Proteger el cultivo de trigo de los fenómenos climáticos requerirá estrategias locales

Un proyecto europeo prevé un aumento de las sequías severas en diversas zonas, entre ellas España


Un estudio europeo sobre el efecto que diversos fenómenos climáticos pueden tener en las cosechas de trigo ha concluido que serán necesarias estrategias locales para mitigar los distintos impactos de éstos en cada una de las zonas afectadas. El estudio, en el que ha participado España, prevé también un mayor riesgo de sequías severas en diversas zonas, incluido nuestro país.


UPM/T21
02/09/2014

Zonas de cultivo de trigo en Europa. Fuente: Nature Climate Change.
Según un estudio internacional en el que ha participado el Grupo de Sistemas Agrarios (AgSystems), adscrito al Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (Ceigram) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), las proyecciones de cambio climático indican una mayor frecuencia de condiciones climáticas adversas, lo que podría poner en peligro la producción de trigo en distintas zonas de Europa, entre ellas la Península Ibérica.

La investigación, en ka que ha participado la profesora de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la UPM Margarita Ruiz Ramos, analiza 11 eventos meteorológicos que pueden tener una influencia significativa en la producción de trigo en 14 localidades europeas.

En función de los datos recogidos en los últimos años y teniendo en cuenta proyecciones de futuro, los investigadores prevén la frecuencia de aparición de estos fenómenos meteorológicos y cómo pueden afectar a la producción de este cereal.

Madrid y Sevilla fueron las dos ciudades españolas que se tomaron como referencia en este trabajo, publicado en la revista Nature Climate Change. En concreto, para el caso de España, el análisis establece un aumento en el riesgo de sequía severa tras la floración, así como del estrés por altas temperaturas en floración y llenado de grano, siendo ambos periodos los de mayor sensibilidad del cultivo.

“Estos resultados indican que en nuestro país la adaptación debe consistir en un compromiso entre el uso de cultivares tempranos que permitan evitar estos estreses (al finalizar el ciclo antes de que los eventos extremos se produzcan), pero que mantengan una longitud de ciclo suficiente para mantener la producción actual o minimizar las pérdidas. El uso de riego suplementario podría considerarse como medida de adaptación en ciertas circunstancias, siempre sujeto a la disponibilidad de agua”, explica Margarita Ruiz Ramos en la nota de prensa de la UPM, recogida por el Instituto de la Ingeniería de España.

Otras zonas

Los investigadores también han analizado la influencia de las variaciones climáticas en el cultivo de trigo en Jyväskylä (Finlandia), Upsala (Suecia), Tylstrup (Dinamarca), Varsovia (Polonia), Wageningen (Holanda), Rothamsted (Reino Unido), Mannheim (Alemania), Viena (Austria), Debrecen (Hungría), Clermont-Ferrand (Francia), Montagnano (Italia) y Atenas (Grecia).

En la medida en que los eventos peligrosos y su frecuencia son distintos para cada localidad, el estudio pone de manifiesto que la adaptación debe tener un carácter marcadamente regional.

Los resultados son relevantes para otros cultivos, ya que muchos comparten la estación de crecimiento y periodos sensibles del trigo. El trabajo demuestra igualmente que la evaluación de eventos individuales por separado puede conducir a una percepción del riesgo incompleta.

Como conclusión, los investigadores prevén un aumento en la probabilidad de eventos adversos individuales y múltiples (es decir, varios eventos ocurriendo en la misma campaña de cultivo) en 2060 respecto de la actualidad, lo que implicaría un mayor riesgo para la producción europea de trigo.

Para Margarita Ruiz Ramos, la importancia del estudio radica en que proporciona “una información esencial para desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático de los sistemas de cultivos europeos, en concreto cereales de invierno. Esto es especialmente importante en nuestro país, donde los sistemas de cultivo basados en cereales ocupan gran parte de la superficie agrícola”, afirma.

La investigadora de la UPM ha colaborado en la parametrización del software utilizado para los cálculos en las localidades mediterráneas, en el desarrollo de los índices de eventos extremos evaluados y en la redacción del manuscrito.

Referencia bibliográfica:

Miroslav Trnka, Reimund P. Rötter, Margarita Ruiz Ramos, Kurt Christian Kersebaum, Jørgen E. Olesen, Zdeněk Žalud y Mikhail A. Semenov: Adverse weather conditions for European wheat production will become more frequent with climate change. Nature Climate Change (2014). doi:10.1038/nclimate2242



UPM/T21
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