Probado con éxito el primer vehículo europeo sin conductor ni volante

Circula por la vía pública guiado por sensores y balizas desplegadas por todo el trayecto


El primer coche sin conductor ni volante recorrió la semana pasada las calles de una ciudad de la Costa Azul francesa, constituyendo todo un éxito de público. Veinte voluntarios compartieron esta experiencia, que se basa en una tecnología de última generación: vehículos guiados por sensores y balizas desplegadas por las calles, así como por cámaras a bordo que detectan obstáculos a 40 metros y por ordenadores que sustituyen al conductor tradicional. La velocidad máxima es todavía de 18 kilómetros por hora, pero aumentará a medida que la tecnología dote de mayor seguridad al sistema. Por Vanessa Marsh.


Vanessa Marsh
13/06/2004

El primer viaje experimental de un coche sin conductor, que circula por la calle como los demás pero guiado únicamente por sensores y balizas distribuidas por todo el trayecto, ha sido realizado esta semana con éxito en la ciudad de Antibes, en la Costa Azul francesa.

El vehículo puede transportar hasta 20 personas y está dotado de un ordenador de a bordo que analiza las imágenes del entorno en tiempo real, hasta una distancia de 40 metros. Circuló a 18 kilómetros por hora sin provocar ningún accidente.

El vehículo es mucho más económico que el tranvía, su instalación puede realizarse en 48 horas y puede circular tanto de día como de noche. Se diferencia de otros vehículos automáticos, como el taxi que se experimenta ya en Cardiff, en que no tiene vía propia de circulación, sino que utiliza la vía pública, como los vehículos convencionales.

El primer viaje experimental asombró a los viandantes, que desconfiaban de un vehículo cargado de pasajeros que circulaba sin conductor ni volante. La demostración constituyó toda una primicia europea, ya que permitió comprobar la validez de los vehículos totalmente automatizados para circular por una red urbana junto a otros vehículos corrientes y los correspondientes peatones.

Parkshuttle

El vehículo se llama Parkshuttle y ha sido concebido por la sociedad 2getthere, Frog Navigation Systems. Es el resultado de tres años de investigaciones desarrolladas dentro del Quinto Programa Marco de la Unión Europea, que ha aglutinado a un total de 15 socios académicos, industriales y consultores.

La financiación, de 10 millones de euros, corre a cargo del programa “Ciudad de mañana y herencia cultural”, integrado en los programas de energía, medio ambiente y desarrollo sostenible de la UE.

La UE ha puesto en marcha un amplio programa para experimentar con nuevas técnicas de transporte para las ciudades del futuro. Estas técnicas se basan en la utilización de vehículos individuales automáticos que circulan por las calles como alternativa a los vehículos actuales y como complemento de los transportes públicos.

El objetivo final de esta estrategia es mejorar el atractivo y la calidad de vida de las ciudades disminuyendo el uso del transporte individual y sus necesidades de estacionamiento, así como ofreciendo a los ciudadanos un nuevo medio de transporte puerta a puerta que sea rápido, limpio y seguro.

Vehículos con ojos y oídos

Las investigaciones europeas secundan una tendencia en la evolución de los medios de transporte que perfila vehículos dotados de ojos y oídos y que están llamados primero a reducir la importancia del conductor, limitándolo a una supervisión del mecanismo automático, y después a su conversión en un simple pasajero.

Esta evolución es previsible merced a la tecnología que permite construir circuitos automovilísticos dotados de sensores y balizas que son los que orientan a los vehículos sin necesidad de intervención humana directa.

Estos instrumentos son capaces, por un lado, de capturar la geografía por la que ha de circular un vehículo y, por otro lado, de sintonizar con el automóvil para guiarlo a través de un recorrido seleccionado.

Una serie de visores instalados en el vehículo le permiten regular su comportamiento respecto a los obstáculos, ya sean otros vehículos, como peatones.

La industria, implicada

Como esta tecnología no está todavía muy desarrollada, estos vehículos tienen una limitada capacidad de actuación, que se desarrollará a medida que la tecnología se perfeccione.

Además de la UE, la industria automovilística investiga también prototipos de vehículos automatizados en el marco del proyecto Carsense, que estudia las alternativas de la conducción automática a baja velocidad, gracias a la fusión de los datos procedentes de múltiples captores (cámaras, lasers, radar,…).

De hecho, ya existen pequeños vehículos que utilizan esta tecnología y que circulan por circuitos más reducidos, como el aeropuerto de Ámsterdam o algunos campos de golf, si bien lo que se pretende cara al futuro es convertir esta tecnología en una alternativa al transporte urbano individual convencional.



Vanessa Marsh
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