Soñemos otro mundo



01/02/2016

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE

En 20 siglos hemos pasado de 250 millones de habitantes a 7 mil millones, de los que casi 1.500 millones están sometidos hoy a una pobreza profunda. La población mundial se ha multiplicado 28 veces desde entonces y el número de pobres se ha multiplicado a su vez por 6.

El resultado es una pirámide social que a todos los efectos se manifiesta insostenible e inaceptable: aumenta cada día en su base con la inmensa mayoría de los 250.000 nuevos nacimientos, destinados a soportar, por un simple sistema de proporción, los privilegios de los habitantes que se encuentran en lo más alto.

No es el mejor escenario para asegurar el equilibrio social que reclaman todas las creencias e ideologías que vertebran la cultura de nuestra especie. Algunos pensadores como Harald Welzer, analizando el estado de nuestra civilización, considera que hemos perdido la perspectiva de futuro y que estamos en un presente que no sabemos gestionar. Y propone un remedio creativo, evocando a Ernst Bloch, que comparto plenamente: soñar es un acto productivo.

Imaginemos pues otro mundo para encontrar el camino que nos conduzca hasta esa sociedad armónica en la que nos encontremos reconciliados con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con nuestro entorno.
 




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