Ilustración de los ultrasonidos dirigidos hacia el tálamo (en verde). Imagen: Martin Monti. Fuente: UCLA.
Un hombre de 25 años de edad, en recuperación de un estado de coma, ha hecho progresos notables después de un tratamiento de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, EEUU). El tratamiento consistió en usar ultrasonidos para reiniciar el funcionamiento del cerebro dañado.
La técnica utiliza más concretamente la estimulación sónica para excitar las neuronas del tálamo, una estructura que sirve como eje central del cerebro para el procesamiento de la información.
"Es casi como hubiésemos vuelto a poner en marcha las neuronas," explica el neurocirujano Martin Monti, autor principal del estudio. "Hasta ahora, la única manera de lograr esto era un procedimiento quirúrgico arriesgado conocido como estimulación cerebral profunda (ECP), que consiste en implantar electrodos directamente en el interior del tálamo. Nuestro enfoque se dirige directamente al tálamo, pero no es invasivo", sigue diciendo Monti en un comunicado de la UCLA.
Según el investigador, a pesar de los resultados positivos obtenidos, este procedimiento aún requiere de más estudios sobre otros pacientes, para determinar si se podría utilizar para ayudar a otras personas que se recuperan de coma. Esta es la primera vez que se aplica este método para tratar una lesión cerebral grave.
Cómo funciona
La técnica de ultrasonido empleada ha sido desarrollada por Alexander Bystritsky, un profesor de psiquiatría y ciencias bioconductuales del Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano de la UCLA. Bystritsky es coautor del presente trabajo y también uno de los fundadores de Brainsonix, la compañía que ha proporcionado el dispositivo empleado en la investigación.
El dispositivo, del tamaño de un platillo de taza de café, genera una pequeña esfera de energía acústica que puede ser dirigida a diferentes regiones del cerebro para excitar el tejido cerebral.
Para el nuevo estudio, los investigadores lo colocaron a un lado de la cabeza del hombre y lo activaron 10 veces durante 30 segundos cada una, en un período de tiempo de 10 minutos. Monti asegura que el dispositivo es seguro, ya que sólo emite una pequeña cantidad de energía, menor a la de una ecografía Doppler convencional.
La técnica utiliza más concretamente la estimulación sónica para excitar las neuronas del tálamo, una estructura que sirve como eje central del cerebro para el procesamiento de la información.
"Es casi como hubiésemos vuelto a poner en marcha las neuronas," explica el neurocirujano Martin Monti, autor principal del estudio. "Hasta ahora, la única manera de lograr esto era un procedimiento quirúrgico arriesgado conocido como estimulación cerebral profunda (ECP), que consiste en implantar electrodos directamente en el interior del tálamo. Nuestro enfoque se dirige directamente al tálamo, pero no es invasivo", sigue diciendo Monti en un comunicado de la UCLA.
Según el investigador, a pesar de los resultados positivos obtenidos, este procedimiento aún requiere de más estudios sobre otros pacientes, para determinar si se podría utilizar para ayudar a otras personas que se recuperan de coma. Esta es la primera vez que se aplica este método para tratar una lesión cerebral grave.
Cómo funciona
La técnica de ultrasonido empleada ha sido desarrollada por Alexander Bystritsky, un profesor de psiquiatría y ciencias bioconductuales del Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano de la UCLA. Bystritsky es coautor del presente trabajo y también uno de los fundadores de Brainsonix, la compañía que ha proporcionado el dispositivo empleado en la investigación.
El dispositivo, del tamaño de un platillo de taza de café, genera una pequeña esfera de energía acústica que puede ser dirigida a diferentes regiones del cerebro para excitar el tejido cerebral.
Para el nuevo estudio, los investigadores lo colocaron a un lado de la cabeza del hombre y lo activaron 10 veces durante 30 segundos cada una, en un período de tiempo de 10 minutos. Monti asegura que el dispositivo es seguro, ya que sólo emite una pequeña cantidad de energía, menor a la de una ecografía Doppler convencional.
Resultados obtenidos
Antes de iniciar el procedimiento, el paciente mostraba sólo signos mínimos de conciencia y de comprensión del habla. Por ejemplo, podía realizar pequeños movimientos, cuando se le pedía.
El día después del tratamiento, esas respuestas habían mejorado notablemente y, tres días más tarde, el paciente había recuperado la plena conciencia y la comprensión completa del lenguaje. Además, se podía comunicar con movimientos de cabeza, para decir "sí" o "no". Incluso hizo un gesto con la mano para decir adiós a uno de sus médicos. "Los cambios fueron notables", señala Monti.
Potenciales aplicaciones
Esta técnica se dirige al tálamo porque, en personas cuya función mental está profundamente alterada después de una coma, el rendimiento de esta región cerebral está típicamente disminuido. Normalmente, los medicamentos que se prescriben en estos casos se dirigen al tálamo de manera indirecta.
Ahora, los científicos planean probar el mismo procedimiento en varias personas más. Lo harán a partir del próximo otoño en el Ronald Reagan UCLA Medical Center de Los Ángeles.
Si, a partir de estas pruebas, se demuestra que la tecnología es útil, eventualmente podría fabricarse con ella un dispositivo portátil -tal vez incorporado en un casco- que ayude a “despertar" a los pacientes, incluso a aquellos en estado vegetativo o de mínima conciencia.
En la actualidad, no hay casi ningún tratamiento eficaz para este tipo de pacientes, explica Monti. El año pasado, un estudio reveló que oír historias de la familia contadas por los propios familiares también puede ayudar a estos pacientes a recuperarse.
Antes de iniciar el procedimiento, el paciente mostraba sólo signos mínimos de conciencia y de comprensión del habla. Por ejemplo, podía realizar pequeños movimientos, cuando se le pedía.
El día después del tratamiento, esas respuestas habían mejorado notablemente y, tres días más tarde, el paciente había recuperado la plena conciencia y la comprensión completa del lenguaje. Además, se podía comunicar con movimientos de cabeza, para decir "sí" o "no". Incluso hizo un gesto con la mano para decir adiós a uno de sus médicos. "Los cambios fueron notables", señala Monti.
Potenciales aplicaciones
Esta técnica se dirige al tálamo porque, en personas cuya función mental está profundamente alterada después de una coma, el rendimiento de esta región cerebral está típicamente disminuido. Normalmente, los medicamentos que se prescriben en estos casos se dirigen al tálamo de manera indirecta.
Ahora, los científicos planean probar el mismo procedimiento en varias personas más. Lo harán a partir del próximo otoño en el Ronald Reagan UCLA Medical Center de Los Ángeles.
Si, a partir de estas pruebas, se demuestra que la tecnología es útil, eventualmente podría fabricarse con ella un dispositivo portátil -tal vez incorporado en un casco- que ayude a “despertar" a los pacientes, incluso a aquellos en estado vegetativo o de mínima conciencia.
En la actualidad, no hay casi ningún tratamiento eficaz para este tipo de pacientes, explica Monti. El año pasado, un estudio reveló que oír historias de la familia contadas por los propios familiares también puede ayudar a estos pacientes a recuperarse.