Momento de la representación. Imagen cortesía del Teatro Alhambra de Granada.
Una buena parte de nuestras relaciones sociales se basa en el miedo, igual que nuestra capacidad de movimiento evoluciona o se estanca impelida por los temores más variados.
El miedo es parte imprescindible del instinto de supervivencia, pero no son contadas las ocasiones en que alguien pierde la vida precisamente por efecto del miedo.
No es casualidad que Russia, el espectáculo de danza y teatro dirigido por Marcos Morau, haya sido ambientada en una época donde el terror totalitarista pudiera generar tragedia y brillantez de forma simultánea.
El miedo está en la base de toda legislación, dado que toda ley ha sido concebida para su cumplimiento y, por tanto, lleva aparejada una sanción para los transgresores.
Tanto más en aquellas formas totalitarias –nosotros no deberíamos olvidar que procedemos de un trozo de historia donde la libertad ha sido y sigue siendo castrada sistemáticamente- en las que la ley está por encima de la dignidad del individuo.
El miedo es parte imprescindible del instinto de supervivencia, pero no son contadas las ocasiones en que alguien pierde la vida precisamente por efecto del miedo.
No es casualidad que Russia, el espectáculo de danza y teatro dirigido por Marcos Morau, haya sido ambientada en una época donde el terror totalitarista pudiera generar tragedia y brillantez de forma simultánea.
El miedo está en la base de toda legislación, dado que toda ley ha sido concebida para su cumplimiento y, por tanto, lleva aparejada una sanción para los transgresores.
Tanto más en aquellas formas totalitarias –nosotros no deberíamos olvidar que procedemos de un trozo de historia donde la libertad ha sido y sigue siendo castrada sistemáticamente- en las que la ley está por encima de la dignidad del individuo.
En el gélido paisaje de Siberia se esconden todos esos miedos que paralizan el instinto de supervivencia del ser humano.
Pero el peor de ellos, el que se manifiesta como origen del resto de los terrores, es el miedo al rechazo, a la discriminación. El que no es aceptado en el seno del grupo protector, está avocado a la desesperación.
No es casualidad que todos los miedos se personifiquen en aquel que detenta el poder, el ser investido de una autoridad que usará a su antojo para abusar de los más débiles.
La autoridad incuestionable es un icono que puede prestarse al ludibrio del vulgo, pero tarde o temprano se constituirá en fuente de humillaciones, abusos y crímenes de lesa humanidad. El tópico de la corrupción es algo más que un simple lugar común.
Tenemos miedo a la pérdida: perder un hijo, perder a la madre; pero perder aquello que nunca se podrá recuperar nos obliga en cierto modo a vivir el instante con más intensidad. Tal vez no seamos capaces de lanzarnos a vivir plenamente cada minuto de nuestras vidas por culpa del pánico al fracaso.
Pero el peor de ellos, el que se manifiesta como origen del resto de los terrores, es el miedo al rechazo, a la discriminación. El que no es aceptado en el seno del grupo protector, está avocado a la desesperación.
No es casualidad que todos los miedos se personifiquen en aquel que detenta el poder, el ser investido de una autoridad que usará a su antojo para abusar de los más débiles.
La autoridad incuestionable es un icono que puede prestarse al ludibrio del vulgo, pero tarde o temprano se constituirá en fuente de humillaciones, abusos y crímenes de lesa humanidad. El tópico de la corrupción es algo más que un simple lugar común.
Tenemos miedo a la pérdida: perder un hijo, perder a la madre; pero perder aquello que nunca se podrá recuperar nos obliga en cierto modo a vivir el instante con más intensidad. Tal vez no seamos capaces de lanzarnos a vivir plenamente cada minuto de nuestras vidas por culpa del pánico al fracaso.
Referencia:
Obra: Russia.
Dirección: Marcos Morau.
Compañía: La Veronal.
Lugar: Teatro Alhambra de Granada (17 y 18 de noviembre de 2012). Información sobre otras representaciones.
Obra: Russia.
Dirección: Marcos Morau.
Compañía: La Veronal.
Lugar: Teatro Alhambra de Granada (17 y 18 de noviembre de 2012). Información sobre otras representaciones.