el hombre de negocios, pero el que de verdad creó Apple, no fuimos ninguno de los dos, fue Mike Markkula”, asegura. Markkula fue el inversor, el que aportó 250.000 dólares (equivalentes a un millón actual). Wozniak se dedicó en exclusiva a la ingeniería. “No me gusta la política, y mi ética de negocios era bastante exigente, así que me aparté del negocio”.
Para tener éxito con un proyecto, dice, hacen falta conocimientos técnicos y empresariales. “Recomiendo a quien tenga un proyecto que llegue tan lejos como pueda con sus ideas, gastando el mínimo de dinero. Que lo pruebe antes de captar dinero. Luego necesitará un empresario, alguien que sepa de marketing. Yo era un gran diseñador, pero hacía falta un empresario, alguien que subiera de empaquetamiento, de envíos, de acuerdos de venta.”.
“Los genios revolucionarios son los que construyen algo que soluciona un problema por un precio razonable. Es lo que llamo creatividad exitosa”.
Wozniak, de 65 años, fue el ponente de lujo de la presentación de Impact Business School, una escuela de negocios dirigida a jóvenes sin experiencia profesional “que podrán cursar programas alejados del MBA clásico y vinculados a las nuevas tecnologías y modelos de gestión innovadores”.
El inventor recordó que muchas compañías tecnológicas “empezaron con gente que no tenía carreras. Puedes educarte hablando con amigos, en cualquier sitio”. Él siempre tuvo una gran pasión por las computadoras. “En tercero de carrera me compré los libros, y cuando empezaron las clases ya estaba por la mitad”.
Pero que surjan vocaciones como la suya es complicado. En la escuela primaria, lamenta, “no enseñan tecnología, no se considera que incremente la capacidad cerebral. Se enseña historia, y otras cosas, que sabemos enseñar más fácilmente”.
Él mismo dio clases “secretamente” a niños de 11 años, durante casi una década. Y cree que en la escuela “si piensas por ti mismo, si haces preguntas, no consigues buena nota. Yo era muy independiente, no socializaba, pero mucha gente quiere que le digan qué hacer”.
Además, hay “pocos profesores, poco dinero. Los estudiantes no votan”. Por eso, dice, las clases son demasiado grandes -en especial en California, su lugar de residencia-. “Cuando daba clases, podía atender bien hasta 17 alumnos. A 30 no: empezaban a no prestarte atención. En primaria, el tamaño de la clase es lo más importante”.
Con clases más pequeñas, dice, podrían potenciarse los intereses de los niños, “pero harían falta ocho profesores por clase, expertos en distintas cosas. Hay que dejar elegir a los niños cuando son pequeños, no en la carrera”.
Asimismo, defiende que no se les hagan exámenes a los niños “hasta los ocho años”, y que se les deje a los profesores “enseñar bien. Si los niños no aprenden bien un día, que lo repitan otro. Que no tengan que cumplir un programa por contrato”.
El origen
El origen, la “causa” de que naciera Apple, en los años 70, fue que “la gente no podía tener su propio ordenador. No había libros, ni revistas sobre ordenadores. Las computadoras eran monstruos que sólo podían tener las grandes compañías, costaban más que una casa. Y yo quería, sabía que algún día tendría mi propio ordenador. Ese fue el motivo fundamental”.
El joven Steve empezó a diseñar sus propios proyectos, a rediseñar ordenadores existentes. “Era mi pasión, en lugar de hacer crucigramas, hacía ordenadores en papel”. Mientras, trabajaba para Hewlett Packard y hacía encargos para la gente. “Me pedían poner un sistema de películas en hoteles, por ejemplo.” Hacía las cosas por diversión, por eso aunque alguna vez no le salía bien algún proyecto, no consideraba que fuera “un error”.
Wozniak se hizo amigo de Steve Jobs, seis años más joven que él. “íbamos a conciertos juntos. Yo tenía un trabajo, él no”. Y llegó Apple I, su primer prototipo de ordenador, pensado para el corto plazo. “Era como un Ikea de los computadores, iba por piezas. Mi idea era hacer ordenadores para nuestro club de electrónica, para que la gente se comunicara, para usos sociales y educativos”.
Y luego llegó Apple II, que sí se pensó con la idea de venderlo en serie, como ordenador personal (PC). “Apple II triunfó, por ejemplo, porque tenía videojuegos en color, cuando lo normal entonces era el blanco y negro. Nadie lo esperaba, pero abaratamos mucho el color”. Además, los videojuegos de arcade empezaron a ser software, y no hardware como hasta entonces.
La famosa historia de que Apple nació en un garaje, explica, “es un invento. Jobs hacía su parte del negocio en su habitación, llamando por teléfono. No diseñamos nada nuevo en el garaje, lo único que hacíamos era probar los componentes una vez por semana”.
Jobs tenía visión comercial, y fue aprendiendo a llevar una empresa con la práctica. “Jobs era el hombre de negocios, pero el que de verdad creó Apple, no fuimos ninguno de los dos, fue Mike Markkula”, asegura. Markkula fue el inversor, el que aportó 250.000 dólares (equivalentes a un millón actual). Wozniak se dedicó en exclusiva a la ingeniería. “No me gusta la política, y mi ética de negocios era bastante exigente, así que me aparté del negocio”.
Para tener éxito con un proyecto, dice, hacen falta conocimientos técnicos y empresariales. “Recomiendo a quien tenga un proyecto que llegue tan lejos como pueda con sus ideas, gastando el mínimo de dinero. Que lo pruebe antes de captar dinero. Luego necesitará un empresario, alguien que sepa de marketing. Yo era un gran diseñador, pero hacía falta un empresario, alguien que subiera de empaquetamiento, de envíos, de acuerdos de venta.”.
“Los genios revolucionarios son los que construyen algo que soluciona un problema por un precio razonable. Es lo que llamo creatividad exitosa”.
Nuevos tiempos
Wozniak reconoce que la creación de ordenadores, con equipos formados por decenas de ingenieros, se ha complicado mucho. “Después de Apple, la industria creció mucho en dinero. Antes, en un momento una persona lo hacía todo. La comunicación entre equipos es difícil. A mi me gusta inventar, ir al laboratorio, juntar cosas. Cuando te sientas tú solo, aunque no sepas algo, lo aprendes. La libertad de inventar se perdió”.
Cuando Apple estaba naciendo, sus creadores no podían ni imaginar que la tecnología lo llenara todo, como ha ocurrido. “¿Cómo hacíamos antes, cuando no googleábamos? Íbamos a la biblioteca?” Ahora sirven para todo: Horarios de vuelos, del cine, economía compartida -coches, viviendas-, …
“En Apple pensábamos que los ordenadores nos informarían del tiempo, de la Bolsa, y servirían para comunicarnos. Nada más. Históricamente, las grandes tecnologías disruptivas, cuando se estaban haciendo, no eran conscientes de que lo cambiarían todo”. En su momento, las grandes compañías no querían los PC “porque, decían, no hacían lo suficiente”.
Preguntado por qué tema le interesaría ahora si creara una pequeña empresa, Wozniak se fijó en la inteligencia artificial. “Haría pequeños robots, con Arduino, Raspberry Pi [plataformas de hardware libre]. Los ordenadores cada vez son más como la gente. En Apple hicimos que los ordenadores se adaptaran a los humanos, hablando como ellos, y no al revés”. Si el humano tiene que aprender a usar la máquina, “la máquina es el ama”.
“Si se consigue que los ordenadores tengan sentimientos, podrían ser los profesores que hacen falta en las escuelas”, dijo también.
La escasez de mujeres
Sobre la escasez de mujeres en el mundo tecnológico, cree que es algo “cultural”. Recuerda que cuando regresó a la universidad a terminar la carrera (en 1987), los blancos eran un 90% hombres, mientra que entre los asiáticos, que eran el 75% de los alumnos, la mitad eran mujeres.
"Entre los niños pequeños, niños y niñas responden igual a preguntas de ciencias. Pero con 12 años, aunque sepan la respuesta, las niñas levantan menos la mano”. Las grandes compañías “intentan contratar tantas mujeres como pueden, y creo que veremos a mujeres dirigiéndolas”.
Wozniak reconoce que la creación de ordenadores, con equipos formados por decenas de ingenieros, se ha complicado mucho. “Después de Apple, la industria creció mucho en dinero. Antes, en un momento una persona lo hacía todo. La comunicación entre equipos es difícil. A mi me gusta inventar, ir al laboratorio, juntar cosas. Cuando te sientas tú solo, aunque no sepas algo, lo aprendes. La libertad de inventar se perdió”.
Cuando Apple estaba naciendo, sus creadores no podían ni imaginar que la tecnología lo llenara todo, como ha ocurrido. “¿Cómo hacíamos antes, cuando no googleábamos? Íbamos a la biblioteca?” Ahora sirven para todo: Horarios de vuelos, del cine, economía compartida -coches, viviendas-, …
“En Apple pensábamos que los ordenadores nos informarían del tiempo, de la Bolsa, y servirían para comunicarnos. Nada más. Históricamente, las grandes tecnologías disruptivas, cuando se estaban haciendo, no eran conscientes de que lo cambiarían todo”. En su momento, las grandes compañías no querían los PC “porque, decían, no hacían lo suficiente”.
Preguntado por qué tema le interesaría ahora si creara una pequeña empresa, Wozniak se fijó en la inteligencia artificial. “Haría pequeños robots, con Arduino, Raspberry Pi [plataformas de hardware libre]. Los ordenadores cada vez son más como la gente. En Apple hicimos que los ordenadores se adaptaran a los humanos, hablando como ellos, y no al revés”. Si el humano tiene que aprender a usar la máquina, “la máquina es el ama”.
“Si se consigue que los ordenadores tengan sentimientos, podrían ser los profesores que hacen falta en las escuelas”, dijo también.
La escasez de mujeres
Sobre la escasez de mujeres en el mundo tecnológico, cree que es algo “cultural”. Recuerda que cuando regresó a la universidad a terminar la carrera (en 1987), los blancos eran un 90% hombres, mientra que entre los asiáticos, que eran el 75% de los alumnos, la mitad eran mujeres.
"Entre los niños pequeños, niños y niñas responden igual a preguntas de ciencias. Pero con 12 años, aunque sepan la respuesta, las niñas levantan menos la mano”. Las grandes compañías “intentan contratar tantas mujeres como pueden, y creo que veremos a mujeres dirigiéndolas”.