Se afianza la hipótesis del noveno planeta

El descubrimiento de un nuevo planeta enano puede cambiar el esquema del sistema solar


El descubrimiento de un nuevo cuerpo celeste en los confines del sistema solar afianza la hipótesis de que realmente hay un noveno planeta que afecta a las órbitas de los objetos situados más allá de Neptuno. Algo enorme hay allá lejos, dicen los astrónomos.


Redacción T21
04/10/2018

Ubicación del nuevo planeta enano The Goblin respecto a otros objetos del sistema solar. Ilustración: Roberto Molar Candanosa y Scott Sheppard. Carnegie Institution for Science.
Los astrónomos han encontrado un cuerpo celeste muy alejado del Sol, mucho más allá de Plutón, cuando buscaban al misterioso Planeta X, el supuesto noveno planeta de nuestro sistema solar.

Este descubrimiento refuerza la hipótesis de que realmente existe un noveno planeta en nuestro sistema solar, que se deduce del comportamiento de un grupo de objetos situados más allá de Neptuno, el octavo planeta en distancia respecto al Sol y el más lejano del sistema solar. La existencia del Planeta Nueve explicaría las órbitas peculiares de dos grupos de objetos del cinturón de Kuiper.​

Al nuevo cuerpo celeste los astrónomos le han llamado The Goblin (El Duende), ya que su designación provisional contiene las letras TG y se vio por primera vez cerca de la festividad de Halloween.

La designación provisional de este cuerpo celeste es 2015 TG387 y su ubicación se sitúa unas dos veces y media más lejos del Sol que Plutón, un planeta enano situado a continuación de la órbita de Neptuno.

Su dilatada órbita hace suponer a los astrónomos que el pretendido noveno planeta podría encontrarse en la Nube de Oort, un conjunto esférico de cuerpos celestes situados más allá de Neptuno, casi a un año luz del Sol, y aproximadamente a un cuarto de la distancia del Sol a Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro sistema solar.

Si se confirmara la presencia de estos nos nuevos astros, los límites exteriores de nuestro sistema solar deberían modificarse completamente. De momento se sabe que el planeta enano más lejano es Plutón, situado a una distancia media de 5.880 kilómetros del Sol.

En 2006 ya tuvimos que cambiar la descripción de nuestro sistema solar porque Plutón, que había sido descubierto en 1930, dejó de ser el noveno planeta para pasar a ser un planeta enano, junto a Ceres, Haumea, Makemake y Eris.

Un mundo helado

2015 TG387 sería un mundo helado con un diámetro de 300 kilómetros, por lo que sería un pequeño planeta enano que se aleja del Sol entre 2,5 veces y 60 veces más que Plutón. Sería también el tercer planeta enano descubierto en los últimos años en los confines del sistema solar, después de 2003 UB313 o Eris, el más masivo de los planetas enanos conocidos, y del astro 2012 VP113, situado a 12.000 millones de kilómetros del Sol.

“Pensamos que podría haber miles de pequeños planetas como 2015 TG387 en la periferia del sistema solar, pero la distancia a la que se encuentran de nosotros les hace muy difíciles de detectar”, explica uno de los descubridores, David Tholen, en un comunicado. Y añade: “En la actualidad, solo podemos detectar al objeto descubierto cuando está cerca de su posición más próxima al Sol. Pero en el 99% de su órbita de 40.000 años sería muy difícil de ver".

Los astrónomos señalan que el hipotético Planeta X parece afectar a 2015 TG387 de la misma forma que a todos los demás objetos celestes más alejados del Sol. Aunque las simulaciones actuales no prueban que haya un noveno planeta masivo en nuestro sistema solar, sí señalan que algo enorme se encuentra en los límites del sistema solar.

Este es el estudio más grande jamás realizado para objetos distantes del sistema solar y  está liderado por Scott Sheppard de la institución Carnegie, Chad Trujillo de la Universidad del Norte de Arizona, y David Tholen de la Universidad de Hawái. Los resultados se han enviado para publicación en la revista The Astronomical Journal.

“Estos objetos son como las migas de pan que nos llevan al planeta X. Cuanto más podamos encontrar, mejor podremos entender el sistema solar exterior y el posible planeta que creemos que está modelando sus órbitas, un descubrimiento que redefinirá nuestro conocimiento sobre la evolución del sistema solar”, señala Sheppard.



Redacción T21
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