La Renta Básica Universal se propone como derecho de todo ciudadano y residente acreditado a percibir una cantidad periódica que cubra, al menos, las necesidades vitales sin contraprestación alguna. Imagen: leafy. Fuente: PhotoXpress.
Aunque la iniciativa de la Renta Básica Universal (RBU) comenzó a tener fuerza en la década de los 80, sobre todo vinculada a las preocupaciones ecologistas, hoy en día, debido a otros problemas estructurales, como el alto paro que sufren países como España o las críticas derivadas de la equiparación de empleo con trabajo, están generando una nueva oleada de apoyos a este programa.
La Renta Básica es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad, incluso si este no trabaja de forma remunerada, y sin tomar en consideración si es rico o pobre. Dicho de otra forma, independientemente de cuáles sean sus otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva.
Renta Básica y sostenibilidad
El pasado 10 de junio, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, tuvo lugar la jornada "Renta Básica y sostenibilidad", en la que participó José Luis Rey, profesor de ética y Derechos Humanos e Historia de las ideas políticas de la Universidad Pontifica de Comillas (UPC). En una entrevista para Tendencias21, Rey explica qué es la Renta Básica Universal y aclara las diferentes posturas a favor y en contra de esta iniciativa, además de cuestiones que tienen que ver con la Renta Básica y el ejercicio de la libertad a nivel ético y político.
La Renta Básica es un ingreso pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad, incluso si este no trabaja de forma remunerada, y sin tomar en consideración si es rico o pobre. Dicho de otra forma, independientemente de cuáles sean sus otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva.
Renta Básica y sostenibilidad
El pasado 10 de junio, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, tuvo lugar la jornada "Renta Básica y sostenibilidad", en la que participó José Luis Rey, profesor de ética y Derechos Humanos e Historia de las ideas políticas de la Universidad Pontifica de Comillas (UPC). En una entrevista para Tendencias21, Rey explica qué es la Renta Básica Universal y aclara las diferentes posturas a favor y en contra de esta iniciativa, además de cuestiones que tienen que ver con la Renta Básica y el ejercicio de la libertad a nivel ético y político.
Renta Básica y sostenibilidad. ¿En qué punto se unen estos dos conceptos, teniendo en cuenta sus significados?
La RB es un ingreso universal e incondicionado que se daría a toda persona por el mero hecho de ser ciudadano o residente, como un derecho social universal. Desde que el debate contemporáneo sobre la RB se inició a mediados de los 80, se ha señalado una vinculación de esta con las preocupaciones ecologistas.
Ciertamente, la RB pretende ser un instrumento más de un modelo económico alternativo que esté centrado en la calidad de vida de la gente, y no tanto es aspectos cuantitativos. Por eso serviría para visibilizar el trabajo que no es empleo y permitiría crear espacios donde se pudieran desarrollar economías alternativas alejadas de la lógica del capitalismo liberal. En ese sentido, podría contribuir a una sociedad más sostenible ecológicamente.
El concepto de Renta Básica Universal (RBU) tiene defensores y detractores. Uno de los efectos positivos para los defensores es que evitaria desvalorizar nuestra capacidad de trabajo, al no tener que aceptar condiciones deplorables...
En efecto, la RB en economías capitalistas financieras como la actual permitiría reequilibrar un poco el trabajo y el capital. Ese equilibrio, que de alguna forma se dio durante la época del desarrollo de los Estados de bienestar en Europa, desde los años 90 se ha roto. La renta básica busca empoderar al trabajador para poder decir no a condiciones laborales degradantes e indignas.
Por su parte los detractores de la RBU dicen que trabajaría menos gente porque en principio la RB cubriría esas necesidades básicas. ¿Para qué más podrían pensar muchos ciudadanos?
En esta pregunta se incurre en la falacia de entender que el único trabajo que existe es el empleo. El empleo es un concepto mercantil, son aquellas actividades que se realizan y que el mercado a cambio gratifica con un salario. Pero el trabajo no es solo eso. Trabajo es toda aquella actividad que se lleva a cabo con nuestras capacidades intelectuales y físicas y que permite interaccionar con la sociedad.
Frente a un concepto productivo de trabajo, hay que reivindicar uno reproductivo. Y en nuestras sociedades puede que no haya empleo, pero hay mucho trabajo. La renta básica permitiría disponer de tiempo libre para todo ese trabajo. Además, tenemos que pensar que el pleno empleo es un mito que nunca existió y nunca va a existir. Y que hoy se hace necesario un reparto del empleo y un reparto también del trabajo. La RB haría posible ese reparto.
En países como Alemania y en otros países europeos existe algo parecido a la RB, en el caso alemán se viene a llamar "Hartz IV". ¿Conoce este plan? ¿No serviría como contraejemplo para el argumento de los detractores?
En Alemania no existe RB porque no se trata de una renta universal e incondicional. El argumento de la pereza o del gorrón se ha utilizado siempre para criticar a las instituciones de bienestar, pero no es cierto.
No lo es si partimos del concepto de trabajo al que antes me he referido. Pero es que, además, hay autores que incluso han planteado que aquellos que optaran por no ocupar un empleo también estarían contribuyendo a la economía, precisamente para hacer esta viable, dado que siempre va a necesitar un nivel de desempleo. Hay mucha literatura académica que ha logrado desmontar la objeción del gorrón, de la reciprocidad.
La RB es un ingreso universal e incondicionado que se daría a toda persona por el mero hecho de ser ciudadano o residente, como un derecho social universal. Desde que el debate contemporáneo sobre la RB se inició a mediados de los 80, se ha señalado una vinculación de esta con las preocupaciones ecologistas.
Ciertamente, la RB pretende ser un instrumento más de un modelo económico alternativo que esté centrado en la calidad de vida de la gente, y no tanto es aspectos cuantitativos. Por eso serviría para visibilizar el trabajo que no es empleo y permitiría crear espacios donde se pudieran desarrollar economías alternativas alejadas de la lógica del capitalismo liberal. En ese sentido, podría contribuir a una sociedad más sostenible ecológicamente.
El concepto de Renta Básica Universal (RBU) tiene defensores y detractores. Uno de los efectos positivos para los defensores es que evitaria desvalorizar nuestra capacidad de trabajo, al no tener que aceptar condiciones deplorables...
En efecto, la RB en economías capitalistas financieras como la actual permitiría reequilibrar un poco el trabajo y el capital. Ese equilibrio, que de alguna forma se dio durante la época del desarrollo de los Estados de bienestar en Europa, desde los años 90 se ha roto. La renta básica busca empoderar al trabajador para poder decir no a condiciones laborales degradantes e indignas.
Por su parte los detractores de la RBU dicen que trabajaría menos gente porque en principio la RB cubriría esas necesidades básicas. ¿Para qué más podrían pensar muchos ciudadanos?
En esta pregunta se incurre en la falacia de entender que el único trabajo que existe es el empleo. El empleo es un concepto mercantil, son aquellas actividades que se realizan y que el mercado a cambio gratifica con un salario. Pero el trabajo no es solo eso. Trabajo es toda aquella actividad que se lleva a cabo con nuestras capacidades intelectuales y físicas y que permite interaccionar con la sociedad.
Frente a un concepto productivo de trabajo, hay que reivindicar uno reproductivo. Y en nuestras sociedades puede que no haya empleo, pero hay mucho trabajo. La renta básica permitiría disponer de tiempo libre para todo ese trabajo. Además, tenemos que pensar que el pleno empleo es un mito que nunca existió y nunca va a existir. Y que hoy se hace necesario un reparto del empleo y un reparto también del trabajo. La RB haría posible ese reparto.
En países como Alemania y en otros países europeos existe algo parecido a la RB, en el caso alemán se viene a llamar "Hartz IV". ¿Conoce este plan? ¿No serviría como contraejemplo para el argumento de los detractores?
En Alemania no existe RB porque no se trata de una renta universal e incondicional. El argumento de la pereza o del gorrón se ha utilizado siempre para criticar a las instituciones de bienestar, pero no es cierto.
No lo es si partimos del concepto de trabajo al que antes me he referido. Pero es que, además, hay autores que incluso han planteado que aquellos que optaran por no ocupar un empleo también estarían contribuyendo a la economía, precisamente para hacer esta viable, dado que siempre va a necesitar un nivel de desempleo. Hay mucha literatura académica que ha logrado desmontar la objeción del gorrón, de la reciprocidad.
Desde el punto de vista de la ética y de varios autores como Philippe Van Parijs, el concepto de RBU va unido al de libertad. ¿Cómo encajar la libertad del individuo con la percepción de la RB?
La RB da opciones de libertad. Philippe Van Parijs en Libertad Real para todos, un libro publicado en 1995, señala que una sociedad es justa si garantiza el mayor nivel de libertad real posible igual a todos sus miembros. Y él entiende que la libertad real es la libertad para hacer cualquier cosa que uno pueda querer hacer.
Esto es, liga la idea de libertad a la de deseo potencial y no a la de deseo actual. Para él, la institución que puede lograr dar libertad a los ciudadanos para que puedan hacer cualquier cosa que puedan querer hacer es la RB. La pobreza se traduce en falta de libertad. Y la RB lo que trata es de limitar, al menos parcialmente, esa falta de libertad.
La RBU ayudaría a crear sociedades más igualitarias y a reducir enormemente los niveles de pobreza. ¿Todos los sectores de la sociedad estarían o están conformes con esta visión? (Teniendo en cuenta que las rentas más altas aportarían más que las bajas, según el principio de redistribución de la riqueza).
La RB contribuiría a un mayor nivel de igualdad y a eliminar la pobreza. Pero, como cualquier política social, si no va acompañada de una reforma fiscal progresiva ciertamente serviría de poco. Las simulaciones de financiación que se han hecho hasta ahora se han basado sobre todo en reformar y financiar la RB a través del IRPF.
Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con esta forma de financiación. Porque caería sobre los hombros de los asalariados. Y en la economía financiera en la que vivimos, la riqueza no está ahí, está en los movimientos especulativos de capital que es precisamente lo que se debe gravar.
El principio de capacidad económica ha sido interpretado por nuestro Tribunal Constitucional como ir a buscar la riqueza allí donde esta se encuentra. Hoy el sistema financiero se sostiene básicamente por los asalariados y la riqueza abismal que se genera en los mercados financieros apenas está gravada. Es ahí donde tenemos que dirigirnos para lograr la financiación de las instituciones de bienestar. Y esto, claro, no gustará a algunos, pero se trata de dar cumplimiento a un mandato constitucional.
En esta época de crisis estructural, económica y de valores que atraviesa Europa y en este caso España, ¿Sería un buen momento para replantearnos otro modelo económico más sostenible introduciendo planes como el de la RBU?
Sin lugar a dudas. No podemos seguir teniendo una economía basada en la explotación de los recursos naturales. El mundo tal y como lo tenemos ahora es insostenible. Esto es algo que el ecologismo lleva denunciando desde hace mucho tiempo, pero no se le presta la suficiente atención. La RB sería solo una parte de un replanteamiento total de nuestro modelo económico y social.
En 2013, la Comisión Europea aprobó el recogimiento de firmas de ciudadanos europeos para incentivar y promover este concepto. ¿Cómo está el tema actualmente en España?
La recogida de firmas para la Iniciativa europea finalizó en diciembre, y no se alcanzó el millón de firmas en al menos siete países de la UE que se necesitaban. Se llegaron a cerca de 290.000 firmas, de las cuales 28.000 eran españolas.
En cualquier caso, esta campaña sirvió para dar visibilidad a nivel europeo a la propuesta de la RB. En España diversos colectivos han presentado una ILP a nivel estatal y han comenzado la recogida de firmas. Desconozco cuántas llevan recogidas hasta el momento. Tengo que decir que el texto de la Iniciativa Legislativa Popular o ILP es demasiado sencillo, y que quizá hubiera sido necesario, al menos de cara a su presentación en el Parlamento, presentar un texto más elaborado y acompañado de una Memoria Económica que demostrara su viabilidad. Temo que se pierda una oportunidad como esta, pero sin duda este tipo de campañas que dan a conocer la idea y que movilizan a la ciudadanía son muy necesarias.
La RB da opciones de libertad. Philippe Van Parijs en Libertad Real para todos, un libro publicado en 1995, señala que una sociedad es justa si garantiza el mayor nivel de libertad real posible igual a todos sus miembros. Y él entiende que la libertad real es la libertad para hacer cualquier cosa que uno pueda querer hacer.
Esto es, liga la idea de libertad a la de deseo potencial y no a la de deseo actual. Para él, la institución que puede lograr dar libertad a los ciudadanos para que puedan hacer cualquier cosa que puedan querer hacer es la RB. La pobreza se traduce en falta de libertad. Y la RB lo que trata es de limitar, al menos parcialmente, esa falta de libertad.
La RBU ayudaría a crear sociedades más igualitarias y a reducir enormemente los niveles de pobreza. ¿Todos los sectores de la sociedad estarían o están conformes con esta visión? (Teniendo en cuenta que las rentas más altas aportarían más que las bajas, según el principio de redistribución de la riqueza).
La RB contribuiría a un mayor nivel de igualdad y a eliminar la pobreza. Pero, como cualquier política social, si no va acompañada de una reforma fiscal progresiva ciertamente serviría de poco. Las simulaciones de financiación que se han hecho hasta ahora se han basado sobre todo en reformar y financiar la RB a través del IRPF.
Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con esta forma de financiación. Porque caería sobre los hombros de los asalariados. Y en la economía financiera en la que vivimos, la riqueza no está ahí, está en los movimientos especulativos de capital que es precisamente lo que se debe gravar.
El principio de capacidad económica ha sido interpretado por nuestro Tribunal Constitucional como ir a buscar la riqueza allí donde esta se encuentra. Hoy el sistema financiero se sostiene básicamente por los asalariados y la riqueza abismal que se genera en los mercados financieros apenas está gravada. Es ahí donde tenemos que dirigirnos para lograr la financiación de las instituciones de bienestar. Y esto, claro, no gustará a algunos, pero se trata de dar cumplimiento a un mandato constitucional.
En esta época de crisis estructural, económica y de valores que atraviesa Europa y en este caso España, ¿Sería un buen momento para replantearnos otro modelo económico más sostenible introduciendo planes como el de la RBU?
Sin lugar a dudas. No podemos seguir teniendo una economía basada en la explotación de los recursos naturales. El mundo tal y como lo tenemos ahora es insostenible. Esto es algo que el ecologismo lleva denunciando desde hace mucho tiempo, pero no se le presta la suficiente atención. La RB sería solo una parte de un replanteamiento total de nuestro modelo económico y social.
En 2013, la Comisión Europea aprobó el recogimiento de firmas de ciudadanos europeos para incentivar y promover este concepto. ¿Cómo está el tema actualmente en España?
La recogida de firmas para la Iniciativa europea finalizó en diciembre, y no se alcanzó el millón de firmas en al menos siete países de la UE que se necesitaban. Se llegaron a cerca de 290.000 firmas, de las cuales 28.000 eran españolas.
En cualquier caso, esta campaña sirvió para dar visibilidad a nivel europeo a la propuesta de la RB. En España diversos colectivos han presentado una ILP a nivel estatal y han comenzado la recogida de firmas. Desconozco cuántas llevan recogidas hasta el momento. Tengo que decir que el texto de la Iniciativa Legislativa Popular o ILP es demasiado sencillo, y que quizá hubiera sido necesario, al menos de cara a su presentación en el Parlamento, presentar un texto más elaborado y acompañado de una Memoria Económica que demostrara su viabilidad. Temo que se pierda una oportunidad como esta, pero sin duda este tipo de campañas que dan a conocer la idea y que movilizan a la ciudadanía son muy necesarias.