Cada vez más se implanta en la sociedad la convicción de que estamos en una época de profundos cambios que afectan a todos los órdenes de la experiencia humana: económico, tecnológico, cultural, científico y, por supuesto, político.
La decrepitud del modelo de civilización que nos ha acompañado sobre todo a partir de la revolución industrial, aconseja una revisión de las ideas y planteamientos que lo sustentan, especialmente por dos motivos principales: el modelo provoca profundos desequilibrios sociales y medioambientales, y además no es sostenible en el tiempo.
Parece llegado el momento de imaginar otras formas y modelos de organización social que respondan precisamente a esos dos desafíos: que sean armónicos en sus relaciones humanas y con la naturaleza, y que además sean sostenibles y duraderos en el tiempo. A ese posible futuro humano lo llamamos Nuevo Mundo.
No es la primera vez que como especie nos enfrentamos a situaciones como esta, si bien el nivel de complejidad de los problemas y de los retos son inconmensurables respecto a momentos críticos del pasado. Pero también es verdad que nuestra capacidad de reacción y de respuesta a los cambios es mucho mayor en la actualidad.
Para el Club Nuevo Mundo esta constatación nos lleva a un compromiso con la ilusión por el futuro, capaz de reemplazar a la decepción y la desesperanza presente hoy en amplias capas sociales.
Este compromiso lo traducimos en dos líneas concretas de actuación: por un lado, estamos elaborando una serie de medidas sencillas y prácticas que permitan aminorar el impacto humano sobre el medio ambiente (para grandes ciudades y poblaciones con mayor densidad de población). También aportaremos soluciones para el medio rural, especialmente para núcleos de menos de 20.000 habitantes, incluidos los más pequeños, de cien habitantes e incluso menos. A esta primera batería de medidas y soluciones seguirán más sobre otros aspectos no menos críticos para la sociedad.
La decrepitud del modelo de civilización que nos ha acompañado sobre todo a partir de la revolución industrial, aconseja una revisión de las ideas y planteamientos que lo sustentan, especialmente por dos motivos principales: el modelo provoca profundos desequilibrios sociales y medioambientales, y además no es sostenible en el tiempo.
Parece llegado el momento de imaginar otras formas y modelos de organización social que respondan precisamente a esos dos desafíos: que sean armónicos en sus relaciones humanas y con la naturaleza, y que además sean sostenibles y duraderos en el tiempo. A ese posible futuro humano lo llamamos Nuevo Mundo.
No es la primera vez que como especie nos enfrentamos a situaciones como esta, si bien el nivel de complejidad de los problemas y de los retos son inconmensurables respecto a momentos críticos del pasado. Pero también es verdad que nuestra capacidad de reacción y de respuesta a los cambios es mucho mayor en la actualidad.
Para el Club Nuevo Mundo esta constatación nos lleva a un compromiso con la ilusión por el futuro, capaz de reemplazar a la decepción y la desesperanza presente hoy en amplias capas sociales.
Este compromiso lo traducimos en dos líneas concretas de actuación: por un lado, estamos elaborando una serie de medidas sencillas y prácticas que permitan aminorar el impacto humano sobre el medio ambiente (para grandes ciudades y poblaciones con mayor densidad de población). También aportaremos soluciones para el medio rural, especialmente para núcleos de menos de 20.000 habitantes, incluidos los más pequeños, de cien habitantes e incluso menos. A esta primera batería de medidas y soluciones seguirán más sobre otros aspectos no menos críticos para la sociedad.
Imaginando el Nuevo Mundo
Por otro lado, vamos a organizar una reflexión abierta sobre cómo imaginamos el nuevo mundo, el nuevo escenario que hemos de montar para organizar nuestra vida en armonía con la naturaleza y entre los seres humanos.
La reflexión la organizaremos en el marco que nos es propio, el diálogo ciencia-sociedad, y permitirá diseñar los pilares del nuevo mundo en los campos que consideramos básicos: ciencia, tecnología, energía, educación, política, cultura, economía y arte.
El resultado será el Manifiesto del Nuevo Mundo, que someteremos a la opinión de la sociedad para que, si así lo estimara, lo respalde masivamente y sirva de punto de referencia del mundo en el que queremos vivir.
Una vez culminado ese proceso de revisión e implantación social, el Manifiesto del Nuevo Mundo será una reflexión colectiva sobre los problemas de la especie que aportará herramientas para mejorar la gestión cotidiana de instituciones y personas sobre premisas más sólidas, humanas, ambientales y sostenibles.
También será de gran ayuda para los agentes sociales, económicos, educativos, políticos y culturales que tienen la responsabilidad de construir el presente, ya que les proporcionará ideas sobre las que reflexionar y herramientas sobre las que construir el Nuevo Mundo que deseamos alcanzar.
Por otro lado, vamos a organizar una reflexión abierta sobre cómo imaginamos el nuevo mundo, el nuevo escenario que hemos de montar para organizar nuestra vida en armonía con la naturaleza y entre los seres humanos.
La reflexión la organizaremos en el marco que nos es propio, el diálogo ciencia-sociedad, y permitirá diseñar los pilares del nuevo mundo en los campos que consideramos básicos: ciencia, tecnología, energía, educación, política, cultura, economía y arte.
El resultado será el Manifiesto del Nuevo Mundo, que someteremos a la opinión de la sociedad para que, si así lo estimara, lo respalde masivamente y sirva de punto de referencia del mundo en el que queremos vivir.
Una vez culminado ese proceso de revisión e implantación social, el Manifiesto del Nuevo Mundo será una reflexión colectiva sobre los problemas de la especie que aportará herramientas para mejorar la gestión cotidiana de instituciones y personas sobre premisas más sólidas, humanas, ambientales y sostenibles.
También será de gran ayuda para los agentes sociales, económicos, educativos, políticos y culturales que tienen la responsabilidad de construir el presente, ya que les proporcionará ideas sobre las que reflexionar y herramientas sobre las que construir el Nuevo Mundo que deseamos alcanzar.
TODAVÍA ESTÁS A TIEMPO
Si quieres sumarte a esta ilusión compartida, todavía estás a tiempo de formar parte del Club Nuevo Mundo en cualquiera de sus categorías: Miembro Directivo, Socio Estratégico, Socio Ejecutivo o Community Partner.
Al final no seremos más de 1.721 miembros, pioneros con visión de futuro que quieren contribuir al tránsito de un mundo a otro a partir de su talento y experiencia, y tender un puente que va desde el presente hasta los nuevos tiempos humanos.
¿Te animas a formar parte de esta ilusión compartida? Selecciona la modalidad de participación que mejor se adapta a tu perfil y propón tu candidatura. La estudiaremos con el mayor rigor e interés. ¡Bienvenido!
Al final no seremos más de 1.721 miembros, pioneros con visión de futuro que quieren contribuir al tránsito de un mundo a otro a partir de su talento y experiencia, y tender un puente que va desde el presente hasta los nuevos tiempos humanos.
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