El investigador David Glanzman. Fuente: UCLA.
Hasta ahora, se pensaba que las sinapsis –las conexiones entre células nerviosas o neuronas del cerebro- almacenaban nuestros recuerdos. Y que cuando enfermedades tan devastadoras para las neuronas como el Alzheimer acababan con esas sinapsis, los recuerdos se perdían para siempre.
Sin embargo, los resultados de una nueva investigación de la Universidad de California en Los Ángeles desafían esta idea, pues señalan que la memoria a largo plazo no se alberga en las sinapsis. Por tanto, que si se crean nuevas sinapsis (o se restablecen de nuevo las conexiones intercelulares del cerebro), los recuerdos pueden volver.
En un estudio realizado por el biólogo y fisiólogo de la UCLA David Glanzman y sus colaboradores con un tipo de caracol marino llamado Aplysia los investigadores demostraron que el sistema nervioso de este caracol es capaz de restaurar sinapsis perdidas y, con ellas, sus recuerdos.
En este caso, la memoria del animal que se recuperó fue una respuesta defensiva a un daño potencial (reflejo de contracción ante un estímulo eléctrico doloroso), que los científicos previamente inhibieron, mediante la manipulación de sus neuronas motoras y sensoriales, informa la UCLA en un comunicado.
Cuando esa inhibición cesó y, en consecuencia, las sinapsis del caracol se recuperaron, el animal volvió a recordar dicha respuesta protectora.
Sin embargo, los resultados de una nueva investigación de la Universidad de California en Los Ángeles desafían esta idea, pues señalan que la memoria a largo plazo no se alberga en las sinapsis. Por tanto, que si se crean nuevas sinapsis (o se restablecen de nuevo las conexiones intercelulares del cerebro), los recuerdos pueden volver.
En un estudio realizado por el biólogo y fisiólogo de la UCLA David Glanzman y sus colaboradores con un tipo de caracol marino llamado Aplysia los investigadores demostraron que el sistema nervioso de este caracol es capaz de restaurar sinapsis perdidas y, con ellas, sus recuerdos.
En este caso, la memoria del animal que se recuperó fue una respuesta defensiva a un daño potencial (reflejo de contracción ante un estímulo eléctrico doloroso), que los científicos previamente inhibieron, mediante la manipulación de sus neuronas motoras y sensoriales, informa la UCLA en un comunicado.
Cuando esa inhibición cesó y, en consecuencia, las sinapsis del caracol se recuperaron, el animal volvió a recordar dicha respuesta protectora.
Extrapolable a humanos
Los científicos consideran que esta constatación puede ser extrapolable a los humanos: una vez que los recuerdos se forman, si se interrumpe temporalmente la síntesis de proteínas que en el cerebro posibilita las sinapsis, esto no afectará a la memoria a largo plazo. Una vez recuperadas las sinapsis, esta memoria volverá, afirman.
Hace unos años, Glanzman y su equipo, trabajando con el mismo tipo de caracol marino, consiguieron eliminar los recuerdos traumáticos de estos animales, inhibiendo la actividad de una proteína quinasa específica, que se sabe está relacionada con la memoria.
Este avance, afirmaron los científicos entonces, podría ayudar en un futuro a eliminar los recuerdos traumáticos que sufren, por ejemplo, los veteranos de guerra, las víctimas de violación o las personas que han sufrido accidentes o han sido testigos de crímenes violentos.
Los científicos consideran que esta constatación puede ser extrapolable a los humanos: una vez que los recuerdos se forman, si se interrumpe temporalmente la síntesis de proteínas que en el cerebro posibilita las sinapsis, esto no afectará a la memoria a largo plazo. Una vez recuperadas las sinapsis, esta memoria volverá, afirman.
Hace unos años, Glanzman y su equipo, trabajando con el mismo tipo de caracol marino, consiguieron eliminar los recuerdos traumáticos de estos animales, inhibiendo la actividad de una proteína quinasa específica, que se sabe está relacionada con la memoria.
Este avance, afirmaron los científicos entonces, podría ayudar en un futuro a eliminar los recuerdos traumáticos que sufren, por ejemplo, los veteranos de guerra, las víctimas de violación o las personas que han sufrido accidentes o han sido testigos de crímenes violentos.
Referencia bibliográfica:
Shanping Chen, Diancai Cai, Kaycey Pearce, Philip Y-W Sun, Adam C Roberts, David L Glanzman. Reinstatement of long-term memory following erasure of its behavioral and synaptic expression in Aplysia. eLife (2014). DOI: 10.7554/eLife.03896.
Shanping Chen, Diancai Cai, Kaycey Pearce, Philip Y-W Sun, Adam C Roberts, David L Glanzman. Reinstatement of long-term memory following erasure of its behavioral and synaptic expression in Aplysia. eLife (2014). DOI: 10.7554/eLife.03896.