La compañía japonesa Nippon Telegraph and Telephone Corp (NTT planea lanzar al mercado un sistema que permitirá entrar a las habitaciones sin llaves o tarjetas identificativas, informa AFP.
Se trata de una tecnología que transforma la superficie del cuerpo humano en un medio de transmisión de datos gracias a una tarjeta especial. Llevándola guardada en cualquier parte, los datos recorren la ropa, los bolsos o los zapatos del usuario y llegan, atravesando su mano, hasta el picaporte de la puerta que se quiere abrir.
De esta forma, la información hace el trabajo por nosotros, y se acabó la búsqueda de las llaves en el fondo del bolso o de los bolsillos. Sus creadores esperan que la tecnología comience a venderse esta misma primavera.
Comunicación por el tacto
Según el ingeniero Mitsuru Shinagawa, de NTT Microsystem Integration Laboratories, el tacto cotidiano puede convertirse en comunicación, e incluso dar paso a un nuevo concepto de telecomunicaciones a través del contacto físico.
Posibles aplicaciones en el futuro de esta tecnología: desde poder limitar el acceso a determinados espacios cerrados sólo para personas autorizadas, hasta poder controlar la televisión con un dispositivo que escoja automáticamente los canales en función de quien lo “toca”.
Por otro lado, el sistema podría aplicarse a la seguridad. Por ejemplo, sólo podrían abrir los coches las personas que porten la tarjeta, a las que les bastaría tocar las puertas para que éstas se abrieran.
En otros entornos, como los hospitales, médicos y enfermeras podrían registrar datos de los pacientes –como su pulso o temperatura- sólo con tocarlos.
Primera comercialización
Esta es la primera aplicación comercial de comunicación a través del cuerpo humano utilizando campos eléctricos, señala el NTT. La tecnología aplicada se denomina RedTacton, y permite que el cuerpo humano se transforme en un medio de transmisión de datos a alta velocidad.
La demanda de medios para entrar a los sitios con mayor comodidad ha decidido a la compañía a lanzar comercialmente este sistema para abrir puertas, con el aprovechamiento de los campos eléctricos del cuerpo para el intercambio de información entre los humanos y uno objetos determinados.
La principal ventaja de la tecnología RedTacton es que los dispositivos no necesitan ser activados o puestos en marcha conscientemente, sino que basta llevar a cabo acciones naturales y muy comunes, como el tocar los objetos.
El precio del sistema, según NTT, será algo más caro que el de cualquier sistema convencional con tarjeta inteligente, es decir, con una tarjeta del tamaño de un bolsillo con circuitos integrados incluidos que permitan la ejecución de cierta lógica programada.
Antecedentes
En 2005, NTT ya había aplicado la tecnología RedTacton para la transferencia de datos de una persona a otra aprovechando el leve campo eléctrico del cuerpo y mediante transmisores-receptores, tal y como hemos explicado en Tendencias21.
Así, por ejemplo, si lleváramos uno de sus transmisores y tocáramos la mano de una persona, transmitiríamos automáticamente nuestra tarjeta de visita a su PDA o agenda electrónica, guardada en uno de sus bolsillos y que también tendría un emisor-receptor RedTacton.
Y es que el dispositivo permite que se establezca una vía de transmisión en el momento en que cualquier parte del cuerpo humano entra en contacto con un receptor RedTacton. Para eso sirve cualquier parte del cuerpo: manos, dedos, brazos, pies, cara, piernas o el torso.
El proceso de intercambio de comunicación tiene varias fases: en primer lugar el transmisor de RedTacton induce un ligero campo eléctrico en la superficie del cuerpo; en segundo lugar el receptor de RedTacton registra los cambios en el campo eléctrico de la superficie del cuerpo causados por el transmisor. RedTacton se basa en el hecho de que las propiedades de un cristal electro óptico pueden variar en función de los cambios de un campo eléctrico leve.
RedTacton detecta cambios en las propiedades ópticas de un cristal de este tipo usando un láser, y convierte el resultado en una señal eléctrica en un circuito receptor también óptico. El efecto, en este caso, sería que se pudiera abrir una puerta simplemente llevando una tarjeta guardada en alguna parte.
Se trata de una tecnología que transforma la superficie del cuerpo humano en un medio de transmisión de datos gracias a una tarjeta especial. Llevándola guardada en cualquier parte, los datos recorren la ropa, los bolsos o los zapatos del usuario y llegan, atravesando su mano, hasta el picaporte de la puerta que se quiere abrir.
De esta forma, la información hace el trabajo por nosotros, y se acabó la búsqueda de las llaves en el fondo del bolso o de los bolsillos. Sus creadores esperan que la tecnología comience a venderse esta misma primavera.
Comunicación por el tacto
Según el ingeniero Mitsuru Shinagawa, de NTT Microsystem Integration Laboratories, el tacto cotidiano puede convertirse en comunicación, e incluso dar paso a un nuevo concepto de telecomunicaciones a través del contacto físico.
Posibles aplicaciones en el futuro de esta tecnología: desde poder limitar el acceso a determinados espacios cerrados sólo para personas autorizadas, hasta poder controlar la televisión con un dispositivo que escoja automáticamente los canales en función de quien lo “toca”.
Por otro lado, el sistema podría aplicarse a la seguridad. Por ejemplo, sólo podrían abrir los coches las personas que porten la tarjeta, a las que les bastaría tocar las puertas para que éstas se abrieran.
En otros entornos, como los hospitales, médicos y enfermeras podrían registrar datos de los pacientes –como su pulso o temperatura- sólo con tocarlos.
Primera comercialización
Esta es la primera aplicación comercial de comunicación a través del cuerpo humano utilizando campos eléctricos, señala el NTT. La tecnología aplicada se denomina RedTacton, y permite que el cuerpo humano se transforme en un medio de transmisión de datos a alta velocidad.
La demanda de medios para entrar a los sitios con mayor comodidad ha decidido a la compañía a lanzar comercialmente este sistema para abrir puertas, con el aprovechamiento de los campos eléctricos del cuerpo para el intercambio de información entre los humanos y uno objetos determinados.
La principal ventaja de la tecnología RedTacton es que los dispositivos no necesitan ser activados o puestos en marcha conscientemente, sino que basta llevar a cabo acciones naturales y muy comunes, como el tocar los objetos.
El precio del sistema, según NTT, será algo más caro que el de cualquier sistema convencional con tarjeta inteligente, es decir, con una tarjeta del tamaño de un bolsillo con circuitos integrados incluidos que permitan la ejecución de cierta lógica programada.
Antecedentes
En 2005, NTT ya había aplicado la tecnología RedTacton para la transferencia de datos de una persona a otra aprovechando el leve campo eléctrico del cuerpo y mediante transmisores-receptores, tal y como hemos explicado en Tendencias21.
Así, por ejemplo, si lleváramos uno de sus transmisores y tocáramos la mano de una persona, transmitiríamos automáticamente nuestra tarjeta de visita a su PDA o agenda electrónica, guardada en uno de sus bolsillos y que también tendría un emisor-receptor RedTacton.
Y es que el dispositivo permite que se establezca una vía de transmisión en el momento en que cualquier parte del cuerpo humano entra en contacto con un receptor RedTacton. Para eso sirve cualquier parte del cuerpo: manos, dedos, brazos, pies, cara, piernas o el torso.
El proceso de intercambio de comunicación tiene varias fases: en primer lugar el transmisor de RedTacton induce un ligero campo eléctrico en la superficie del cuerpo; en segundo lugar el receptor de RedTacton registra los cambios en el campo eléctrico de la superficie del cuerpo causados por el transmisor. RedTacton se basa en el hecho de que las propiedades de un cristal electro óptico pueden variar en función de los cambios de un campo eléctrico leve.
RedTacton detecta cambios en las propiedades ópticas de un cristal de este tipo usando un láser, y convierte el resultado en una señal eléctrica en un circuito receptor también óptico. El efecto, en este caso, sería que se pudiera abrir una puerta simplemente llevando una tarjeta guardada en alguna parte.