Rememorar o soñar despiertos puede incrementar nuestro rendimiento intelectual

Un estudio arroja nueva luz sobre la cooperación de redes neuronales que posibilita el pensamiento complejo


Divagar, rememorar o soñar despierto son procesos que, supuestamente, nos distraen si queremos resolver algún rompecabezas con nuestra mente. Sin embargo, un estudio realizado por neurocientíficos de EEUU ha revelado que si esos procesos no entran en conflicto con las tareas que estamos realizando, en realidad, nos pueden ayudar a desempeñarlas. El hallazgo arroja luz sobre la interacción de redes cerebrales en la formación del pensamiento complejo.


Universidad de Cornell/T21
24/10/2014

Imagen: Andrey Zyk. Fuente: PhotoXpress.
Para resolver un rompecabezas con nuestra mente, debemos concentrarnos en un solo objetivo, inhibiendo la información que nos llega de otras cosas. Esta acción es lo que se denomina "control ejecutivo del cerebro".

Al menos, esto es lo que se pensaba hasta ahora. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Cornell (EEUU) ha demostrado lo siguiente: que soñar despierto, dejar vagar nuestra mente e icluso dedicarnos a recordar el pasado nos puede ayudar a encontrar soluciones.

Los resultados obtenidos en esta investigación arrojan luz sobre cómo las redes neuronales enfocadas externa e internamente interactúan para facilitar el pensamiento complejo, afirman sus autores en un comunicado de la Universidad de Cornell.

"La opinión predominante es que activando las regiones del cerebro conocidas como 'red neuronal por defecto' se perjudica el rendimiento en tareas que requieren atención, porque esta red está asociada con comportamientos tales como la divagación mental", explica el autor principal del estudio, Nathan Spreng. "Nuestro trabajo es el primero en demostrar lo contrario: que la participación de esa red neuronal por defecto también puede mejorar el rendimiento".

Divagaciones no conflictivas

Existen una gran cantidad de estudios de neuroimagen que demuestran que la activación de la red neuronal por defecto interfiere con las tareas mentales complejas pero, en la mayoría de ellos, añade Spreng, los procesos mentales asociados con esa red entran en conflicto con los objetivos de dicha tarea.

Por ejemplo, si te pones a pensar en lo que hiciste el fin de semana mientras toma notas en una conferencia, tus apuntes y la capacidad de copiarlos bien se van a resentir.

Pero Spreng y su equipo desarrollaron un nuevo enfoque en el que procesos mentales no vinculados a tareas concretas, como rememorar, parecen impulsar ciertas tareas, en lugar de entrar en conflicto con ellas.

Diseñaron una actividad que consistía en probar si el acceso a memoria a largo plazo sobre gente famosa -proceso que típicamente involucra regiones del cerebro de la red neuronal por defecto- podía impulsar el desempeño de la memoria a corto plazo, que por lo general involucra regiones cerebrales relacionadas con el control ejecutivo.

En el experimento, mientras eran sometidos a una exploración cerebral, 36 adultos jóvenes vieron series de imágenes de rostros famosos y anónimos. Además, se les pidió que identificaran si cada uno de esos rostros coincidía con imágenes de espalda.

El equipo descubrió que los participantes fueron más rápidos y precisos cuando tenían que emparejar caras famosas que cuando tenían que hacerlo con rostros anónimos, y que este mejor rendimiento de la memoria a corto plazo estaba asociado con una mayor actividad en la red neuronal por defecto.

Estos resultados, según ellos, muestran que la actividad en las regiones de esta red neuronal puede apoyar el desempeño en tareas dirigidas a un objetivo, si las demandas de dicha tarea se alinean con los procesos soportados por la red neuronal por defecto, aseguran los científicos.

"Fuera del laboratorio, la consecución de objetivos implica el procesamiento de información llena de significado personal -conocimiento sobre experiencias pasadas, motivaciones, planes futuros o contexto social", explica Spreng.

"Nuestro estudio sugiere que la red neuronal de control ejecutivo y la de defecto interactúan para facilitar un diálogo permanente entre la búsqueda de objetivos externos y el significado interno", concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

R. N. Spreng, E. DuPre, D. Selarka, J. Garcia, S. Gojkovic, J. Mildner, W.-M. Luh, G. R. Turner. Goal-Congruent Default Network Activity Facilitates Cognitive Control. Journal of Neuroscience (2014). DOI: 10.1523/JNEUROSCI.2815-14.2014.




Universidad de Cornell/T21
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