Ciudad Politécnica de la Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia. Imagen: Héctor Rodríguez. Fuente: Flickr.
Las universidades españolas tienen la tasa de éxito más alta de la región iberoamericana a la hora de proteger el conocimiento generado por sus investigadores, logrando en su conjunto la concesión de más de 60% de las patentes que solicitaron entre los años 2000 y 2010.
Además, el número de patentes solicitadas a nivel nacional por las universidades creció de media un 9,4% anual durante el mismo período.
Así lo señala el informe La Transferencia de I+D, la Innovación y el emprendimiento en las universidades. Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2015, impulsado por RedEmprendia -con el respaldo de Banco Santander a través de Santander Universidades-, Universia y el Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda).
El estudio analiza los progresos en materia de investigación y transferencia de conocimiento dentro del Sistema Educación Superior (SES) a lo largo de la última década. "En términos generales, y en gran medida a causa de la fase expansiva de la economía española desde finales de los 90 hasta el inicio de la actual crisis, se ha podido observar un gran avance tanto en el esfuerzo realizado en actividades de I+D como en los resultados obtenidos dentro de los Servicios Científicos Técnicos de Investigación (SCTI) y en el SES en particular".
Desde 2000 y hasta 2008 se produjo en España un crecimiento sostenido de la participación del gasto interno en actividades de I+D respecto al PIB. Sin embargo, a partir del 2008 se observan signos evidentes de desaceleración, y es en 2011 cuando se manifiesta de forma clara el cambio en la tendencia de crecimiento que se había producido hasta entonces.
De igual forma, el número de personas empleadas en actividades de I+D aumentó de forma considerable entre los años 2000 y 2010 (73,13%), pero como consecuencia de la disminución de los recursos públicos destinados a la I+D+i y el retraimiento de la inversión privada en I+D, es a partir del 2010 cuando esta tendencia se revierte y se produce una reducción de 13.191 personas empleadas en actividades de I+D (EJC) entre 2010 y 2012.
No obstante, señala el informe, pese a este cambio de tendencia constatado a partir del año 2010, los esfuerzos realizados durante los años previos han tenido claramente unos efectos muy positivos en relación a los cresultados de investigación. Particularmente, en cuanto a patentes y publicaciones se refiere, el número de patentes tanto solicitadas como concedidas creció de forma continuada —un 8% y más de un 21%, respectivamente—, tendencia que se prolonga hasta el año 2012.
De igual forma, el número de publicaciones creció a una tasa media anual del 9,05% entre los años 2000 y 2012, manteniéndose el volumen de producción científica entre las posiciones 9.ª y 10.ª de la producción mundial.
Docencia
En cuanto a oferta docente se refiere, durante la última década el SES se ha visto inmerso en el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, que ha supuesto la implantación de las titulaciones de grado (2008-2009) y los másteres oficiales (2006-2007), haciendo que tanto la oferta educativa como el número de estudiantes matriculados en estas nuevas titulaciones se hayan visto incrementados de forma muy significativa.
Además, en este período no sólo ha aumentado la oferta de titulaciones, sino también el número de universidades donde es posible cursarlas, pasando así de 65 universidades en el curso 2000-2001 a 79 durante el curso 2011-2012 —82 en la actualidad—.
En consonancia con la evolución del SCTI, dentro del SES se puede apreciar cómo, aunque a diferente ritmo, entre los años 2000 y 2010 el gasto total en I+D destinado al sector aumentó de forma ininterrumpida. De igual forma, el número de investigadores y técnicos de apoyo experimentó un crecimiento muy destacado durante dicha década.
Sin embargo, durante los años 2010-2012, el número de investigadores se vio reducido en más de un 7%. También destaca el informe que, si bien el SES es el sector con una mayor dotación de investigadores, desde inicios de la década y hasta 2012 ha disminuido su participación en casi 8 puntos porcentuales respecto al resto de sectores institucionales.
En lo que se refiere a la dotación de infraestructuras y unidades encargadas de gestionar las actividades de investigación y transferencia, en el año 2011 la práctica totalidad de las universidades había establecido una Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (92%), con una media de más de 15 años de experiencia.
Además, durante esta década se ha ido ampliando el número de universidades que han desarrollado políticas orientadas a la regulación interna de las actividades de transferencia de conocimiento y tecnología, se han establecido infraestructuras como las incubadoras y las universidades se han vinculado a los parques científicos y tecnológicos, señala el estudio.
También los resultados científicos crecieron notablemente. El número de publicaciones procedentes del SES creció a una tasa media anual del 11,04%, pasando de 27.829 en el año 2003 a 64.308 en 2011.
Además, el número de patentes solicitadas a nivel nacional por las universidades creció de media un 9,4% anual durante el mismo período.
Así lo señala el informe La Transferencia de I+D, la Innovación y el emprendimiento en las universidades. Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2015, impulsado por RedEmprendia -con el respaldo de Banco Santander a través de Santander Universidades-, Universia y el Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda).
El estudio analiza los progresos en materia de investigación y transferencia de conocimiento dentro del Sistema Educación Superior (SES) a lo largo de la última década. "En términos generales, y en gran medida a causa de la fase expansiva de la economía española desde finales de los 90 hasta el inicio de la actual crisis, se ha podido observar un gran avance tanto en el esfuerzo realizado en actividades de I+D como en los resultados obtenidos dentro de los Servicios Científicos Técnicos de Investigación (SCTI) y en el SES en particular".
Desde 2000 y hasta 2008 se produjo en España un crecimiento sostenido de la participación del gasto interno en actividades de I+D respecto al PIB. Sin embargo, a partir del 2008 se observan signos evidentes de desaceleración, y es en 2011 cuando se manifiesta de forma clara el cambio en la tendencia de crecimiento que se había producido hasta entonces.
De igual forma, el número de personas empleadas en actividades de I+D aumentó de forma considerable entre los años 2000 y 2010 (73,13%), pero como consecuencia de la disminución de los recursos públicos destinados a la I+D+i y el retraimiento de la inversión privada en I+D, es a partir del 2010 cuando esta tendencia se revierte y se produce una reducción de 13.191 personas empleadas en actividades de I+D (EJC) entre 2010 y 2012.
No obstante, señala el informe, pese a este cambio de tendencia constatado a partir del año 2010, los esfuerzos realizados durante los años previos han tenido claramente unos efectos muy positivos en relación a los cresultados de investigación. Particularmente, en cuanto a patentes y publicaciones se refiere, el número de patentes tanto solicitadas como concedidas creció de forma continuada —un 8% y más de un 21%, respectivamente—, tendencia que se prolonga hasta el año 2012.
De igual forma, el número de publicaciones creció a una tasa media anual del 9,05% entre los años 2000 y 2012, manteniéndose el volumen de producción científica entre las posiciones 9.ª y 10.ª de la producción mundial.
Docencia
En cuanto a oferta docente se refiere, durante la última década el SES se ha visto inmerso en el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, que ha supuesto la implantación de las titulaciones de grado (2008-2009) y los másteres oficiales (2006-2007), haciendo que tanto la oferta educativa como el número de estudiantes matriculados en estas nuevas titulaciones se hayan visto incrementados de forma muy significativa.
Además, en este período no sólo ha aumentado la oferta de titulaciones, sino también el número de universidades donde es posible cursarlas, pasando así de 65 universidades en el curso 2000-2001 a 79 durante el curso 2011-2012 —82 en la actualidad—.
En consonancia con la evolución del SCTI, dentro del SES se puede apreciar cómo, aunque a diferente ritmo, entre los años 2000 y 2010 el gasto total en I+D destinado al sector aumentó de forma ininterrumpida. De igual forma, el número de investigadores y técnicos de apoyo experimentó un crecimiento muy destacado durante dicha década.
Sin embargo, durante los años 2010-2012, el número de investigadores se vio reducido en más de un 7%. También destaca el informe que, si bien el SES es el sector con una mayor dotación de investigadores, desde inicios de la década y hasta 2012 ha disminuido su participación en casi 8 puntos porcentuales respecto al resto de sectores institucionales.
En lo que se refiere a la dotación de infraestructuras y unidades encargadas de gestionar las actividades de investigación y transferencia, en el año 2011 la práctica totalidad de las universidades había establecido una Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (92%), con una media de más de 15 años de experiencia.
Además, durante esta década se ha ido ampliando el número de universidades que han desarrollado políticas orientadas a la regulación interna de las actividades de transferencia de conocimiento y tecnología, se han establecido infraestructuras como las incubadoras y las universidades se han vinculado a los parques científicos y tecnológicos, señala el estudio.
También los resultados científicos crecieron notablemente. El número de publicaciones procedentes del SES creció a una tasa media anual del 11,04%, pasando de 27.829 en el año 2003 a 64.308 en 2011.
Transferencia
En cuanto a los resultados en materia de transferencia, los relativos al SES también se han incrementado, pasando de 238 en el año 2000 a 591 en el año 2011, con una tasa media anual de crecimiento del 8,62%. El número de concesiones ha seguido la misma tendencia, situándose en 198 en 2005 y alcanzado la cifra de 385 en 2011.
El número de contratos de licencia se ha incrementado también de una forma sostenida a lo largo de la década. A pesar de ello, señala el infome, no es una práctica del todo consolidada en el sistema universitario, en contraste con la interacción con empresas a través de la contratación de I+D y otros servicios, que constituye la vía de transferencia de conocimiento más habitual.
Por último, el informe analiza cómo han evolucionado las actividades de emprendimiento en las universidades españolas. "Se observa una tendencia creciente a lo largo del período, desde 2001 —en que las universidades reportaron haber creado 39 spin-offs— hasta el año 2011 —con 111 spin-offs creadas—. En cuanto a su relevancia y su verdadera contribución al desarrollo del tejido productivo local, las cifras muestran que el número de empresas que sobrevive a los cinco años es considerablemente alto (87% entre 2008 y 2011)". Otra cosa diferente, añade el informe, "es su crecimiento".
El estudio
Para elaboración del estudio, informa la web de Redtransfer (Asociación de Profesionales de Transferencia, Innovación y Gestión de la Investigación) se ha contado con la participación de más de 40 expertos e investigadores, cuyo trabajo abarca 21 países de Iberoamérica.
El aumento del número de patentes se dio también en países como Argentina (con un 11,3% de media anual), pero la tasa de éxito es muy distinta: En Argentina y Brasil es del 10-13%, en México del 30%, y en Portugal del 50%.
El informe señala que la transferencia de I+D desde las universidades iberoamericanas es muy inferior a la que cabría esperar en base a su producción científica. Las causas son, entre otras, "los escasos vínculos entre universidad e industria; el tejido empresarial de la región, caracterizado por una mayoritaria presencia de pymes con escasa tendencia a la innovación; y la falta de medios profesionales, técnicos, económicos y normativos que estimulen la transferencia de los resultados de investigación al tejido productivo y, en general, a la sociedad".
En cuanto a los resultados en materia de transferencia, los relativos al SES también se han incrementado, pasando de 238 en el año 2000 a 591 en el año 2011, con una tasa media anual de crecimiento del 8,62%. El número de concesiones ha seguido la misma tendencia, situándose en 198 en 2005 y alcanzado la cifra de 385 en 2011.
El número de contratos de licencia se ha incrementado también de una forma sostenida a lo largo de la década. A pesar de ello, señala el infome, no es una práctica del todo consolidada en el sistema universitario, en contraste con la interacción con empresas a través de la contratación de I+D y otros servicios, que constituye la vía de transferencia de conocimiento más habitual.
Por último, el informe analiza cómo han evolucionado las actividades de emprendimiento en las universidades españolas. "Se observa una tendencia creciente a lo largo del período, desde 2001 —en que las universidades reportaron haber creado 39 spin-offs— hasta el año 2011 —con 111 spin-offs creadas—. En cuanto a su relevancia y su verdadera contribución al desarrollo del tejido productivo local, las cifras muestran que el número de empresas que sobrevive a los cinco años es considerablemente alto (87% entre 2008 y 2011)". Otra cosa diferente, añade el informe, "es su crecimiento".
El estudio
Para elaboración del estudio, informa la web de Redtransfer (Asociación de Profesionales de Transferencia, Innovación y Gestión de la Investigación) se ha contado con la participación de más de 40 expertos e investigadores, cuyo trabajo abarca 21 países de Iberoamérica.
El aumento del número de patentes se dio también en países como Argentina (con un 11,3% de media anual), pero la tasa de éxito es muy distinta: En Argentina y Brasil es del 10-13%, en México del 30%, y en Portugal del 50%.
El informe señala que la transferencia de I+D desde las universidades iberoamericanas es muy inferior a la que cabría esperar en base a su producción científica. Las causas son, entre otras, "los escasos vínculos entre universidad e industria; el tejido empresarial de la región, caracterizado por una mayoritaria presencia de pymes con escasa tendencia a la innovación; y la falta de medios profesionales, técnicos, económicos y normativos que estimulen la transferencia de los resultados de investigación al tejido productivo y, en general, a la sociedad".