Primer asentamiento humano destruido por un meteorito

Hace 12.000 años un impacto cósmico acabó con la vida en Abu Hureyra


Un meteorito acabó hace 12.000 años con el asentamiento humano de Abu Hureyra, en la actual Siria: temperaturas capaces de derretir un coche en un minuto acabaron con la vida de cientos de personas y cambiaron el clima de la Tierra.


Guillermo Meliseo
10/03/2020

Foto: freepik
Hace más de 12.000 años, un meteorito fragmentado acabó con el asentamiento humano de Abu Hureyra, en la actual Siria, entonces habitado por varios centenares de personas que vivían en un montículo de 500 metros de diámetro.

Entre sus restos, los arqueólogos han encontrado pedazos de vidrio fundido a temperaturas extremadamente altas, mucho más altas de lo que los humanos podían obtener en ese momento.

Esta zona arqueológica fue el lugar donde los antiguos pueblos nómadas dejaron de ser cazadores-recolectores y pasaron a convertirse en agricultores.

Actualmente, el sitio se encuentra inundado por el río Eufrates para la creación de una presa, lo cual hace dificultoso su acceso.

Sin embargo, antes de la inundación los arqueólogos lograron recoger y extraer mucho material para someterlo a un análisis más exhaustivo.

En su búsqueda encontraron fragmentos de casas, alimentos, pedazos de herramientas, huesos de animales y materiales fundidos a temperaturas extremas.

Impacto profundo

El investigador principal del estudio, James Kennett, profesor emérito de geología de la Universidad de California en Santa Bárbara, asegura que las temperaturas observadas en los restos arqueológicos son tan altas que podrían derretir un automóvil en menos de un minuto.

Esa intensidad, agregó, solo podría haber sido el resultado de un fenómeno extremadamente violento de mucha energía y velocidad, como la caída de un meteorito.

Abu Hureyra se ha convertido así en el primer sitio donde se registran los efectos directos de un cometa fragmentado en un asentamiento humano.

“Dichos fragmentos son parte del mismo cometa que probablemente se estrelló contra la Tierra y explotó en la atmósfera al final de la época del Pleistoceno”, explica Kennett.

Este impacto contribuyó a la extinción de la mayoría de los animales grandes, incluidos los mamuts, los caballos y camellos, la desaparición de la cultura norteamericana Clovis.

También provocó el inicio del enfriamiento climático conocido como Younger Dryas.

Imagen: UC Santa Bárbara, CA
Cambios en la biomasa

El vidrio fue analizado por su composición geoquímica, forma, estructura, temperatura de formación, características magnéticas y contenido de agua.

Los resultados señalan que se formó a temperaturas muy altas y que contenía minerales abundantes en cromo, hierro, níquel, sulfuros y titanio.

Incluso contenía hierro fundido rico en platino e iridio, todos formados a temperaturas superiores a 2.200 ºC.

Según el estudio, el vidrio fundido se formó a partir del derretimiento y la vaporización casi instantánea de la biomasa regional, los suelos y los depósitos de las llanuras de inundación, seguido de un enfriamiento instantáneo.

“Un solo impacto de un asteroide grande no habría causado materiales tan  dispersos como los descubiertos en Abu Hureyra”, expresó Kennett.

Y concluye: “No obstante, creemos que allí hubo un evento de gran impacto que cambió la forma la forma del lugar para siempre”.



Guillermo Meliseo
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