Recrean en laboratorio una parte del estómago

Encargada de la producción de ácidos y de las enzimas necesarias para la digestión, ayudará a resolver problemas de salud


Científicos norteamericanos han recreado en laboratorio la parte del estómago encargada de producir los ácidos y las enzimas necesarias para la digestión. De esta forma pueden estudiar mejor el funcionamiento de esta parte del estómago, ver en directo cuándo enferma y cómo se cura, y descubrir así nuevos enfoques para tratar enfermedades.


Redacción T21
09/01/2017

Visión microscópica del estómago creado en laboratorio. Cincinnati Children's.
Científicos norteamericanos han conseguido recrear en laboratorio la parte del estómago encargada de la producción de ácidos y de las enzimas necesarias para la digestión, una proeza que ayudará a resolver muchos problemas de salud, según se informa en un comunicado.

Los científicos reconstruyeron esta parte del estómago a partir de organoides, órganos diminutos que crecen y viven dentro de una placa de Petri, pero que funcionan como un órgano real.

La placa de Petri es un recipiente de laboratorio que se utiliza en microbiología para cultivar células, observar la germinación de las semillas o examinar el comportamiento de pequeños animales.

En esta ocasión, la placa de Petri es el espacio donde estos organoides que funcionan como un estómago real pueden ser objeto de investigación y estudio con la finalidad de conocer mejor los mecanismos de la digestión y de aplicar en medicina mejores tratamientos.

Los investigadores recrearon en la placa de Petri una sección del estómago llamada fundus, la cual es responsable de producir las enzimas digestivas y los ácidos necesarios para descomponer los alimentos que comemos.

El fundus es la parte superior del estómago y está colocado debajo del diafragma y continúa hacia abajo por el cuerpo del estómago y después por el píloro (donde se continúa con el duodeno). La membrana mucosa que se encuentra en el fundus está formada por glándulas que secretan el ácido gástrico. Es  aquí donde se realiza la primera etapa de la digestión de las proteínas, fragmentándolas en trozos más pequeños para que sean asimilables por el organismo.

Esta sección vital del estómago también es particularmente vulnerable a la enfermedad. Demasiado ácido puede generar reflujos ácidos, mientras que una infección con la bacteria H. Pylori puede causar úlceras e inflamación. Al estudiar cómo estas enfermedades progresan en el tejido del estómago desarrollado en la placa de Petri, los científicos esperan conocer mejor cómo tratarlos.

Al disponer de una parte “artificial” del estómago en el laboratorio, los científicos pueden ver cómo se desarrollan las enfermedades y cómo se curan reaccionando a los medicamentos. Esta posibilidad abre a los investigadores la oportunidad de encontrar nuevos métodos para tratar las enfermedades del estómago en las personas, ya sea con medicamentos o con ajustes en la microbiología del intestino.

Dos años después

Este descubrimiento se produce dos años después de que estos mismos investigadores crearan otra zona del estómago, el antro gástrico, que es responsable de producir las hormonas que realizan tareas vitales como estimular el apetito, tal como informamos en otro artículo.

Esta recreación del antro gástrico se realizó también mediante organoides que se construyeron utilizando células madre pluripotentes, capaces de convertirse en cualquier célula en el cuerpo y luego replicarse.

El objetivo final para los científicos es crear un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito que contenga organoides de cada órgano en el cuerpo humano. Este dispositivo podría utilizarse para ver cómo los medicamentos nuevos (y viejos) afectan al cuerpo en su conjunto, lo que podría conducir potencialmente a terapias con fármacos más dirigidos con menos efectos secundarios.

Un día, el mismo proceso podría ser utilizado para cultivar órganos destinados a huéspedes humanos. "Los siguientes pasos reales para mí serían hacer que estos tejidos puedan ser utilizados en terapias de trasplante", dice Wells.

La idea sería reemplazar secciones perdidas de órganos como el intestino delgado, el páncreas o incluso partes del corazón, con organoides creados en laboratorio. Pero esta posibilidad todavía es remota.

Referencia

Wnt/β-catenin promotes gastric fundus specification in mice and humans. Nature, (2017) doi:10.1038/nature21021


 



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